lunes, octubre 31, 2016

Javier Lacomba Tamarit - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Escribo porque me gusta contar historias, que los demás las lean, y ver el efecto que causan en ellos. Considero que la verdadera magia del escritor es el hecho de ser capaz, mediante la palabra, de modificar ánimos, sentimientos, y sensaciones. Escribo, en definitiva, para ser leído.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Intento ser constante y escribir un poco cada día, todos los días. Prefiero hacerlo de noche, rindo mejor a esa hora. Para mí, el acto de escribir es un poco como hacer deporte: cuesta entrar al principio, cuando ya llevas un rato y le coges el ritmo lo disfrutas, hasta terminar satisfecho. Pero, sabiendo que, con seguridad, al día siguiente te volverá a costar arrancar.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Intento variar de género, aunque me apasiona el thriller, la ciencia ficción y el terror. Pero como digo, procuro variar y en forma de relato, he abarcado un montón de géneros. Aunque reconozco que, en todos, siempre hay un toque al menos fuera de lo común.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Pues lo que yo he bautizado como “La teoría del Brownie” o la importancia de terminar bien una historia, de una manera que deje al lector satisfecho y con un buen sabor de boca que perdure más allá de la lectura. Yo siempre lo comparo con el Brownie del postre. Puedes comer unos mejillones alucinantes y una paella de caerse de espaldas, pero si al final el Brownie está como una piedra, eso será lo que recordarás al rememorar el restaurante. Pues con los libros pasa igual, un final precipitado o decepcionante estropea la impresión general de la novela.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Planifico ciertas cosas, pero en gran parte me dejo de llevar por ella. Soy de los que  piensan que no es bueno tenerlo todo planificado, pues los personajes tienen vida propia desde el momento en el que los creas

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Principalmente admiro a autores de género negro y thriller, como John Connolly, James Ellroy, Jo Nesbø , Dennis Lehane, John Katzenbach, y un largo etcétera. Y en terror, sin duda, al maestro Stephen King

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Estoy a la espera de la publicación de mi novela “El Cuarto Disparo”, ya terminada, una novela negra que tiene lugar en unos años 60 distintos, donde J.F. Kennedy sobrevivió a su atentado. Mientras, me muevo con relatos cortos en diversas antologías: la próxima, en un proyecto que me hace mucha ilusión, formando parte del libro conmemorativo del centenario del Teatro Olympia de Valencia.


 Javier Lacomba Tamarit es abogado especializado en Propiedad Intelectual, crítico de cine, escritor, y monitor de Zumba® Ha publicado numerosos relatos en antologías como Calabazas en el Trastero, Generación Biblicafé y la antología Niebla y Sangre editada por Evohé. Próximamente impartirá el taller “Tus derechos como escritor” en la escuela de escritura de Bibliocafé. También ha publicado Península Z, Abismos de Celuloide y su primera novela extensa El Cuarto Disparo se encuentra a la espera de publicación. 

jueves, octubre 27, 2016

María Solar - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque soy una soñadora. Porque desde siempre la imaginación ha tenido un espacio en mi vida y he encontrado en escribir la manera de agrandarlo, compartirlo y disfrutarlo. Me gusta escribir y compartir esos lugares, personajes y emociones que has creado con otras personas que también los viven y los hacen suyos.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Mi vida no me permite tener grandes costumbres. Escribo cuando puedo y dónde puedo. Si es posible me gusta hacerlo descalza y en paz, pero si tengo que escribir media página esperando a que mi hijo pequeño salga de kárate, también lo hago. Cuándo trabajas y tienes familia te conviertes en una escritora muy práctica.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me preocupan los sentimientos que mueven el mundo, el amor, en cualquiera de sus facetas está muy presente. Pero también me preocupan las mujeres, la violencia, el cinismo social... He reivindicado muchas veces el derecho a ser diferente y a romper nuestras ataduras.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Intento ser yo, no dejarme influir por otros y ser honesta.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

La verdad es que suelo arrancar con una idea de la trama que voy cerrando y planificando sobre la marcha, pero sí hay un momento en el ya todo está diseñado hasta el final. Aunque a veces mientras lo escribo se me desvía un poco, pero eso sucede cuando los personajes ya tienen tan clara su personalidad que se me rebelan. Nunca suelen ser grandes desviaciones de lo planeado. Se va matizando y encajando como un puzzle.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Creo, sinceramente, que inconscientemente aprendo de todo lo que leo. También de lo que no me gusta. Cuando soy lectora, no analizo qué han hecho otros, leo desde el corazón y no desde la razón. Hay muchos libros que me han dejado huella. Pero sobre todo, vas descubriendo qué es lo que buscas de una lectura e intento dar eso a mis lectores. Básicamente, sentimientos. En mi cabeza hay muchísimos autores, y muy heterogéneos, desde Umberto Eco a Valle-Inclán y su maravilloso esperpento, Pierre Lemaitre, Ian McEwan que tengo ahora en mi mesilla de noche, pero no es justo citar a unos pocos, siento de verdad que ha quedado en mi huella de muchos autores.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Mi último libro es Las horas robadas, el primero para adultos después de una larga trayectoria en infantil y juvenil. Estoy muy feliz con todo lo que me está pasando con él. Los libros te devuelven más de lo que das. Ésta es una novela muy anclada en los sentimientos, ambientada en 1979, en plena transición y dos años antes de la ley del divorcio, que cuenta la historia de dos familias muy distintas unidas por un insospechado gran secreto que hace tambalearse los más básicos principios morales y del amor. Ha sido publicada en castellano por Grijalbo y en gallego por Xerais y pronto saldrá en polaco con Kobiece. 


María Solar (Santiago de Compostela, 1970). Escritora y periodista, presentadora en Televisión de Galicia y en Radio Galega. Centrada en el mundo de la comunicación, es licenciada en Periodismo y en Biología, y diplomada en Magisterio. Ha presentado y dirigido programas de todos los géneros. Como escritora, Las horas robadas es su primer libro de narrativa para adultos después de una trayectoria consolidada en la literatura infantil y juvenil, donde ha conseguido los premios Frei Martin Sarmiento 2013 con ¡Voy a tener un hermano! y en 2014 con La verdadera historia de la mosca de la tele, el prestigioso Lazarillo de Creación Literaria 2014 por Mi pesadilla favorita, premio Gala do Libro, y que también ha sido distinguida en la lista The White Ravens 2015 que recoge los mejores libros del mundo, un galardón que ha repetido en 2016 con la obra Tengo unos pies perfectos. Sus libros han sido traducidos a varios idiomas.

lunes, octubre 24, 2016

Julián López - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Supongo que porque no tengo alternativa, ya probé no escribir y no me fue bien, en un momento pensé que podía no hacer eso que me tomaba por impulso desde muy chico pero me di cuenta más tarde de que el costo era muy alto. Uno puede no hacer eso que debe hacer pero, en mi experiencia, la demora resulta una consecuencia masiva y penosa. Escribir sin dudas es hermoso, una actividad que parece sencilla pero que, otra vez, según mi experiencia, es compleja y difícil.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

En general soy muy desordenado y eso conspira un poco, probé diversos rituales horarios, fetichistas, nada logra que arme un sistema, escribo cuando puedo y, sobre todo, cuando entiendo por dónde va el material que está apareciendo. Recién ahí comienza la producción, paso momentos muy largos de acumulación interna antes de que el texto empiece a precipitar.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

El amor puro y duro.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Para ponerse a escribir es necesario ser un poco megalómano, creer que uno tiene algo para decir, es el anzuelo perfecto para empezar, pero en cuanto un texto empieza a manifestarse hay que ponerse a disposición. Humildad absoluta para no empujar ni forma ni sentido y para escuchar con fidelidad todo lo que el material sabe de sí mismo.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Nunca sé, pero en general siempre percibo que estoy en algo. Cosas que, aun sin darme cuenta, estoy pensando, madurando, peleas que entablo mentalmente con el mundo, con algunas personas, con algunos discursos.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Hay un poema de Pasolini que me acompaña desde que lo leí por primera vez en La religión de mi tiempo, se llama La glicina y es un portento de pasión y desencanto.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Lo último que publiqué es mi primera novela: Una muchacha muy bella, que salió en Argentina, por Eterna Cadencia Editora. Ahora estoy trabajando en una novela nueva que espero que aparezca en 2017 por Random House Mondadori.



Julián López (Buenos Aires, 1965), publicó el libro de poemas Bienamado (2004) y ha integrado diversas antologías de poesía, entre ellas Lo humanamente posible, editada por El fin de la noche. Desde 2006 codirige el ciclo de lecturas Carne Argentina. En 2013 publicó Una muchacha muy bella, que resultó elegida novela del año en la encuesta de la editorial Eterna Cadencia.

jueves, octubre 20, 2016

Almudena Sánchez - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque es bueno para mi salud. Porque me siento fuera del mundo cuando empujo las teclas del portátil. Y porque no se acaba nunca.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Escribo por las noches y tardo más de una hora en concentrarme. Necesito estimular mis sentidos con música, imágenes, palabras sueltas, pensamientos raros. No puedo sentarme y escribir de golpe. Mi cabeza tiene que instalarse en un lugar extraño para volar un poco.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Ahora mismo me interesan temas concretos: la adolescencia (con sus despertares y sus primeras veces), todo aquello que está fuera de lugar (es decir, muchas cosas) y la enfermedad y la pérdida.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Cuando pierdo un poco la fe —aunque nunca la he llegado a perder del todo— leo Cartas a un joven poeta de Rilke. Es un libro que me cura los brotes de desánimo y melancolía que me visitan durante días (o meses). A Rilke lo llevo conmigo desde hace años. Es uno de mis grandes compañeros.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Me dejo llevar casi por completo. Empiezo a escribir como quien titubea. Los comienzos de un texto me resultan angustiosos. A raíz de esa angustia, voy tirando hacia adelante. Unas frases me sirven y otras las descarto. Me encapricho con una palabra. Me enamora una situación. Me gusta pensar que escribir es como componer una pieza musical. Continuamente me pregunto: ¿tiene fuerza y está sonando bien?

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Clarice Lispector, Felisberto Hernández y Eloy Tizón. Un trío estupendo. Me reconozco en ellos. Aunque también me gustaría destacar a otro autor contemporáneo (aparte de   a E.Tizón) que he leído hace poco. Se llama Daniel Monedero y su Manual de jardinería (para gente sin jardín) es una maravilla.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Acabo de publicar La acústica de los iglús en la editorial Caballo de Troya. Son diez relatos basados en experiencias propias —la gran mayoría— donde la música y la voz de varias adolescentes convergen en un mismo punto para preguntarse: ¿por qué vivimos rodeados de tanta basura?


Almudena Sánchez (Palma de Mallorca, 1985) es licenciada en periodismo. Colabora habitualmente en medios culturales realizando reseñas y entrevistas. En 2013, fue seleccionada en Bajo treinta. Antología de nueva narrativa española. (Salto de Página). La acústica de los iglús (Caballo de Troya, 2016) es su primer libro.


* La foto es de ©MarioSánchezJ

lunes, octubre 17, 2016

Daniel Monedero - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque me divierte más que casi nada en este mundo. Porque necesito saber qué me preocupa y porque solamente sé profundizar en ciertos asuntos si los escribo. Para intentar emular a aquellos que me asombran. Para crear piezas de cierta belleza o intentarlo. Para que me lean. Para que me quieran. Para estar solo y para no estar solo. Para que me dejen en paz y para que no me dejen en paz. Para poder decir: soy escritor. Y para muchas más cosas que ahora no recuerdo o no sé o todavía no he descubierto. Para que me pregunten para qué escribo e intentar buscar una respuesta que nunca encuentro. Quizá algún día.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No soy un escritor especialmente maniático, o eso creo. Puedo escribir casi en cualquier lugar y a cualquier hora. Puedo escribir en silencio o con música. En casa o en un cafetería. En un barco surcando el Adriático o en un hotel de Trieste. Pero si puedo elegir sería preferiblemente a la mañana, en mi estudio, muy pronto, a la hora en que se cruzan los trasnochadores que vuelven y los panaderos que van, cuando todavía la maquinaría de lo cotidiano y los inconvenientes propios del día a día no se han puesto en marcha, lo que facilita que me concentre sin interferencias. Pero si eso no es posible, me acomodo a lo que sea necesario sin demasiados problemas. Eso sí, prefiero no escribir si hay alguien mirándome fijamente, o un animal salvaje dando vueltas a mi alrededor, o si estoy en un after-hours rodeado de personas ebrias o en estados alterados de conciencia.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Decía el narrador en la película “Léolo” que él leía para que le recordase la urgencia de vivir. Mi principal preocupación temática como escritor también es esa: la urgencia de vivir.

4.- ¿Algún principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Mi consejo principal sería este: No hagas caso de los principios ni de los consejos. Pero si tuviera que dar uno, sería el siguiente. Escribe todo lo que puedas, sobre lo que sea y como sea. Haz gimnasia literaria. Igual que un bailarín baila diez horas o un pianista toca o un gimnasta hace sus ejercicios gimnásticos. Y lee mucho, claro.
O no.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

No tengo planificado casi nada. Cuando tengo una historia muy planificada y me pongo a escribirla, me aburro mortalmente porque me la sé de antemano y lo dejo. Por eso suelo ir descubriendo la historia y los personajes mientras escribo. Aunque suene un poco cursi, se me va “revelando” la historia y los personajes en el proceso de escritura. También es importante encontrar la “música” del texto. Después de esa primera escritura de “descubrimiento”, corrijo, ordeno, tomo decisiones y voy puliendo el texto durante reescrituras interminables a las que tengo que obligarme a poner fin para no entrar en un bucle ridículo y desquiciante. Más o menos eso.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Son muchos y voy acumulando más según pasan los años. Además, soy cambiante y fluctuante. Agoto las obras de los escritores y luego las olvido, y me encapricho de otros y así. Soy un lector infiel e imprevisible a ratos. Por decir algunos, aunque mañana podría decir otros: Jorge Luis Borges, Mark Twain, John Cheveer, Enrique Vila-Matas, Robert Louis Stevenson, Fernando Pessoa, Antón Chejov, Salinger, Josep Plá, Nick Cave, Bohumil Hrabal, Wilslawa Symborska, Roberto Bolaño, Raymond Carver, Robert Walser, Eloy Tizón, Juan Rulfo, Samuel Beckett, Daniel Clowes, Clarice Lispector, Tolstoi, Simenon, Italo Calvino, Eugenio de Andrade, Maurice Sendak, Pio Baroja, Leonard Cohen, ….

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Mi último libro es Manual de jardinería (para gente sin jardín) y es una colección de diez cuentos que he ido escribiendo y corrigiendo a lo largo de los últimos años. Lo he publicado hace unos meses en la editorial RELEE, de la mano de Isabel Cañelles y Eloy Tizón. He intentado entregar al lector un libro trabajado en lo estilístico y lo formal sobre asuntos que me importan. En el que a pesar de que en los cuentos del libro hay diferentes registros y tonos, creo (por lo que dicen los lectores) que tiene como hilo conductor una voz literaria que bascula entre lo lírico y lo cómico. En él aparecen desde empleados de comida rápida que creen ser la reencarnación de la poeta polaca Wislawa Szymborska hasta mujeres que solo tienen relaciones con hombres mutilados. Ha sido muy divertido escribirlo y espero que sea igual de divertido leerlo.


Daniel Monedero (1977) , además de guionista de televisión, es escritor de literatura infantil y juvenil, y acaba de publicar su primer libro de relatos para el público adulto: Manual de jardinería (para gente sin jardín) en la editorial RELEE. Ha nacido en Valladolid y actualmente vive en Madrid, entre guiones, libros y los juguetes de su hijo. Ha trabajado en series de televisión como Siete Vidas y ha escrito libros para niños y jóvenes que han sido publicados en España, Italia, Francia, México o Argentina. Manual de jardinería (para gente sin jardín) es su primer libro de relatos para adultos, pero no el último. También imparte talleres de narrativa y guión. 

domingo, octubre 16, 2016

Premio Nobel de Literatura 2016: Bob Dylan



El Premio Nobel de Literatura de este año ha sido para Bob Dylan.
No para el cantante Bob Dylan, sino para el poeta Bob Dylan, aunque sin su música dudo que nadie conociera la poesía de sus letras.
Después del momento de sorpresa vienen las reacciones. Primero incredulidad, luego aceptación y, por último, alegría en unos casos e indignación en otros. Hay todo tipo de reacciones. Y discrepar con alguno de los bandos supone entablar una discusión que, en muchos casos, puede llegar a ser acalorada. He leído en redes sociales comentarios que empiezan insultando a los que defienden alguna de las posturas. Los que están a favor califican a los otros de casposos, de defensores de una idea rígida y mastodóntica de la cultura; los que están en contra llaman analfabetos a los primeros. En fin.
Parece que cuestionar que el Premio Nobel de Literatura sea lo más acertado para reconocer la importancia y genialidad de Bob Dylan significa ser inculto o elitista o purista o directamente ignorante. Pero yo creo que a la literatura también le viene bien un poco de rebeldía contra las sacrosantas instituciones que nos dicen qué es lo que debemos valorar en cada momento. Creo que defender la individualidad, el criterio personal, con respeto y razonamiento, es defender la literatura, tal como yo la concibo, al menos.

Diré que soy fan de Bob Dylan, desde siempre. Una de las pocas veces que he ido a un concierto ha sido para verle a él. Y estoy de acuerdo en que es un poeta excelente.
¿Pero Premio Nobel de Literatura? ¿Por delante de los nombres que más sonaban como candidatos o incluso de otros que no aparecían en estas listas pero eran igualmente meritorios? Pues la verdad es que no me parece acertado. Y con esto no me estoy rasgando las vestiduras ni mucho menos, ni me juego la vida, ni pierdo horas de sueño, ni nada de nada, que conste. Estoy bien, sólo estoy dando una opinión.

Si el premio literario tiene alguna utilidad es la de distinguir la obra de escritores que de ese modo alcanzan el reconocimiento a nivel mundial, y esto beneficia a las librerías, las ayuda a vender libros, algo que difícilmente podrán hacer en este caso. Me parece que hay otras formas de premiar la figura de Bob Dylan, y de hecho ya ha recibido infinidad de reconocimientos. No habrá mucha gente en el mundo que no lo conozca. Pienso que hay otros escritores, poetas, ensayistas, novelistas, cuentistas, filósofos, que, al menos en mi opinión, se ajustarían más a lo que creo que debe significar el Premio Nobel de Literatura, pero empiezo a pensar que el problema es mío: debo tener un concepto de este galardón demasiado elevado.

Si de lo que se trata es de popularizar la cultura, rebelarse contra lo canónico, y todas esas explicaciones (cogidas un poco por los pelos) que se están dando, me gustaría saber qué pasaría si se lo hubieran dado a alguien como Stephen King, por ejemplo. Un autor que escribe literatura, que tiene una obra extensa, que ha conmovido (más bien aterrorizado) a mucha gente y, además, ha influido en más escritores de los que son capaces de admitirlo. Supongo que muchos se estarían rasgando las vestiduras. No todo vale con tal de defender la literatura y que se hable de ella.

Tal vez se trata de incluir a la música, por su influencia, dentro del apartado de la poesía, en la categoría de literatura, algo que también ocurrirá con el cómic y con el cine. Porque también el cine es literatura. Entonces, ¿Merecería un buen guión de cine el Nobel de Literatura? Pues miren, yo creo que no. Exactamente lo mismo que pienso respecto a Dylan. Es mi opinión. Como también me chirrían otros nombres entre los que han obtenido el galardón.
Quizá ha llegado el momento de que se creen otros premios Nobel que incluyan la música, los cómics, el cine, la pintura, los videojuegos (¿para cuándo un Premio Nobel de Literatura para el creador de un videojuego?), etc. Y que no sea la literatura un cajón de sastre. Sí, todo es literatura al fin y al cabo, ya lo sé, pero sabemos de qué estamos hablando al hablar de literatura, al menos tal como se ha ido explicando en los libros de texto y tal como ha sido reconocida por este premio a lo largo de la historia, en el que, al margen de algunos casos, encontramos nombres indiscutibles como Faulkner, Beckett, Hemingway, Sartre, Heinrich Böll, Albert Camus, García Márquez, Wole Soyinka, Cela, Toni Morrison, Kenzaburo Oé, Wislawa Szymborska, José Saramago, Doris Lessing, Herta Müller, Mario Vargas Llosa, Alice Munro, Patrick Modiano...
Yo, insisto, no tengo problema en admitir que Bob Dylan es un buen poeta, como Patti Smith o Leonard Cohen (éste además lorquiano), pero hablamos del Premio Nobel de Literatura, del Premio Nobel de Literatura. Entre los posibles candidatos que sonaban para este año estaban Philip Roth, Ismail Kadare, Joyce Carol Oates, Peter Handke, Amos Oz, Ko Un, John Banville, Antonio Lobo Antunes, Juan Marsé, Javier Marias o  Claudio Magris, por citar algunos.
Siempre se ha lamentado que fundamentales escritores como Proust, Nabokov, Borges, Cortázar, Tolstoi, Zola o Benito Pérez Galdós, por nombrar unos pocos, no lo hubieran recibido.
En fin, es todo lo que quería decir.

No obstante, tanto con este Nobel como sin él, está claro que Bob Dylan es y será una de las figuras claves del siglo XX. Así que les dejo con dos videos:

"The times they are a-changing", una de mis canciones favoritas, en la que dice Vamos, escritores y críticos/ que profetizáis con vuestras plumas/ mantened los ojos abiertos/ la oportunidad no se repetirá./Y no habléis demasiado pronto,/ porque la ruleta todavía está girando./ Y nadie puede puede decír quien es el designado./ Porque el ahora perdedor,/ será el que gane después./ Porque los tiempos están cambiando.

Parece que ya en los años sesenta se olía algo.

   

 Y "Things have changed", una canción que no conocía pero cuyo título combina muy bien con el anterior.

 

jueves, octubre 13, 2016

Javier Avilés - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

¿Por qué no?

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No tengo ninguna de esas cosas.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La naturaleza humana y la imposibilidad de contar historias sin sentirse implicado en ellas.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Ninguno.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Me dejo llevar.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Que conste que no hay ninguna relación entre mis “autores de cabecera” y lo que escribo, más allá de lo que me hayan podido influir como lector. Es decir, lo que me han enseñado es que ya no se puede escribir como hace 120 años. Faulkner, Beckett, Joyce, Pynchon, Wallace...

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Ahora no escribo. Acabo de publicar la novela Un acontecimiento excesivo en la nueva editorial Rango Finito. Me resultaría muy complicado hacer una sinopsis de la novela... creo que ocuparía tantas páginas como la misma novela.
Se puede encontrar aquí:



Javier Avilés, Barcelona 1962. Llevo desde hace años el blog El lamento de Portnoy y no soy tan borde como aparento en esta entrevista. Publiqué mi primera novela Constatación brutal del presente en la extinta editorial Libros del Silencio en 2011. Un acontecimiento excesivo es mi segunda novela. En la web de Enrique Vila-Matas se pueden leer algunos de mis relatos y otros han aparecido en varias antologías. En la actualidad colaboro semanalmente en Revista Rosita con una serie extraña sobre 50 grandes éxitos de la música pop y rock.

lunes, octubre 10, 2016

Susana García Nájera - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Escribo para escudriñar más la vida, explicar los silencios, las palabras que no se dijeron o el mundo como yo lo veo. Escribo para ver lo que serían otras vidas (ya que solo tengo tiempo para vivir la mía). Me maravilla la idea de que todo lo que pueda ocurrir, dentro y fuera de mi vida, es susceptible de ser escrito, así que, me convierto en protagonista y espectadora, todo vale. Es tremendamente enriquecedor.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Necesito que la estancia en la que estoy, esté ordenada, especialmente la mesa en la que estoy escribiendo. ¡O al menos ordenada dentro de un desorden lógico!

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me gusta escribir sobre las decisiones que tomamos, directamente o indirectamente y las consecuencias que conlleva. También sobre las que no tomamos o las que tomamos demasiado pronto o demasiado tarde. Los puntos de inflexión, el momento en que nos rendimos cuentas a nosotros mismos y cómo enfrentamos la vida que llevamos inmediatamente después.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

No pueden quedar cabos sueltos. Todo lo que escriba, ya sea sobre un personaje, un objeto o un lugar, deben jugar un papel en la historia.  Después de escribir el relato, en el proceso de revisión, examino uno a uno cada elemento para ver si cumplen una función. Si no la cumplen, elimino. Y el consejo… Revisar y corregir.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Me siento a escribir si tengo muy claro el tema sobre el que quiero tratar, pero luego, me dejo llevar por la historia que va cambiando y transformándose. Doy por finalizado el relato cuando la historia fluye hasta un final que me conmueve.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Mis autores favoritos son la siguiente pareja, que sería la bomba, Raymond Carver y Alice Munro. Mis libros de cabecera… siempre tengo varios y los elijo dependiendo del estado de ánimo o del nivel de sueño.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Cicatrices a las once es un libro de relatos que se publicó en abril de este año por la editorial Talentura. He recibido muchísimos comentarios y me emociona comprobar que el libro ha gustado mucho. Los lectores dicen sentirse muy identificados y con ganas de seguir leyendo. También me hablan de ese gusanillo que les ha removido el estómago sin saber exactamente el por qué y eso me apasiona. Por otra parte, yo juego siempre con la teoría del iceberg de Hemingway, me gusta ver lo que la gente ha advertido por debajo del agua.  


SUSANA G. NÁJERA (Madrid, 1972), es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad Autónoma y Filología Hispánica por la Universidad de Alcalá de Henares de Madrid. Completó sus estudios en Londres y Pisa.
En 2007 ingresa como alumna en la Escuela de Escritores de Madrid y desde entonces no ha dejado de escribir relatos cortos. Ha participado en diversas antologías de cuentos como Es raro olvidarlo todo, Esa cosquilla molestaAl encuentro de todo.
Cicatrices a las once es su primer libro editado en solitario.

viernes, octubre 07, 2016

HFS - Julia Navarro


Último evento. Tiene lugar en la iglesia San Juan de los Caballeros, un emplazamiento magnífico e impresionante. La escritora Julia Navarro entrevistada por el periodista Óscar López, presentador del programa literario Página Dos.
Llego con el acto empezado. Me sorprende comprobar que la sala no está abarrotada de gente. Hay sitios libres.


La escritora habla de su último libro, Historia de un canalla. Afirma que, para ella, esta es su mejor novela. Es consciente de que muchos de sus lectores no opinan igual, pero ella es periodista y en este libro toca temas que siempre ha querido tratar. El mundo del periodismo, qué hay realmente detrás de una información. Denuncia la falta de reflexión que existe en el periodismo.


Define el libro como una novela moderna. Transcurre en el presente, con lo que se aleja de las tramas ambientadas en épocas anteriores. Y tiene una fuerte carga psicológica, porque su protagonista resulta ser muy complejo. De hecho, hubo muchos momentos en los que deseaba terminar la historia de una vez.
Es consciente de que se puede sentir atracción por un personaje canalla, y llegar a entenderlo, incluso vislumbrar cierta belleza en la brutalidad, pero en este caso no se empatiza con el protagonista. En este libro tiene mucho protagonismo el tema de la identidad. Los personajes y las situaciones plantean muchos claroscuros.


Óscar López le dice, medio en broma, que en esta novela, al contrario de las anteriores, se viaja poco. Julia Navarro se ríe. Es una novela sobre el poder, dice. Se viaja a Londres y Nueva York, que son los centros de poder más importantes.
Thomas Spencer, el protagonista de este libro, se mueve en el mundo de la publicidad, también es asesor de imagen, y a través de él Julia Navarro denuncia como todo está planteado como si fuera un gran show: "Nos tratan como si fuéramos tontos".



Óscar López dice: "Y el caso es que no se puede contar nada del final…" Y Julia Navarro casi grita: "¡No!".

jueves, octubre 06, 2016

HFS - John Banville


Esperaba con ansiedad este momento, la charla del escritor irlandés John Banville con la escritora y periodista Marta del Riego. Es una lástima que no vengan más escritores de proyección internacional. Muchos de los autores a cuyas charlas he asistido este año ya habían estado en ediciones anteriores del Festival. Son autores muy interesantes, no hay duda, pero echo en falta una mayor presencia de escritores a los que no se puede acceder normalmente.
En este caso creo distinguir en la cola de entrada a un escritor: Luis García Jambrina.
Empieza el acto. Marta del Riego le dice a Banville que él ha definido al escritor como alguien que parece volver de la escena de un crimen. Banville aclara que un escritor es alguien que pasa mucho tiempo solo, en un mundo ficticio, y que volver a la realidad requiere cierta adaptación.
La escritora le plantea si utiliza a la gente de su alrededor como personajes para sus libros. Él contesta que todos los escritores son un poco caníbales, pero nunca se utiliza un ser humano completo. Quizá una característica de uno y otra de otro. Cuenta que, en una ocasión, estaba en mitad de una acalorada discusión con su mujer y ella dijo algo que a él le hizo cambiar el tono y decirle: "Eso que has dicho es muy bueno, ¿lo puedo utilizar?"


Ante la cuestión de que los personajes de Banville suelen tener un aire atormentado, él afirma que todos los seres humanos tienen secretos, a la vez que todos los seres humanos son extraordinarios. En realidad, todos los personajes tienen algo mezquino. No sabe cómo se crean los personajes, igual que no sabe cómo crea sus sueños. Es algo misterioso. Escribir ficción es hacer que la gente viva un sueño.

En un momento dado me fijo en que está sujetando el vaso de agua como si fuera una copa de vino, como si estuviese a punto de brindar en cualquier momento.
Afirma entonces que cada novela tiene tantas variaciones como lectores. Cada lector transforma la novela.


Dice que no odia todos sus libros. Está convencido de que son mejores que los de cualquier otro, pero no son suficiente para él. Aspira a la perfección y a la perfección no se puede llegar. De hecho, de sus libros sólo recuerda los defectos, por eso no es la persona más indicada para hablar de sus propios libros. De hecho, cuando se publican no los vuelve a leer.
No le parece que esto sea extraño. Cuando se encuentra con un escritor que se muestra satisfecho con su propia obra, él suele desconfiar: "seguro que no puede ser muy bueno".


La vida de un escritor transcurre la mayor parte del tiempo en un espacio de ficción. Dice que él deja de existir cuando se levanta del escritorio.
Se enfrenta al trabajo de forma diferente cuando escribe los libros que firma como John Banville que cuando escribe los que firma como Benjamin Black. Las novelas policiacas las escribe por la mañana, sin embargo, las obras más literarias las tiene que escribir por la noche. Son planteamientos diferentes.



Sobre el Brexit se muestra indignado. Le parece una decisión irresponsable destruir una obra magnífica, unos Estados Unidos de Europa, que se inició en 1945. Está convencido de que la historia les pasará factura.


miércoles, octubre 05, 2016

HFS - Javier Cercas


Cuando empieza el turno de preguntas del público en la charla del escritor Pablo Montoya, decido ausentarme para que me dé tiempo a llegar al acto siguiente, nuevamente en el Aula Magna de la IE University. Con la ayuda del plano del programa consigo encontrar un trayecto nuevo y gano unos minutos.
La cola de espera ya es considerable. Aparece un grupo de gente que lleva bastante prisa. Necesitan cruzar y lo hacen delante de mí. Con ellos va una mujer mayor, delgada, que lleva un pañuelo rojo en la cabeza. La reconozco lo suficientemente tarde como para no poder fotografiarla. Se trata de la actriz Julie Christie, que estaba invitada al Festival para leer unos poemas de Pablo Neruda y Nicolás Guillén traducidos al inglés. Encontré una foto eneldiario.es.

Por fin entramos en la sala, tomo asiento y comienza la charla entre Javier Cercas y Jesús Ruiz Mantilla.
A Javier Cercas le pasa un poco como a Rosa Montero, prácticamente no necesita interlocutor. Su charla es fluida, pasa de un tema a otro, se revuelve en la silla y se entusiasma con lo que está contando. Durante poco más de una hora realiza un repaso sobre algunas de sus obras más importantes y vuelve a plantearse de nuevo el tema de la relación entre realidad y ficción.


Comienza hablando de su libro El punto ciego, basado en las conferencias impartidas en la Universidad de Oxford en 2015, cuando ocupó la cátedra Weidenfeld de Literatura Europea Comparada.
Denomina "punto ciego" a la ambigüedad central que se encuentra en las grandes obras. En el caso de El Quijote, la pregunta central sería si está loco o no. Nunca se llega a estar seguro. O en Moby Dick, la pregunta sería por qué está el capitán Ahab tan obsesionado con esa ballena. El proceso, de Kafka, está íntegramente basado en una indeterminación central. Se narra todo lo que le ocurre al personaje sin que éste, ni el lector, sepa en ningún momento por qué, de qué se le acusa.
Centrándose en su propia obra, hace notar que Soldados de Salamina gira en torno a la duda de por qué un soldado republicano le perdona la vida a Sánchez Mazas. Y al final no hay una respuesta clara.


En este momento Ruiz Mantilla le pregunta por su enfado con la obra El gatopardo, de Lampedusa. Cercas explica que El gatopardo es una obra maestra, y que también lo es la película que Visconti realizó sobre ella. Casi se puede decir que, en cierto sentido, la genialidad de la película mató a la novela. El caso, lo que le molesta de esa obra, es un momento en que Lampedusa explica a su personaje. Si no lo hubiera hecho, el libro habría sido aún mejor, porque habría ganado ambigüedad.


Virginia Woolf decía que la novela es un diálogo entre el escritor y el lector. Al final es el lector el que tiene la última palabra.
Dice Cercas que "un buen escritor es alguien que se enfrenta a un problema complejo y lo complica aún más, mientras que un gran escritor  es alguien que crea un problema donde no lo había".


El escritor, la mayoría de las veces, lo que hace es plantear una pregunta y no contestarla. Eso es lo que le movió a escribir Anatomía de un instante, su libro sobre el 23-F. En ese caso, la pregunta inicial sería ¿Qué es un héroe? Él ve las imágenes de la entrada de Tejero en el Congreso y ve que hay tres personas que no se agachan: Suárez, Mellado y Carrillo. Y se pregunta por qué no se tiraron al suelo como los demás.
Por último habló también de su libro El impostor, sobre Enric Marco, un hombre que se hizo pasar por superviviente del campo de concentración de Mathausen, con tal convicción que llegó a ser presidente de la Amicale de Mathausen de España. Un hombre que convirtió su propia vida en su obra, como un pintor o un escritor, Marco modeló su biografía como si fuera la trama de una novela.


martes, octubre 04, 2016

HFS - Pablo Montoya


No sabía nada del escritor Pablo Montoya y, cuando llegué, pensé que no era el único, pues había poca gente. En un principio tan sólo una persona, que resultó ser la ex ministra Ángeles González Sinde, aunque luego fueron llegando más, hasta completar el aforo de la iglesia de San Nicolás. Comprendo que a las 16:30 horas, en un día bastante caluroso, acudir a una charla no parece el mejor plan del mundo.
En el programa se decía que Pablo Montoya era un escritor colombiano que había ganado el Premio Internacional Rómulo Gallegos 2015 por su novela Tríptico de la infamia, enseñaba literatura en la Universidad de Antioquía y, en conversación con su editor, Claudio López de Lamadrid, se iba a analizar la nueva literatura hispanoamericana.
En realidad, la charla se centró en la obra de Pablo Montoya y resultó muy interesante.


Nacido en 1963, empezó a publicar en 1996. Es autor de siete libros de cuentos y cuatro novelas. La editorial Mondadori acaba de publicar Terceto, en el que se recopilan tres libros de prosa poética.
Montoya habla de sus inicios. Quería ser músico, compositor, pero inició el estudio de la música demasiado tarde, a los diecisiete años. A esa edad es muy difícil. No tenía oído.
Viajó a París. En sus inicios tocaba la flauta en la calle, en el metro. Lo recordaba hace poco, cuando regresó a esa ciudad como profesor invitado por la universidad de La Sorbona. En su tesis trató la relación entre la música y la literatura.


Al no poder dedicarse a la música, empezó a escribir cuentos. Los reunió en el libro La sinfónica y otros cuentos musicales. Lo cierto es que empezó a ganar algunos concursos con sus relatos y eso le animó a seguir por ese camino.
En 1997 dejó de tocar, abandonó la flauta. Sin embargo, reconoce que piensa todo el tiempo en la música y esto, seguramente, se transmite a su prosa.


De 2010 a 2014 fueron unos años intensos de escritura. Se embarcó en el proyecto de una novela histórica, ambientada en el siglo XVI. Viajó a Frankfurt, siguiendo el rastro del pintor Théodore de Bry, que ilustró con sus grabados el libro de Bartolomé de las Casas, Brevísima relación de la destrucción de las Indias. De todo ese trabajó surgió el libro Tríptico de la infamia, en el que aparecen también los pintores Jacques Le Moyne y François Dubois, y que ganó el Premio Rómulo Gallegos, un premio al que no se presentan los autores sino que son las editoriales las que envían los libros. Confiesa que no tenía ninguna esperanza, y menos al ver la lista de los finalistas, en la que figuraban autores como Héctor Abad Faciolince, Piedad Bonett o Diamela Eltit. Se trata de un premio que han ganado escritores de la categoría de Vargas Llosa, García Márquez, Javier Marías, Fernando Vallejo y Carlos Fuentes.



Los concursos son una cuestión de azar, pero al final él fue el ganador y eso tuvo una repercusión mediática inmensa. Sólo en Colombia, se generaron dos millones de tweets sobre el premio. No obstante, tiene la sensación de que, a pesar de todo ese ruido, poca gente ha leído el libro. Una obra en la que se lanza a buscar la belleza y se encuentra con el horror.


lunes, octubre 03, 2016

HFS - Antonio Muñoz Molina y Andrés Trapiello


Moderados por Ignacio Garmendia, Antonio Muñoz Molina y Andrés Trapiello charlaron sobre El Quijote.
En el extranjero, El Quijote se lee traducido a un lenguaje contemporáneo, algo que los españoles no teníamos oportunidad de hacer. Siempre habíamos tenido que leer esta obra en el español de la época de Cervantes. Así que se le ocurrió a Trapiello realizar una adaptación de la obra a un español más actual, algo que le ha supuesto un trabajo inmenso y muchos quebraderos de cabeza. 


La tradición de la novela viene de Cervantes y de El Lazarillo. D. Quijote de la Mancha es un libro misterioso en el que todo tiene trasfondo. Es un libro alegre, con mucho humor. Habla de lo que le da la gana, con total libertad. Todo lo integra en el libro. Cervantes nos dice que en una novela cabe todo, sin restricciones. hay ensayo, lírica, poesía, picaresca… Muñoz Molina dice que probablemente las dos novelas cortas que se encuentran intercaladas en la novela, El curioso impertinente y El capitán cautivo, fueran añadidas después de terminado el libro. "Quizá su editor le dijo que quedaba un poco corto y a él se le ocurrió meter las dos historias para engordar el libro".


Una de las influencias más importantes de Cervantes es, sin duda, Mateo Alemán y su Guzmán de Alfarache. Pero Mateo Alemán está empeñado en reflejar que el mundo es un lugar espantoso, y está todo el rato predicando. Es un nihilista, y como todo nihilista es, en el fondo, tremendamente cínico, ya que si todo es tan horrible, para qué contarlo.
Cervantes no hace nada de eso. Cervantes da libertad a sus personajes, les deja actuar y expresarse sin intervenir para aclarar lo que está sucediendo. Lo importante es la actitud ante la realidad.


Una de las cosas más importantes de El Quijote es que, por primera vez, una novela refleja la realidad. No hay mitos ni leyendas, sino tan sólo un viaje en el que se va produciendo un cambio. D. Quijote parece estar cada vez más cuerdo y Sancho, sin embargo, cada vez más loco. A veces es Sancho quien anima a D. Quijote a embarcarse en alguna insensatez.
En la segunda parte, se hacen referencias a las opiniones que generó la primera, y se habla también del falso Quijote, refiriéndose al libro de Avellaneda. Se encuentran muchos juegos en los que la realidad y la ficción se cruzan con naturalidad. Cervantes transforma la crónica en literatura.



Deciden entonces leer unos párrafos de El Quijote, pues no hay nada mejor, en un acto sobre este libro, que escuchar las palabras del propio autor que, por cierto, arrancaron varias risas al público.
Cuando terminó el acto eran las 14:30, así que me dirigí a donde tenía aparcado el coche. La denuncia por no haber renovado el ticket estaba pisada con el limpiaparabrisas. La anulé y me marché a comer.
En Segovia suelo comer en El Hidalgo, el restaurante del hotel Condes de Castilla. Tienen menús de diferentes precios y se come bien.