lunes, noviembre 28, 2016

Pepa Roma - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Escribo porque me lo pide el cuerpo. De pronto quedo poseída por una especie de impulso que me lleva a escribir sobre algo que me inquieta, que tengo delante y me deslumbra, que me produce tanta perplejidad que tengo que descifrarlo. Por una curiosidad insaciable que me lleva a emitir preguntas y respuestas sobre un papel desde que tengo 11 ó 12 años y el diario era mi fiel compañero; y, desde luego, por el incomparable placer de ver que la escritura saca de ti lo que ni sospechabas que estaba en ti.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

La mayor es la angustia del tiempo. Me cuesta sentarme a escribir si sé que sólo tengo dos horas por delante. Necesito borrar todo compromiso de mis preocupaciones y sentir que tengo todo el día por delante para abandonarme a la escritura, aunque luego no vaya a dedicarme todo el día a escribir, pero la historia va a seguir esponjándose y desarrollándose en mi cabeza. También necesito silencio y un espacio propio sin interrupciones, aunque soy capaz de hacerme mi cabañita o espacio propio en cualquier lugar del mundo, ya sea una playa solitaria o el cuartucho de un hotel. Que es de donde salen la mayoría de mis notas en el cuaderno que siempre llevo conmigo. La mayor superstición es no hablar de lo que escribo hasta que llega a buen puerto, porque temo que el proyecto se malogre.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Son muy variadas. No lo sé hasta que me encuentro escribiendo sobre algo que se impone sobre todo lo demás que tengo entre manos, a veces sobre otras novelas en curso. Dado que siempre he sentido que mi verdadero descubrimiento del mundo empezó en la India, ese ha sido un tema recurrente, que ha aparecido en mis novelas Mandala e Indian Express; mi experiencia como periodista y reportera internacional ha dado lugar a libros de ensayo como Jaque a la Globalización; al tiempo que la reflexión y necesidad de indagación sobre mi oficio ha dado lugar a los libros De profesión, periodista y La trastienda del Escritor. Una vocación y un oficio. Pero ahora he dado un giro de 180 grados con mi próxima novela, que será publicada por Espasa en primavera, al indagar en los orígenes e identidad de una familia catalana.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Seguir tu instinto y tu curiosidad por la vida -la literatura es una crónica de la existencia. Leer, leer y leer, llevado en cada momento por la curiosidad y el placer. Si de niño has tenido la suerte de que te han introducido en la lectura por esa vía, lo tienes todo ganado. El placer literario se desarrolla a base de leer y necesitar cada día más de esa droga llamada literatura. Es difícil disfrutar del Ulises de Joyce sin tener un recorrido previo como lector, pero cuando ese momento llega, el placer es inmenso.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Hay un tipo de escritores que se documentan mucho antes sobre un tema y planifican la novela antes de escribirla. Yo funciono al revés. Rechazo documentarme de antemano sobre lo que voy a escribir. Como periodista, lucho contra esa parte del cerebro adicta a la información que hay en mí porque siento que dar prioridad a la información ahoga la literatura. Primero vuelco lo que reclama salir de mi, y sólo a medida que va emergiendo el tema y adquiriendo una forma, voy interviniendo en el sentido de orientar más y más la escritura alrededor de ese tema, la voz, el estilo y la estructura que parece reclamar. Cada novela impone sus reglas y forma. Por ello soy contraria a encorsetarla previamente en planes y normas. Sólo en las últimas etapas de la escritura, cuando ya está bien definido tema y argumento, me lanzo a buscar todo tipo de información o a leer libros relacionados con el tema. Porque esto me permite introducir sólo la información que éste requiere para darle un contexto que trascienda la historia particular de los protagonistas de la novela.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Amaru, poeta indio del siglo XV; Rayuela de Cortazar; todo Henry James; James Joyce; Dostoyewsky; todo lo relacionado con las filosofías orientales, de Patanjali y Lao Tse a Heinrich Zimmer; todo lo relacionado con la antropología y otras culturas; y tantos otros que lamentaré no haber citado en cuanto haya enviado este cuestionario y emerjan de mi pésima memoria.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

La última novela que he publicado es Indian Express, premio Azorin 2011 (editorial Planeta). Es sobre el viaje a la India que tienen pendiente desde su juventud dos amigas. Allí descubren cómo ha cambiado aquella India que fue cuna de la espiritualidad que tanto idolatraron en su juventud y también les sirve para pasar cuentas a una larga amistad llena de luces, sombras y secretos.
El que aparecerá en primavera de la mano de Espasa trata de una mujer que, después de muchos años de ausencia, vuelve a su casa con motivo de una serie de problemas familiares que la reclaman, y allí se ve obligada a enfrentarse a su pasado e identidad. La novela transcurre principalmente entre Barcelona y un pueblo catalán. Y no cuento más porque soy muy supersticiosa sobre la conveniencia de desvelar lo que todavía no ha visto la letra impresa.


Pepa Roma. Nacida en La Sentiu, Lleida, España. A los siete años se trasladó a Barcelona con su familia, donde estudiaría Ciencias de la Información y Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Periodista y viajera incansable, en 1983, dejaba Barcelona para ir a trabajar en TVE en Madrid -Telediarios e Informe Semanal-. Desde entonces, ha trabajado también en otros de los principales medios de comunicación españoles, como Diario16, El Globo, El País, una tertulia de Catalunya Radio, etc.
Aunque ha cubierto áreas tan diferentes como política española, cultura, o entrevistas para las páginas del domingo, la relación con diferentes culturas y continentes continuaría a lo largo de su carrera periodística como enviada especial a diversos escenarios para cubrir acontecimientos de actualidad mundial. Entre ellos conflictos como la guerra Irán-Irak o la revuelta marroquí de Fez en 1990; elecciones, referéndums y procesos de transición democrática en India, Filipinas, Corea del Sur, Sudáfrica, Chile, Argentina, Países Bálticos, Guatemala, Argelia, etc.; fenómenos sociales como la revolución conservadora de Reagan en EE.UU.; el auge del islamismo en países como Marruecos, etc.
En calidad de entrevistadora para las páginas del domingo o contracubiertas de diferentes periódicos, además de personajes de diferentes campos de la cultura, la ciencia o la política española, destacan las realizadas a mandatarios internacionales como Nelson Mandela, Carlos Menem, Fidel Ramos, V.P.Singh, o tan determinantes en la política internacional como Michel Camdessus, el ex director general del FMI, o Mike Moore, director general de la Organización Mundial de Comercio.
Su experiencia en periodismo le ha llevado asimismo a trabajar como Directora de Comunicación en el Ministerio de Medio Ambiente (primer gobierno de Zapatero, 2004-8) y, anteriormente, como Directora de Comunicación del Ministerio de Justicia (1993-96, último gobierno de Felipe González), Así como en la Exposición Universal de Sevilla 1992, como subdirectora de Tele-Expo, la compañía formada por Televisión Española y Canal Sur para la difusión televisiva de Expo’92.
Su primera incursión en la literatura fue con un relato breve “Adios Estambul”, accesit del XIII Premio Antonio Machado (1989), al que siguió en 1990 la novela corta Como desaparecer sin ser visto (Exadra).
En 1997 obtenía el Premio Andalucía de Novela con Mandala, novela publicada ese mismo año por Alfaguara. Su tercer y más importante galardón hasta la fecha ha sido por Indian Express, Premio Azorín de Novela 2011 y publicado por Planeta.
Entre sus libros figuran también otros de ensayo, como Jaque a la Globalización. Cómo crean su red los nuevos movimientos sociales y alternativos (Grijalbo 2001), en el que se reúne mucho material periodístico de primera mano recogido en diferentes partes del mundo; De profesión, periodista. El diario como escuela taller (Anaya, 2000); La trastienda del escritor. Una vocación y un oficio (Espasa Hoy, 2003); Hablan Ellos (Plaza & Janés, 1998). Ha sido también editora y coordinadora del libro Ser Hombre (Temas de Hoy, 2001), así como de la colección Modelos de Mujer de Plaza & Janés.


*La foto es de Teresa Peyri.

jueves, noviembre 24, 2016

Silvia Fernández Díaz - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

En diversas ocasiones, he intentado dar respuesta a esta difícil pregunta. Hace años afirmé que escribía para sentirme viva. Recientemente, que lo hago para explorar mi isla interior. Las dos respuestas son ciertas, pero también que es la manera más atractiva que conozco para combatir la rutina y el hastío. Y una estrategia para planificar mi vida. O el modo más sutil de acercarme a otras personas, de intentar sentir sus miedos y comprender sus motivaciones, comportamientos y actitudes en la vida. Aunque, quizás, la respuesta más sensata sea que no sé por qué escribo. Y para descubrirlo tengo que seguir escribiendo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Son pocas, pero necesarias. En primer lugar, sentirme bien anímicamente, es decir, no encontrarme muy exaltada o excesivamente preocupada. También preciso contar con un plazo de tiempo relativamente largo para dedicarlo al proceso de creación: si pueden ser dos o tres horas de la tarde, mucho mejor que una hora. Saber que dispongo de menos tiempo me predispone a no trabajar a gusto.
Por lo demás, la situación idílica sería disponer de un espacio silencioso, sin interrupciones de ningún tipo. El único remedio que he encontrado para combatir esta  carencia son unos tapones para los oídos. No me aíslan tanto como quisiera, así que  escribo a pesar de los obstáculos. Es cuestión de resignarme o no escribir. Y no me resigno a no hacerlo.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Principalmente, además de las mentiras y de los engaños, los temores, las pérdidas y ausencias, la dependencia mental o física. Los cambios que sufrimos por la edad también me inquietan cada vez más, conforme voy cumpliendo años.. Creo que todo confluye en el miedo a la muerte.
Otros temas que me resultan atractivos son: las apariencias, los desengaños, la importancia desmedida de la imagen y el consumismo. Y la educación, porque considero que, desde hace años, se está gestionando pésimamente la enseñanza y ya empiezan a notarse las fatales consecuencias a las que podemos llegar en un futuro cercano.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

El principio principal es escribir solo las historias que me atraigan lo suficientemente para hacerlo. Permitir que la historia me escriba, más que yo a ella. Para ello, suelo buscar una situación que me incomode, me disguste o me duela. Esto me activa y, además, evita que sea demasiado contemplativa o estática en la narración.
Siempre aconsejo tener presente que la lectura es imprescindible. Opino que es esencial conocer la obra de los grandes maestros para aprender a escribir. Además de creer que escritor que no lee jamás será un buen escritor, sé que, si no leyera, me perdería la parte más bella de la literatura: la maravillosa sensación de que la lectura de un libro ajeno me descubre un mundo nuevo. O que me reconozco en él. Leer es una actividad tan placentera o más que la de escribir.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

No consigo planificar las historias. Alguna vez lo he intentado porque considero que me facilitaría el proceso, pero no lo consigo. Ya he desistido y lo cierto es que tampoco me importa mucho. Considero que la incertidumbre me proporciona una mayor libertad creativa y me lleva a lugares insospechados que nunca imaginaría previamente con una planificación exhaustiva. Eso sí, intento no olvidarme de la estructura de la historia, aunque sea para desmontarla después. Y dedicar todo el tiempo necesario a la corrección del texto.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Es una lista que va variando y creciendo con los años. Entre mis escritores preferidos se encuentran António Lobo Antunes, Thomas Bernhard, Carmen Martín Gaite, Miguel Hernández, Julio Cortázar, Dino Buzzati, Magda Szabo, Sándor Marai, Stefan Zweig, Agota Kristoff, Marguerite Duras o Natalia Ginzburg. También estoy en deuda con autores como Mercè Rodoreda, Rosa Chacel, Dulce Chacón, Benito Pérez Galdós o Pío Baroja.
Además leo con mucho interés a narradores actuales, bastante de ellos emergentes, muchos de los cuales han sido entrevistados en este blog.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Acaban de cumplirse dos años en que la editorial Talentura publicó Solo con hielo. Es mi primer libro de relatos en solitario. Está formado por una veintena de cuentos en los que se narran situaciones en las que los personajes se encuentran expuestos a un engaño o una mentira. Estoy plenamente satisfecha de la acogida del libro entre los lectores. Además de que los comentarios y reseñas han sido muy favorables, Solo con hielo quedó finalista del Premio Setenil 2015.

En la actualidad, estoy escribiendo otro libro de cuentos que espero concluir el año que viene. La idea central es que los personajes sientan la necesidad de viajar o de cambiar su rutina. 


Silvia Fernández Díaz (Madrid, 1967) es escritora, profesora y funcionaria. Desde 2004, compagina el trabajo administrativo con el aprendizaje de la escritura. Asimismo, ha formado parte de la II promoción del Máster de Narrativa de Escuela de Escritores (2010-2012), donde actualmente colabora como profesora en cursos de Escritura Creativa y como jurado de concursos literarios.

Ha participado en varias antologías y los libros colectivos. En el año 2008 quedó finalista en el VII Concurso Antonio Villalba de Cartas de Amor. El reflejo del eclipse, libro inédito de cuentos, fue finalista en el Premio Caja España, 2010. Con Solo con hielo (Talentura, 2014), su primer libro publicado, ha sido finalista del XII Premio Setenil al mejor libro de relatos publicado en 2015.

lunes, noviembre 21, 2016

Rubén Martín Giráldez - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Por un exceso de vanidad mal entendida y medio bien llevada, varias imperfecciones de carácter y un par de fines pueriles impronunciables, por el síndrome del mensajero, del profeta, de Casandra caricata, por un Juegos Reunidos del ser ahí y la palabrilla revelada.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No tengo preferencias ritualísticas ni supersticiones posturales. Soy el Ser Humano Corriente ocupado en una particularidad como cualquier otra.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Identificar de dónde viene la voz que transcribo y averiguar por qué me usa así, como a un simple perro parlante.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

«Cualquier principio embutido en un decálogo literario puede desviarte para siempre de la genialidad». Es que cualquier consejo ha de terminar necesariamente en una fanfarria de contradicciones, así que, por divertirme, me doy las mías propias:
* Evita las moleskine y el pavoneo, que tienes el tiempo justo para escribir «uy» y decirlo.
* Que la inspiración no te pille trabajando.
* No llames «trabajo» al oficio.
* Utiliza el término «oficio» en un sentido más ufano que mundano.
* Recuerda que nadie te ha invitado a la vocación y que cuando irrumpes allí todos te están mirando raro y ni dios sabe quién eres ni por dónde te has colado. Llénales la copa o te la llenarán a ti a saber de qué.
* Que beban ellos primero, luego ya tal.
* Si es bueno, no es tuyo. A lo mejor no estás bebiendo de tu copa. Traga, que de todo se aprende.
* Que te confundan con el chambelán, que ya les enseñarás tú que eres el bufón.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Muchas veces en la Historia de la Banalidad —pero antes también en obras tremendas, claro— la palabra «cristalinas» ha seguido a la palabra «aguas» como un apellido a su nombre, por poner un ejemplo. Cuando eso sucede hoy, ya no hay excusa. No sé muy bien qué palabra vendrá a continuación, sólo tengo claro el tono y la mayor o menor facundia de la voz a la que estoy dando tinta; y en cuanto a la estructura, la peripecia como tal no es mi objetivo. Creo que el placer mental que sentimos al darnos cuenta de que podemos completar sin ayuda la otra mitad de un dibujo simétrico es de una calidad discutible.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Tengo detrás de mí la estantería de libros de cabecera. Apunto algunos: Les nourritures terrestres, de Gide; Monsieur Teste, de Valéry; Les Nègres, de Genet; Le Bavard, de Louis-René des Forêts; The Infernal Desire Machines of Doctor Hoffman, de Angela Carter; Larva, de Julián Ríos; Éden, Éden, Éden, de Guyotat… son unos cuantos, en la be tenemos a Bufalino, Blanchot, Bernhard, Djuna Barnes, B. S. Johnson, Ben Jonson, Barthes, Ra Belais, Beckett… soy todo cabecera.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Algo a medio camino entre la traducción, la edición y la deyección: un libro necesario en el que sudo sangre para construir la necesariedad de mi cuestionable participación. Hago de MS-DOS de un sistema operativo muy superior a mí para ver cómo de mal parado salgo, pero sobre todo, para que se vuelva a leer a ese otro autor.


Rubén Martín Giráldez (Cerdanyola del Vallès, 1979) autor de las novelas Magistral y Menos joven (Jekyll & Jill Editores). Traductor de autores como Tom Robbins, Jack Green, Bruce Bégout, Blake Butler, Laird Barron, Leonard Gardner, Rudolph Wurlitzer, Jonathan Shaw o Morrissey.

jueves, noviembre 17, 2016

Josan Hatero - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Siempre me ha parecido curioso que se nos haga esta pregunta a los escritores, como si el hecho de escribir fuera digno de suspicacia o de justificación. A otros artistas no se les pregunta por qué pintan o fotografían o hacen música o películas. Intuyo que esa pregunta busca un titular, algo bonito o epatante. Así que vamos a ello: escribo para explicarme en el mundo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tener música de fondo. Escribo igual en la tranquilidad de mi casa o en el bar más bullicioso siempre que tenga música sonando en mis auriculares.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La identidad. La soledad. La falta de comunicación. La extrañeza de las relaciones.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Confía en la historia. Las historias son más antiguas y más inteligentes que los escritores.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

No planifico nada. Necesito tener un principio, una primera frase, un ritmo. Luego todo es territorio desconocido. Eso tiene sus riesgos, como que después de cien páginas no sepas cómo seguir, pero resulta más divertido. Aunque cualquier método es válido si te funciona, a mí me parece que tenerlo todo planificado desde el principio, ese rellenar huecos tiene que ver más con la redacción que con la literatura.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Nabokov, Austen, Walser, Calvino, Salter...

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Prefiero no hablar de mi trabajo hasta que está acabado. Pero espero presentar libro el próximo año.


Josan Hatero (Barcelona en 1970) es escritor. Ha participado en numerosas antologías de relatos como Páginas Amarillas (1997) o Pequeñas resistencias (2002). Es autor de los libros de cuentos, Biografía de la huida (1996) y Tu parte del trato (2003), del libro de viajes Rumanía en octubre, de la novela El pájaro bajo la lengua (1999) y del libro La piel afilada: Un bestiario de amantes (2010).

lunes, noviembre 14, 2016

Ariadna Catellarnau - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Es lo que más me gusta hacer en la vida. Es la diversión más barata y es una forma maravillosa de canalizar la neurosis, al menos en mi caso.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tengo una hija de cinco años. Las supersticiones y rituales de escritor son, en este momento de mi vida, un lujo. Escribo en la mesa del comedor, rodeada de libros, juguetes y vasos de leche con Nesquik.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me gusta trabajar la intimidad de los personajes, las relaciones que se tejen entre ellos. Pero principalmente me interesa llevarlos a un extremo existencial, porque creo que ahí es donde mejor revelan sus debilidades y conflictos.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Tener una historia para contar. Parece muy sencillo, pero no es tan fácil como parece.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

En general tengo el arco de la historia (sé cómo empieza, cuál es el punto climático y cómo termina) luego, a medida que escribo, voy rellenando. También puede que incluso cambie el final. Pero necesito tener un puerto de llegada antes de empezar.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Muchísimos. Es imposible hacer una lista, pero así, de repente, podría decirte Cormac McCarthy, Ballard, Stephen King, Joan Didion, Flannery O’Connor, Angela Carter, Mervyn Peak, Jonathan Strange y el Señor Norrell, de Susanna Clarke, un libro que me cambió la via.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Estoy escribiendo una novela que aún no sé muy bien en qué desembocará. Podría decirte que es una suerte de western patagónico con ribetes fantásticos. Veremos qué pasa. 


Ariadna Castellarnau nació en Cataluña y ha vivido en Buenos Aires desde 2009 hasta 2016. Es licenciada en  Filología Hispánica y Teoría de la Literatura y Literaturas Comparadas por la Universidad de Barcelona.
Ha escrito para el suplemento cultural Radar (Página 12), el suplemento de cultura del Diario Perfil, la revista Anfibia(Argentina)  y Etiqueta Negra (Perú).
Sus cuentos han aparecido en las antologías: Panorama Interzona (Interzona) y Extrema Ficción (Antologías Traviesa).
Su primera novela, Quema, está publicada por la editorial Gog y Magog y resultó ganadora del Premio Internacional Las Américas a mejor novela hispanoamericana 2015.

*La foto es de Giancarlo Aponte Fernandez

jueves, noviembre 10, 2016

Óscar Gual - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Creo que tengo bastante más claro qué motivaciones no son las que me hacen escribir. Quiero decir que si escribo no es en ningún caso por una pulsión vital de comunicación ni porque lo necesite tanto que de lo contrario moriría de tuberculosis en un callejón sin salida. Tengo la impresión de que escribo porque es la manera de concederle libertad a mis ideas, de ver hasta dónde pueden llegar si las alimento y les doy tiempo y escenarios y amiguetes con los que crecer y gamberrear.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Digamos que soy bastante señoritingo en ese sentido. A priori, necesito tener unas cuantas horas por delante para escribir, sobre todo en proceso de creación. En revisión o corrección, cualquier rato me vale. También es cierto que en eso era más radical antes, ahora mi vida está estructurada de otro modo, tengo menos tiempo, por lo que me estoy adaptando a franjas horarias más fugaces. Por lo demás, un ordenador, café y, según la ocasión, algo de música. Ah, y en pantuflas preferiblemente.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

En eso creo que mi obra habla mejor que yo de sí misma. Porque, pese a que nunca me lo he planteado así, pues las tramas de cada una de las novelas son muy distintas, hay un trasfondo común en todas ellas. Por una parte, todas ocurren en una ciudad ficticia llamada Sierpe, con lo que hay situaciones y personajes recurrentes en todas ellas. Y por otra parte, hay ciertas temáticas que, por lo que parece, me obsesionan bastante, como el tema de la identidad, de la muerte o de la percepción de la realidad. Por eso abundan los travestismos, los ciborgs, las drogas, los sueños lúcidos o las realidades alternativas en mis textos. Aunque quizá, no sé, sea todo un único tema. 

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

¡No procrastinar! Desconectar Internet si es necesario. No es algo que yo cumpla a rajatabla, más bien lo contrario, pero lo he tenido que hacer en alguna ocasión. Si estás bloqueado, sal a pasear o tomate un café o siéntate en el retrete, pero no te metas a navegar (a no ser que estés buscando algo en concreto que necesites de inmediato) porque no sabes cuánto tiempo vas a perder. Por lo demás, comodidad y si es posible, soledad.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Con el paso del tiempo voy planificando más, para ser más eficiente y no tener que cargarme después tantas líneas, pero me sigue gustando la sensación de libertad a la hora de atacar un texto. Sí que tengo en cuenta ciertos eventos o hitos que quiero que ocurran o que necesito para que la cosa avance, pero la idea de meterme en un sitio de donde no sé cómo voy a salir me sigue pareciendo de lo más divertido que te puede ofrecer la literatura.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Cada vez que me hacen esta pregunta, me entran unas ganas irrefrenables de llorar porque no creo que tenga un autor de cabecera (¿acaso debería?), ni siquiera un libro al que acuda recurrentemente como zona de confort o de seguridad y eso me genera una sensación de inseguridad brutal. Me interesa la ficción que introduce ciertas briznas de extrañeza en la realidad, desde Dick o Lem hasta Danielewski o Tom McCarthy.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Mi última novela trata de cómo ciertos sistemas de creencias han sustituido a las religiones en su función original de otorgarle sentido al mundo. Necesitamos creer que las cosas ocurren por algún motivo y por eso, una vez asumido que las religiones tradicionales son meras ficciones, necesitamos otras como la economía, la meritocracia o la psicología positiva. Cosas que están muy bien en teoría pero tienen el pequeño defecto de no funcionar en absoluto como nos las pintan.


Oscar Gual Domínguez (Castellón, 1976) es ingeniero informático y trabaja en la Universitat Jaume I. Ha publicado hasta la fecha las novelas Cut and Roll (DVD Ediciones, 2008), Fabulosos Monos Marinos (DVD Ediciones, 2010), Los últimos días de Roger Lobus (Aristas Martínez, 2015), así como El Corazón de Julia: una historia de zombis y cantautores (Morsa, 2011), escrita a cuatro manos con Robert Juan-Cantavella. Sus cuentos y ensayos han aparecido en numerosas revistas. También en antologías, como Odio Barcelona (Melusina, 2008), No tendrás casa en la puta vida (Melusina, 2009), Mi madre es un pez (Libros del Silencio, 2011), Black Pulp Box (Aristas Martínez, 2012) o El Quijote a través del Espejo (Eda Libros, 2016). Mantiene una columna de opinión semanal en el diario Levante.

lunes, noviembre 07, 2016

Festival Eñe 2016

Este fin de semana se celebró el Festival Eñe, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Este año ha sido la escritora Marta Sanz la encargada de dirigirlo.
Yo llegué el viernes por la noche a Madrid, bajo una lluvia intensa y molesta que me desanimó a acercarme, así que mi visita se ciñó al sábado.


Sábado 5 de Noviembre. Lluvioso. Llegué sobre las 12:30 horas. En la sala chill-out los escritores de grafiti Jeosm, Sins y Deno charlaban moderados por Karina Sainz Borgo sobre su forma de relacionar texto e imagen.


A las 13:00 comenzaba en el Teatro Rojas Clemente el triálogo entre Cristina Fallarás, Peio H. Riaño y Gabriela Wiener titulado "Cultura, pornografía y prostitución". La conversación se centró exclusivamente en la pornografía, planteando si la consumen más las mujeres que los hombres, si existe un sentimiento de culpa ante el consumo de pornografía, si es posible que esa industria evolucione, que elabore un discurso político que la transforme y la haga evolucionar. Desde el principio, cuando Cristina Fallarás se dirigió a algunas personas del público para preguntarles si consumían pornografía y con qué asiduidad, el asunto se presentó con una intención provocadora y desinhibida.
Sobre este asunto recomiendo este enlace.


Antes de que abrieran de nuevo al público por la tarde, me acerqué a ver la exposición de fotografías de Robert Capa titulada "Capa en color". Pueden hacerse una idea visitando este enlace. 

A las 18:30 comenzó la charla que más me interesaba en principio, a cargo de Sara Mesa, Óscar Esquivias y Jordi Nopca: "Sobre el cuento". Resultó muy interesante. Se habló de que el cuento exige un lector más formado, y sin embargo sigue siendo considerado el hermano pequeño de la novela. Se habló de la homogeneidad de los libros de relatos, de su dificultad ante las editoriales, de que aún hoy en día hay gente que cuando escucha que uno escribe cuentos pregunta: "¿para niños?" Óscar Esquivias actuaba de moderador y estuvo natural y ameno. Sara Mesa mostró un discurso con el que me sentí muy de acuerdo. Jordi Nopca, por su parte, comenzó confesando que estaba muy nervioso pero terminó soltándose y exhibiendo un sentido del humor muy particular. 


Al finalizar, cada uno recomendó un libro de cuentos. 
Sara Mesa: Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enríquez.


Óscar Esquivias: Familias de cereal, de Tomás Sánchez Bellocchio.


Jordi Nopca: Estrómboli, de Jon Bilbao, aunque aprovechó para recomendar también Siete casas vacías, de Samanta Schweblin y los cuentos de Etgar Keret.


El siguiente acto al que acudí fue el diálogo entre Benjamín Prado y Jesús Ruiz Mantilla sobre "¿Nobel a Dylan sí o Nobel a Dylan no?" Un asunto que me interesa, como saben los que se acercan a este blog. Esperaba un debate en el que se confrontasen los argumentos a favor y en contra, pero lo cierto es que los dos escritores parecieron estar de acuerdo desde el principio. Tan sólo se planteó si era un buen cantante o no. Benjamín Prado dijo que había escrito cinco mil páginas de poemas de una calidad indiscutible, y señaló que Rulfo es considerado uno de los escritores más grandes con tan sólo dos libros: "nadie se habría escandalizado si le hubieran dado en su momento el premio Nobel a Juan Rulfo". Y este comentario no tuvo réplica. Me pareció que faltaba polémica.


Acudí a la conferencia a cargo de Constantino Bértolo titulada: "Los libros que me hicieron daño" y me encontré con una sala abarrotada de gente. Bértolo leyó un texto en el que un personaje imaginario confesaba la relación de lecturas que le habían llevado a enfermar de literatura. De un modo ameno y no exento de humor repasó libros como Robinson Crusoe, Crimen y castigo, El buen soldado o El gran gatsby, en una especie de biografía en la que la evolución de la personalidad va directamente ligada a las lecturas de cada momento.
En esta conferencia pude reconocer entre el público a Luis Magrinyà y a Rodrigo Muñoz Avia. También tuve oportunidad de saludar a Nere Basabe y a David Pérez Vega. Y me hizo mucha ilusión encontrar allí a Marian Torrejón. 




Al salir, encontré que en la sala chill-out estaban leyendo poemas los escritores Erika Martínez, Carlos Salem y Alejandro Simón Partal.


No me daba tiempo para más. Había llegado el momento de regresar. No obstante, me asomé unos minutos para ver la charla titulada "Poemas a los que me hubiera gustado poner música y músicas que se merecen un poema, una canción". Los cantantes y compositores Christina Rosenvinge  y David Villanueva charlaban sobre esto con los escritores Carlos Zanón y Miqui Otero y el crítico Fran G. Matute.


Cuando salí del edificio del Bellas Artes ya no llovía en Madrid. Las calles estaban llenas de gente y en mi cabeza se iba formando este texto.


jueves, noviembre 03, 2016

Claudio Cerdán - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Se trata de contar historias. Antes se hacía alrededor de una hoguera, pero ahora hay múltiples formatos. La literatura es lo mejor.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No tengo manías. Trato de escribir con honestidad y de no engañar nunca al lector. Sí que me marco una rutina cada vez que escribo, como si fuera a fichar a la oficina cada día.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Las segundas oportunidades, la amistad, la traición, el fin que justifica los medios.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

No aburras. Nunca. Aunque estés describiendo a un señor tomando café en una terraza, hazlo emocionante.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Planificado. Solo le doy libertad a los personajes en los diálogos. Sé de lo que hablarán y a las conclusiones a las que llegarán, pero no sé si empezarán con un chiste, un cotilleo, o irán al grano. Les dejo fluir.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

James Ellroy, Warren Ellis, Garth Ennis, Julián Ibáñez, González Ledesma… Cualquiera de sus obras es reseñable.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Se titula El club de los mejores y lo publico bajo el seudónimo de Arthur Gunn. Se trata de un thriller sobre la amistad que, por las opiniones que me llegan, es una lectura adictiva que te mantiene pegado al libro pasando páginas sin parar. Publica Ediciones B.




Claudio Cerdán (Yecla, 1981), es un escritor de novela negra español. Con su primera obra, El país de los ciegos, ganó en 2012 el Premio Novelpol a la Mejor Novela Negra del año. Con ese libro (relanzado en edición digital por Arroba Books en 2014) fue además finalista del XIII Premio Lengua de Trapo y del Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón. Un año después vio la luz un nuevo título, Cien años de perdón (Versátil Ediciones, 2013), un thriller que quedó finalista de los Premios LeeMisterio.com 2013 como Mejor Novela y en el II Premio de Novela Pata Negra que otorga la Universidad de Salamanca. Además fue recomendado por El País como una de las mejores novelas negras de 2013. Le siguió Un mundo peor (Versátil Ediciones, 2014), una nueva incursión en el género policíaco que ganó el I Premio Ciudad de Santa Cruz a la Mejor Novela Negra de 2014. Además, fue finalista del II Premio Valencia Negra y del III Premio Pata Negra. A continuación publicó La revolución secreta (Alrevés Editorial, 2014), una mezcla de novela histórica, detectivesca y de terror ambientada en los últimos años de la Revolución Rusa, editada también en Sudamérica. Después llegó Sangre fría (Dolmen Editorial, 2015) una historia de criminales y supervivencia no exenta de humor.Su última obra lleva por título El club de los mejores (Ediciones B, septiembre de 2016) y será publicada en varios países simultáneamente. Firmada bajo el seudónimo de Arthur Gunn, se trata de una adictiva novela de intriga que ya ha sido comparada con Mystic River de Dennis Lehane y El cuerpo, de Stephen King.
Con anterioridad, Cerdán había publicado dos títulos de género fantástico (El Dios de los Mutiladosy Cicatrices), y en 2012 publicó en Francia La casa de chocolate, una inquietante novela aún inédita en español.
Como escritor de novela negra ha participado en varias antologías. Además, ha escrito guiones, dirigido cortometrajes y dibujado cómics, entre otras actividades.

En la actualidad reside en Suecia, aunque aún no se considera a sí mismo un escritor de novela negra nórdica.