lunes, enero 30, 2017

Sonia García Soubriet - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Empecé a escribir cuando era pequeña. Tampoco era tan raro. Mi padre era escritor. Lo recuerdo siempre en su despacho trabajando en alguna de sus novelas. Tenía un mundo propio  totalmente suyo, en el que nadie podía entrar.  Me imagino que al principio eso tuvo que tener influencia sobre mí. Pero enseguida supe que eso era lo que me gustaba de verdad, lo que quería hacer. Fui consciente de la enorme suerte que es tener una vocación, que algo te guste por encima de todo y llene tu vida. Para mí escribir es mi forma de relacionarme con el mundo. Es mi forma de estar aquí.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No tengo manías, ni supersticiones. Prefiero escribir en la habitación donde trabajo, rodeada de mis libros. Sola y en silencio, por las mañanas si puede ser. Pero también puedo hacerlo a cualquier hora y en cualquier lugar.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Más que preocupaciones temáticas prefiero hablar de historias que quiero escribir, una elección en la que no depende mi voluntad, y en ellas van apareciendo los temas que me interesan y me preocupan. Sí puedo decir que en todas ellas hay una voluntad de recuperación del pasado, de ciertas personas y de ciertas vivencias y lugares y sentimientos que me ayudan a comprender la vida, y al tiempo que los recupero también me libero de ellos.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Escribir lo que de verdad quieres escribir, al margen de modas e imposiciones y hacer todo lo posible para lograr sacar esas historias adelante. No tener prisa. A veces, saber abandonar, también me parece importante.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

No planifico pero tampoco me dejo llevar por la historia. Sé lo que quiero escribir, más o menos, aunque siempre hay aspectos y partes que vas descubriendo. Parto de algo  muy vago, un recuerdo, una imagen, que tengo en la cabeza durante años, a veces, porque el momento de empezar a escribir tampoco depende del todo de mí. Empiezo cuando siento que estoy preparada y que he encontrado el tono.  Luego es el trabajo del día a día hasta que poco a poco va saliendo la historia. A veces muy rápido, otras como suelo ser mi caso, lento.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Uno de mis libros de cabecera es el que estoy leyendo hoy, El sobrino de Wittgenstein, de Thomas Bernhard y el que leo a ratos estos días, Mémoires d´outre-tombe de Chateaubriand. Pero en la biblioteca que he ido reuniendo poco a poco, desde que era muy joven, están los autores y títulos que fui eligiendo y que me han ido formando. Los consulto, releo y siempre tengo a mano. Podría decir que gran parte de ellos son mis libros de cabecera. Pero si tengo que citar a algunos autores serían: Isaac Babel, Joyce y Dylan Thomas.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

La desesperación del león y otras historias de la India, es un libro de relatos que transcurre en ese país que he tenido la suerte de conocer, más de lo que pensaba y hubiese imaginado, y que lógicamente ha dejado una huella importante en mi vida. Había varias historias de allí que quería escribir pero no daba con el tono ni con la manera. Una, en concreto, la que da título al libro, la del león, la empecé a escribir varias veces y otras tantas la dejé porque no me gustaba, no conseguía dar con ella. Pasados algunos años, varios, Javier Azpeitia de la editorial 451 me pidió que escribiese un “rehecho” de El Villano en su rincón, de Lope de Vega. Y fue en Delhi donde encontré al personaje del villano, un intocable muy viejo, que limpiaba el suelo de un bar. Escribí ese cuento en un par de semanas y a partir de él salieron todos los demás. Siempre es un misterio. 


Sonia García Soubriet. Es licenciada en Filología Francesa y ha ejercido la docencia en Francia y en Castilla-La Mancha. En la actualidad vive en Madrid, donde desarrolla su labor literaria. Ha colaborado en dos antologías de cuentos: “La hermosa boca carmesí” en Trece historias breves de la editorial lengua de Trapo, en 1995, y “El villano en su rincón” en Comedias de Lope de 451 en 2008. Ha publicado  cuatro novelas,  La otra Sonia (1987), Bruna (1990), El jardín [Al Bustán] (2007) y La deseperación del león y otras historias de la India (2014).

jueves, enero 26, 2017

Guillermo Orsi - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

No puedo dejar de hacerlo. Es una maldición. Ignoro de quién y por qué razones. Cuando no escribo, alucino, me vuelvo peligroso, inflamable, desorbitado, de trato para nada recomendable.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No las tengo. Sólo cierta soledad –no demasiado prolongada, porque tampoco dura mucho mi voluntad y es de corto alcance mi talento.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La condición humana, casi nada. Por eso la novela negra.

4.- ¿Algún principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Hacerlo, cada vez que sientes que no has podido comunicarte con el otro –o la otra-, que no hay paciencia ni sensibilidad para escapar de lo cotidiano. Es decir, todos los días y a cualquier hora.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Si tuviera todo planificado no me sorprenderían las conductas de mis personajes ni el final de mis historias. Lo único cierto es que tarde o temprano moriré y será ese el único final previsto desde el principio.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

De novela negra, ninguno. Leo a mis contemporáneos, a los amigos que me acercan sus libros y a los que no figuran entre los recomendados como “libros del año”, por ejemplo. Si de literatura se trata, a veces vuelvo a beber en las Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, en la Rayuela y los cuentos de Cortázar, en el Mascaró de Haroldo Conti, en las Inquisiciones de Borges, en cuentos de Germán Rozenmacher o Amalia Jamilis, y pocos más, porque al resto los he prestado y no me los devolvieron.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


No puedo hablar de lo que estoy escribiendo, no tengo proyectos, la maldición me obliga a no saber a dónde voy ni si llegaré a ponerle algo parecido a un punto final. Mi última novela publicada, Siempre hay alguien a quien matar, es una historia de amor. Salió a la venta el año pasado. Hay quien la compró como un manual de autoayuda, lo que no me sorprende porque sin malentendidos no habría literatura. 


Guillermo Orsi (Buenos Aires, 1946). Escritor y periodista. Ha sido traducido al chino, inglés, húngaro, francés o alemán. Entre los premios más importantes cosechados a lo largo de su carrera podemos destacar el premio UNED de cuento de 2006 por Noches de Pelayo y en categoría de novelas, el premio Emecé 1977/78 por El vagón de los locos; el premio Umbriel/Semana Negra de 2004 por Sueños del perro; y el Premio Internacional Ciudad de Carmona de 2007 por Nadie ama a un policía.
El 2009, su novela Ciudad Santa se hizo acreedora del Premio Hammett de la Semana Negra de Gijón, el más importante de los concedidos al género negro y policial escritos originalmente en castellano.
Otras de sus novelas publicadas: Cuerpo de mujer, publicada en 1983, Tripulantes de un viejo bolero, publicada en 1994 en Argentina y en 2011 en España, por las editoriales De la Flor y Almuzara, respectivamente.
Además: Buscadores de oro, publicada en 2007 por la editorial Umbriel en España;  Segunda vida, publicada en 2011 en Argentina por el Grupo Norma y la más reciente, Fantasmas del desierto, del 2014, publicada en España por Almuzara.
Guillermo Orsi se ha convertido en una de las voces esenciales del policial argentino a través de una compacta obra en la que sus personajes, ni buenos ni malos sino todo lo contrario, son el mejor ejemplo de la contradicción humana.

lunes, enero 23, 2017

Yolanda Delgado Batista - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Cuando nací, la matrona encargada de darme las dos nalgadas para que rompiese a respirar, olvidó advertirle a mis padres que tuvieran cuidado conmigo, que en vez de un pan bajo el brazo, lo que traía su hija era un libro. A los tres años aprendí a leer y a escribir. Aquello a mis padres se les fue totalmente de las manos…
Escribo para detener el olvido en el tiempo,  para aventar preguntas que surgen en este hábitat esquizofrénico que hemos creado los humanos. Es una necesidad casi biológica para sobrevivir en esta odisea apasionante, única y que sin remedio terminará en las profundidades de la nada. Se escribe casi siempre desde el desasosiego, cuando uno confiesa a los otros que "ya no se puede más"; una frase escrita desde el dolor con la que el escritor  Cabrera Infante puso punto y final a esa maravillosa novela que es Tres Tristes Tigres
Escribo para decir en voz alta que no estoy de acuerdo. Esa libertad que otorga la escritura es un talento valioso aunque el peaje de la solitud y la autoexigencia salga caro. Los escritores somos como Don Quijote, ese entreverado loco, lleno de lúcidos intervalos.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Lo único que necesito en mi mesa de trabajo es el diccionario al que dedicó su vida María Moliner. Una mujer excepcional, filóloga y bibliotecaria. Perteneció a la generación de las primeras universitarias que dio la República. Después de la guerra incivilizada sufrió represalias políticas. Hacia el final de su vida, padeció una arteriosclerosis que la mató. Muchas veces, cuando consulto este diccionario, pienso en la generosidad y el esfuerzo de muchas personas que como María Moliner, han allanado la vida de los que hemos llegado después.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
           
Mujer soy; apenas de la humanidad algo comprendo. Prefiero la realidad cotidiana a la ciencia ficción; los héroes de la paz, a los héroes de guerra. Esa marcha que organizaron el pasado mes de octubre  mujeres palestinas y judías para exigir la paz en su tierra, para mí tiene más valor que un encuentro diplomático.
Como escribió Hannah Arendt: lo que quiero es comprender un mundo en el que una se siente apátrida.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Sigo el método del ruso Isaak Bábel: le doy vueltas a cada frase una y otra vez. Comienzo eliminando todas las palabras de las que puedo prescindir. Las palabras son muy astutas; la suciedad se esconde dentro de ellas. El relato lo dejo reposar dos o tres días. Luego vuelvo a examinarlo frase por frase… Recorto las frases y divido los párrafos. Como ve, mi método es muy rápido…
Componer, tachar, componer, tachar, tachar, hasta que la frase contenga la pura esencia.  Aún así, siempre hay palabras semiescondidas que te hacen la puñeta. Casi nunca estoy satisfecha, pero es un aliciente imprescindible para continuar trabajando la materia del lenguaje.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

El desorden fue el principio o el principio fue el desorden, pero poco a poco la historia se va recomponiendo sola. Los personajes me llevan de la mano adónde quieren y luego se despiden: "¡Gracias por el trayecto! Adiós y buena suerte". Es divertido y desesperante a la vez. Prefiero la técnica abierta que siguen los directores de documentales, por ejemplo. Tienen ante sí una historia que quieren contar, pero los protagonistas y las situaciones son reales, por tanto impredecibles. Las estructuras cerradas no encajan con mi carácter. Cada uno tiene su método; por fortuna no hay reglas fijas.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Siempre regreso a Joyce. Fue el primer escritor occidental que dirigió la corriente de la literatura a la vida corriente. Autores que quiero, admiro y releo hay muchísimos, y no solo novelistas: Tólstoy, Gógol, Bulgakov, Chéjov; Rulfo, Cabrera Infante, García Márquez, Juan José Arreola, Josefina Vicens; Kjell Askildsen, Knut Hamsun, Günter Grass, Hannah Arendt, Ingeborg Bachman, Ivo Andríc; Amoz Oz; Faulkner, Grace Paley, Shirley Jackson; Machado de Assis, Virgilio Ferreira, Miguel Torga, Clarice Lispector; George Orwell; Natsume Soseki; Flaubert, Romain Gary; Pérez Galdós; Ortega y Gasset, Juan Marsé, Muñoz Molina, Juan Cruz, Julio Llazamares… Me interesa mucho la literatura de Patricio Pron, Alejandro Madrigal, Rafael Gumucio o los canarios Santiago Gil y Carlos Cruz. Creo que más o menos se hace una idea.
Leo también mucha poesía, un buen antioxidante para el corazón: Marina Tsvetáieva, Ana Ajmátova, Edmond Jabés, Octavio Paz, José Régio, Mamud Darwish, Ángel González, Antonio Colinas, Joan Margarit, José Luis Morante o Inma Luna.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Puro cuento salió a la venta el pasado 18 de noviembre  y está editado por Baile del Sol. Editorial canaria con distribución internacional, dirigida por Tito Expósito. Este mes de enero cumple 25 años de vida, nada menos.
Esta obra supone mi segundo libro publicado, y en esta ocasión, he tenido la inmensa suerte de contar con la generosidad del escritor Julio Llamares, autor del prólogo. Puro cuento reúne 32 relatos cortos que indagan en el amor y el desamor, en los conflictos de la infancia y la adolescencia, en la esperanza, en el egoísmo humano y a veces, en la crueldad. Historias heterogéneas que hablan de Joyce, Dos Passos, Hemingway, Stalin o Tarzán, pero también de personas corrientes. He tratado de jugar con el lenguaje intentando que el lector acabe el cuento con una sonrisa, pese al drama narrado. Una mezcla de humor canario, británico, italiano, americano, argentino y ruso. Eso hay que leerlo para creerlo, ¡amigo! 


Yolanda Delgado Batista (Las Palmas de Gran Canaria, 1967). Escritora, periodista, guionista de televisión y editora literaria. Estudió  Publicidad y Relaciones Públicas en la Univ. Complutense de Madrid. Ha trabajado en Canal +, Cuatro como documentalista y guionista. Coordinó los contenidos de la TV del Ayto. de Madrid. Ha colaborado para distintas editoriales: Alfaguara, Tusquets, Círculo de Tiza como lectora, traductora y editora literaria. Fue editora de un suplemento internacional, Russia Beyond The Headlines, integrado en el diario El País.
Tiene un blog: La isla de San Borondón sobre arte y literatura.
En 2011 debutó en la arena literaria con La isla de las palabras desordenadas. Una novela en la que la escritora recurría a la memoría para desentrañar una historia familiar.
Puro cuento salió a la venta el pasado 18 de noviembre y está editado por Baile del Sol, 2016.  Es el segundo libro publicado por la escritora canaria.


*La foto es de Yenny Delgado Batista

jueves, enero 19, 2017

Cristina Gálvez - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Me temo que no voy a añadir nada nuevo a esa cuestión tan antigua. La verdad es que, aunque resulte un lugar común, escribo porque no puedo dejar de hacerlo. Ana Mª Matute decía algo que siempre me ha parecido certero: que escribir no es una profesión sino una forma de estar en el mundo. Y la forma en la que estamos en el mundo tiene mucho de inexplicable e incontrolable. Ha habido épocas de mi vida en las que he intentado dejar la escritura de lado; me causaba tanta impresión y respeto que me llevó mucho tiempo considerarme “apta” para acercarme a ella. Recuerdo escribir desde muy pequeña, pero avergonzarme terriblemente de que alguien supiese que escribía. Escribir es un asunto doloroso para las mujeres, creo que más que para los hombres. Nos pueden más las inseguridades, el temor a la exposición pública, a la crítica. Pero, como digo, es algo que en cierto modo te elige. Puedes hacer caso omiso de esa elección y dedicarle solo las sobras de tu tiempo y tu energía, pero las consecuencias, al menos para mí, han sido desastrosas: perder la propia riqueza, dejar marchitar la alegría. Yo he intentado mantener la escritura dentro de una cerca con la ingenua esperanza de que no invadiera mi vida —porque escribir invade, se lo apropia todo, exige un compromiso que aterroriza a veces— pero al final me he dado cuenta de que mi existencia tiene mucho más sentido cuando dejo que escribir ocupe en ella el lugar que le corresponde. El precio es alto, pero la recompensa es mucho mayor.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Creo que no tengo grandes manías ni supersticiones, pero sí que prefiero escribir por la mañana, que es cuando me siento más despejada y más “transparente”, cuando el ruido todavía no ha hecho su aparición en forma de conversaciones, correos electrónicos y asuntos mundanos. Suelo escribir en casa, aunque no tengo un sitio preciso: voy itinerando de la mesa del salón al escritorio, de ahí al sofá, a veces al suelo... Si me bloqueo, siempre me sienta bien hacer alguna tarea doméstica, trasplantar un esqueje o regar las plantas; son ocupaciones que de alguna manera vuelven a conectarme con el flujo natural de la vida y le quitan peso a esto de escribir. Las primeras versiones siempre las escribo a mano —me encanta escribir a mano—, en cuadernos de papel blanco, y si es posible cosidos, sin anillas. Y con pilot azul. Vaya, pues sí que tengo manías…

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La pérdida de la inocencia, el descubrimiento del amor y el desamor, la soledad, la insatisfacción vital, el miedo a la diferencia… Podría resumirlo en un sentimiento de ¿qué narices estoy haciendo aquí y qué clase de mundo es este? Y tal vez añadiría: ¿y por qué no puedo irme a vivir a una isla desierta?  

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

A la hora de arrancar una historia, siempre intento guardar bajo llave esa voz interior que yo llamo la señorita “vaso medio vacío”, crítica destructiva y aguafiestas donde las haya que puede atascarme en la primera frase de cualquier texto. Para apaciguarla, le prometo dejarla salir cuando toque la fase de edición, algo que siempre la entusiasma y para lo que, es cierto, resulta imprescindible.
En términos generales, también intento —aunque no siempre es fácil— buscar espacios y tiempos de silencio, sin teléfono, correos ni citas pendientes,  si puede ser cerca de la naturaleza. Sin llegar a ser como Thoreau —aunque ya me gustaría a veces—, escaparme de la ciudad unos cuantos días y caminar en silencio siempre me carga las pilas creativas.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Sin ninguna duda, pertenezco al primer grupo. Nunca se me ha dado bien planificar, mucho menos a la hora de escribir. Reconozco que, al escribir relato, puedo permitirme ese lujo con más facilidad. Suelo empezar a escribir a partir de un personaje, un conflicto o una atmósfera que me interesa, pero rara vez sé cómo va a desarrollarse la historia. En algún momento en mitad de la escritura el final aparece y eso ya me da un puerto hacia el que moverme. Pero el salto mortal de los personajes desde un lugar al otro es siempre una aventura. La parte positiva es que nunca pierdo el interés en la historia; la negativa, que siempre temo quedarme colgada en algún punto del recorrido, lo cual también me ocurre a veces.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

En mi juventud he leído mucho a Cortázar, a Dostoievsky, a las hermanas Brönte, a García Márquez... Son lecturas que dejan huella y que sin duda han modelado mi mirada literaria, aunque luego esta haya ido evolucionando con el tiempo. Pero si hablo de autores que tengo en la mesita de noche —autoras, en este caso—, los cuentos de Clarice Lispector se llevan el primer premio, seguidos de cerca por cualquier obra de Carson McCullers, Natalia Ginzburg, Cristina Fernández Cubas o Lydia Davis. Bueno, incluyo también los Nueve cuentos de Salinger y Las ciudades invisibles de Italo Calvino, y que conste que no lo hago por igualar cuotas de género.
En poesía, me quedo con los poemas de Alberto Caeiro y Álvaro de Campos —heterónimos de Pessoa— y con la inigualable y siempre por descubrir Emily Dickinson.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

El último libro que he publicado es una colección de cuentos titulada El verano ya no está aquí (Nazarí, 2016). Es un proyecto que ha ido creciendo a lo largo de varios años, lo cual a veces ha sido algo desesperante pero creo que ha mejorado mucho el resultado final. Cada cuento está escrito en momentos muy diferentes del recorrido, pero todos tienen un hilo conductor evidente, la idea del “verano perdido” por el que se siente nostalgia, o bien el nunca hallado que los personajes se empeñan en perseguir. El verano, claro está, no es la estación del año —o no solo—, sino que tiene que ver más bien con los anhelos, los ideales, los sueños perdidos, la creencia de que existe un paraíso en el que poder refugiarse. Y bueno, no cuento más, tenéis que leerlo…




Cristina Gálvez (Melilla, 1978) es doctora en Antropología y licenciada en Ciencias Ambientales. Ha publicado los libros de relatos Monstruos cotidianos (Traspiés, 2008), El verano ya no está aquí (Nazarí, 2016) y Afinidades (Siete Suelos, 2002). Cuentos suyos han aparecido en diversas antologías y obras colectivas, y en revistas literarias como Mucho cuento o Quimera. Ha ganado varios premios de relato y resultó finalista, entre otros, del premio Cosecha Eñe en 2011. En la actualidad facilita talleres de escritura creativa en Granada, ciudad de la que suele escapar pero a la que siempre acaba volviendo.

*La foto es de Noemí Genaro

lunes, enero 16, 2017

Rodolfo Notivol - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Hace unos días escuché decir a Andrés Trapiello en una charla que escribe porque le hace vivir más intensamente. Me parece que ese es un buen motivo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No soy demasiado maniático, pero sí muy desordenado. Escribo con ordenador, pero tomo muchas notas a mano en pequeños papeles que luego en ocasiones no encuentro. También acostumbro, al terminar un fragmento, a hacer nuevas versiones cambiando el tiempo verbal o la persona del narrador. Son variaciones que te ayudan a encontrar dónde está aquello que no acaba de encajar.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La vida, el amor, la familia, la búsqueda de la felicidad, el paso del tiempo, las relaciones humanas… Nimiedades de ese tipo, ja, ja. No, en serio, supongo que un poco los mismos temas que mueven a cualquier otra persona a escribir. Creo que los asuntos de los que tratamos, sobre todo en narrativa, son comunes a casi todos los escritores; las diferencias están en el punto de vista y en los matices. Estos últimos son los que dan valor a la literatura y la hacen perdurar, los que la individualizan.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Ser compasivo con los personajes. Atender a los pequeños detalles. Huir de la solemnidad. Utilizar las palabras de cada día, como decía Natalia Ginzburg, y a ser posible que esas palabras sean las justas. Narrar con la intensidad con la que un moribundo te cuenta su vida, aun aquellos momentos en los que aparentemente no se cuenta gran cosa. Plantear preguntas todo el tiempo, pero no dar demasiadas respuestas.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Trabajo desde un esquema general, desde una primera idea. Pero luego borro y cambio sin parar. Creo que no sabría hacerlo de otra forma. Aunque, dado lo que he tardado en acabar mi último libro, quizás debería replanteármelo. Ja, ja.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Ignacio Martínez de Pisón, José María Conget, Cristina Grande, Ismael Grasa, Daniel Gascón, Félix Romeo, Natalia Ginzburg, Alice Munro, Anne Tyler, Mona Simpson, Patrick Modiano, Tobias Wolff, Juan Marsé, Antón Chéjov, Mercè Rododera, Junot Díaz, Sherman Alexie, Sam Shepard… y unas cuantas decenas más.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Acabo de publicar una novela titulada Vaciar los armarios, una saga familiar que se extiende a lo largo de ochenta años, desde la guerra civil hasta la década pasada, y que abarca seis generaciones de la misma familia. Como toda narración sobre una familia, se pregunta sobre ese montón de temas que están en el centro de todas ellas: el cariño y sus complicaciones, la incapacidad para expresar los sentimientos, la búsqueda de la felicidad, las palabras que nunca llegaron a decirse, las manos tendidas… He querido que fuera una historia que atendiera a los pequeños detalles, que hablara de seres humildes y que estuviera llena de mujeres, mujeres complejas y poderosas. Todo contado sin condescendencia, pero con una mirada compasiva.


Rodolfo Notivol (Zaragoza, 1962). Licenciado en derecho por la Universidad de Zaragoza. Finalista del premio de relatos NH en 1999 y ganador del premio Ciudad de Zaragoza en 2000. Colaborador en medios de comunicación como Heraldo de Aragón, El Periódico de Aragón, Rolde o Turia. Es autor del libro de relatos Autos de choque (Xordica, 2003). Acaba de publicar Vaciar los armarios (Xordica, 2016), su primera novela.

jueves, enero 12, 2017

Lilian Neuman - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque es la mejor forma de entrar en un mundo y entenderlo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No me gusta la luz del sol para escribir.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

No sabría decirlo. Todo tiene un lado raro que hay que entender.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Cada vez más, el de Carmen Martín Gaite: “El lector no sabe nada de lo que le vas a contar”.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Ni una cosa ni la otra

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

 No escribiría si no hubiese leído a Salinger, ni a Liliana Heker.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Mi último libro se llama Viejas revistas, y es una memoria sentimental. Lo próximo sucede en mi barrio en Barcelona.



Lilian Neuman (Rosario, 1960) es autora de la novelas Levantar ciudades (Destino) y Viejas Revistas (ediciones Alción) En Buenos Aires, formó parte del taller de Liliana Heker. Ha trabajado y trabaja en distintas editoriales y agencias literarias, sobre todo en la lectura y proceso de edición de originales. Escribe en el periódico La Vanguardia, en especial sobre novela negra. Ha colaborado en distintos medios y publicado trabajos periodísticos sobre diversas gentes y fisonomías de Barcelona, ciudad en donde vive desde 1991. Sus trabajos se han publicado principalmente en la revista Barcelona Metrópolis. Actualmente sigue trabajando sobre la vida en la ciudad. Junto con la periodista Rosa Mora dirige el blog “Las damas conversan sobre el crimen”. Y participa en la antología Barcelona Negra, publicada en 2016 por Editorial Siruela. Es miembro del equipo de profesores del Máster de Edición de la Universidad Pompeu Fabra, desde su inicio en 1995. Desde 2014, como voluntaria de Bibliotecas de Barcelona, dirige el taller para personas mayores de “Lectura y conversación”.

*La foto es de Ana Portnoy

lunes, enero 09, 2017

José Luis Melero - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

En mi caso, que siempre he escrito libros sobre libros, lo hago por la necesidad que tengo de contar mis lecturas, de hacer partícipes a los lectores de mis libros más interesantes y desconocidos, de esos que no están en el canon y que nos vuelven locos a los bibliófilos buscadores de tesoros.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

En casa, siempre a ordenador y a cualquier hora del día o de la noche. En los viajes, en los que escribo mucho, siempre a mano, en un cuaderno, y a lapicero. Con un lápiz de esos que tienen una gomita de borrar en la parte superior. Así, escribo y corrijo.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me interesan la bibliografía, los libros de la bohemia, los de los raros y curiosos, los relacionados con la guerra civil, los de la poesía y narrativa españolas de los siglos XIX y XX, los de historia de España del mismo período, y los libros relacionados con Aragón, porque uno debe amar su tierra y el lugar donde vive. Pero en realidad me interesa casi todo. Yo soy de esos a los que casi nada le es ajeno. De esos que queremos leer y saber de muchas cosas y acabamos, claro, por no saber de casi nada.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

El humor, el rigor y poner pasión en lo que haces. Procuro huir de la solemnidad como de la peste y no ser aburrido jamás, y me tomo muy en serio lo que hago. Jamás pondré un dato sin confirmar. Podré equivocarme como cualquiera, pero no será por no haber puesto todo el interés preciso. 

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Como yo no escribo ficción, no me dejo llevar por ninguna historia. Yo planifico mis textos en función del interés que tengo por los temas que quiero contar. Y siempre pienso que si los temas me interesan a mí les pueden interesar a muchos otros.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

No tengo ningún autor ni ningún libro de cabecera: tengo centenares de ellos, pero en función de las épocas y de los intereses de cada momento. Quiero decir que a los veintitantos años leí muchos libros de Álvaro Retana, de Hoyos y Vinent, de Joaquín Belda o de Zamacois que ahora no leería. Y que ahora leo libros que entonces no creí que fueran a interesarme. Pero todos han servido para convertirme en lo que soy y a todos les estoy agradecido. Hoy no leería Rayuela, pero cuando lo leí me deslumbró. ¿Es un libro de cabecera? Pues entonces lo fue, pero hoy no lo sería.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Mi último libro es El tenedor de libros, en el que sigo hablando de mis lecturas, de mis intereses por unos u otros autores y de mi pasión  por los libros. Y se ha reeditado recientemente Leer para contarlo, mis memorias de bibliófilo que llevaban muchos años agotadas. Creo que esas memorias no aburrirán a nadie y que cualquiera puede pasar un buen rato con ellas sin tomarse demasiado en serio al enloquecido bibliófilo que las escribió.


José Luis Melero (Zaragoza, 1956) es autor de Leer para contarlo. Memorias de un bibliófilo aragonés (2003, 2ª edición 2015),  Los libros de la Guerra (2006), Gabinete de Libros Aragoneses Escogidos (2007), La vida de los libros (2009), Escritores y escrituras (2012) Manual de uso del lector de diarios. Una selección bibliográfica (2013) El tenedor de libros (2015) y La Jota Aragonesa en algunas de sus coplas más antiguas o desconocidas (2016). En 1990 editó con Antonio Pérez Lasheras el facsímil de la revista Poemas. Con José Luis Acín preparó para la editorial Olañeta dos antologías de cuentos aragoneses: Cuentos aragoneses (1996) y Más Cuentos aragoneses (2000), y es coautor de los tres primeros tomos de La Jota ayer y hoy (2005, 2006 y 2008). En 2002 coordinó con José Ignacio López Susín y Antonio Peiró el libro Rolde de Estudios Aragoneses (1977-2002) Pasar haciendo caminos; y en 2007, también con José Ignacio López Susín, el libro de entrevistas Los nuevos ilustrados. En 1977 fue uno de los fundadores del Rolde de Estudios Aragoneses y de la revista Rolde, la más antigua de Aragón, de cuyo Consejo de Redacción forma parte desde entonces, y ha sido presidente de la Fundación Gaspar Torrente para la investigación y desarrollo del aragonesismo. Entre 1983 y 1986 fue Secretario de Dirección de la Colección “Poemas” de libros de poesía y en la actualidad pertenece a los Consejos de Redacción de La Magia de Viajar por Aragón y El Ebro. Es Hijo Predilecto de Zaragoza, Académico correspondiente de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis y columnista de Heraldo de Aragón.


*La foto es de Cristina Grande