viernes, septiembre 30, 2016

HFS - Rosa Montero


Entro de nuevo en el Aula Magna de la IE-University. Consigo sentarme en un sitio bastante aceptable. Veo entre el público alguna persona que reconozco de otros años, fieles asiduos como yo. No veo escritores. Al parecer, los escritores no van a escuchar a otros escritores.
La escritora Rosa Montero presenta su último libro, La carne, acompañada por la escritora argentina Claudia Piñeiro.

¿Es quizá un libro autobiográfico? No, pero es un libro en el que pretende hablar de su mundo sin hablar de ella. La idea nace de una anécdota sobre una mujer mayor que contrató a un gigoló para dar celos a su amante. Así surge el personaje de Soledad Alegre (el nombre ya es un oxímoron en sí mismo), una mujer de sesenta años, comisaria de arte, que hace exactamente eso: contrata a un gigoló para dar celos a un ex amante. Pero las cosas se tuercen y la relación con ese hombre se vuelve rara, incluso peligrosa.


Rosa Montero dice que el libro tiene una estructura nabokoviana, es decir, que el lector tiene que ir recomponiendo la historia conforme la va leyendo.
La charla de Rosa Montero es muy fluida y rápida, enlaza unos temas con otros, y casi no puede intervenir Claudia Piñeiro.
Se habla del proceso de escritura, de las manías del escritor, de algunos "secretos" del libro. Se habla también de un tema que, como comprobé más tarde, se iba a repetir en otras charlas, con más o menos protagonismo: la relación entre la realidad y la ficción.
Soledad Alegre está preparando una exposición sobre escritores malditos, así que en la trama se van intercalando las historias de estos escritores: todas reales excepto una que se inventó, confiesa como una niña orgullosa de su travesura.
También aparece ella en el libro, la autora, pero vista a través de los ojos de su personaje, que resulta un poco misógina y llena de rabia, algo que le divirtió mucho. No es la primera vez que se mete en las páginas de sus libros. Cuenta que en su novela "La hija del caníbal" aparecía una Rosa Montero que era una escritora guineana marisabidilla y gritona.

Cuenta que en La carne también aparece Ana Santos, que es la Directora de la Biblioteca Nacional.


En una ocasión se inventó una obra falsa titulada El caballero de la rosa, que algunos críticos dieron por auténtica.

Estas cosas le divierten. Son como juegos privados del escritor. De hecho, en este libro se ha sentido muy libre a la hora de escribir. Cuenta un secreto más. La protagonista de La carne vive en la calle del Espejo, en un edificio que es en realidad el edificio en el que Rosa Montero vivió cuando tenía 26 años. En la buhardilla de ese edificio vive una periodista de 28 años llamada Ana que tiene un hijo. Se trata, en realidad, de la protagonista de su primera novela. "Crónica del desamor". Es algo que, seguramente, nadie advertirá, pero a ella le apetecía mucho que esos dos personajes se encontraran.


Define La carne como un libro en el que reflexiona sobre la vejez, pero también sobre la soledad. Y se plantea algo de lo que no solemos ser conscientes: ¿Cómo saber cuándo es la última vez que hacemos algo que nos apasiona? La última vez que escalamos una montaña, o que hacemos el amor, o que comemos sin control, o que nos emborrachamos… es posible que, en algunos casos, ni seamos conscientes de ello.
Claudia Piñeiro le pregunta sobre el oficio de escribir. Rosa Montero dice que hay tres cosas que son muy difíciles en una novela. En primer lugar, marcar el paso del tiempo, plasmar cómo los personajes han cambiado con los años. También las novelas corales son muy difíciles, resulta muy trabajoso definir con claridad diferentes voces narrativas. Y, por último, y tal vez lo más importante de todo: manejar los silencios. En un libro es casi más importante lo que no nos cuentan que lo que nos cuentan.
Y así, escuchando a esta mujer capaz de contagiar su entusiasmo por la literatura, pasa el tiempo sin que nos demos cuenta, hasta que finaliza la charla.


jueves, septiembre 29, 2016

Hay Festival Segovia 2016


Hay Festival de Segovia. XI edición. 10 años.
El sábado, 24 de Septiembre, me fui a Segovia, una vez más.
Pensaba asistir a los siguientes eventos:

Fernando Savater y Guillermo de la Dehesa. 11.00h
Rosa Montero y Claudia Piñeiro. 12.15h
Andrés Trapiello y Antonio Muñoz Molina con Ignacio Garmendia. 13.30h
Pablo Montoya en conversación con Claudio López de Lamadrid. 16.30h
Javier Cercas con Jesús Ruiz Mantilla. 17.45h
John Banville en conversación con Marta del Riego. 19.15h
Julia Navarro en conversación con Óscar López. 20.30h


Pero llegué tarde. Calculé mal o me confié. El caso es que pronto me di cuenta de que no podría asistir a la primera de las conferencias.
Aparqué donde suelo hacerlo siempre: una calle a pocos minutos del Acueducto. El aparcamiento estaba regulado y no había traído monedas. Tan sólo pude poner un euro en la máquina. Tendría que volver a cambiar el papelito.
Me apresuré para llegar a la oficina de información a recoger mis entradas. Como siempre me suele ocurrir en estos casos, la persona que estaba delante de mí se demoró hasta casi lo insoportable, pero creo que mantuve la compostura.
Me apresuré todo lo que pude para llegar al campus de Santa Cruz La Real-IE University que, todo sea dicho, está un poco lejos, algo que se perdona al contemplar las magníficas instalaciones.
Pregunté por el Aula Magna, donde tenía lugar el acto. Me advirtieron que estaba terminando. Dije que lo sabía, que había llegado tarde, pero tenía la entrada. Me dejaron pasar por el final y tan sólo llegué al turno de preguntas del público. 


Así que poco puedo contar. No pude coger el hilo. Guillermo de la Dehesa decía que todo el mundo quiere que sus hijos sean universitarios y que no hay nadie que estudie oficios que son necesarios. Se habló de la necesidad de un gran consenso para blindar la educación, ya que es, o debería ser, el asunto más importante de todos.
Una señora dijo que había viajado a EE.UU. (algunas preguntas llevan implícito un cierto grado de exhibicionismo) y había comprobado que Donald Trump tenía serias posibilidades de ganar las próximas elecciones.
Guillermo de la Dehesa dijo que siempre, después de una gran crisis, se producía un repunte de los populismos. En el norte de Europa eran partidos de derechas y en el sur partidos de izquierdas. Pero era algo pasajero. Entonces Fernando Savater apostilló que la situación después de la crisis de 1929 desembocó en una guerra mundial.
Sobre la situación actual del país se dijo que si se producían unas terceras elecciones deberían dimitir todos los dirigentes políticos actuales.
Luego, los aplausos. Me apresuré a salir para ser de los primeros en volver a entrar, ya que el siguiente acto tenía lugar en el mismo sitio. Sin embargo, ya había una cola que me imposibilitaría, seguro, conseguir sitio en las primeras filas.


lunes, septiembre 26, 2016

Rosario Curiel - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque no puedo no hacerlo. Escribir es un placer y una necesidad vital para mí. Podría teorizar mucho más al respecto, pero no voy a hacerlo. Antes de que me dé cuenta, estoy escribiendo. Me quito horas de sueño para poder escribir. No es bueno para la salud, pero en mi caso es peor no hacerlo. Soy una yonqui de la escritura.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Escribo cada día, pase lo que pase: como mínimo, tres páginas de lo que sea. Escribo en cualquier sitio, a cualquier hora y en cualquier circunstancia, incluso caminando. Me he entrenado para que así sea. Siento una especial preferencia por escribir a mano en libretas y con bolígrafos de colores diversos. Siempre tengo libreta una grande (tamaño A4) para escribir a diario, una pequeña para el bolso y otra en la mesilla de noche: a menudo me despierto con ideas y tengo que escribirlas, así que es mejor hacerlo a oscuras para no desvelarme. En esta situación, me he acostumbrado a escribir al tacto: si al día siguiente entiendo lo que he puesto es que lo tenía claro y me sirve. Tengo libretas con funciones muy concretas: una para anotar los proyectos que escribiré a lo largo de los próximos meses (o años), otra para cuentos, otra para proyectos teatrales y poéticos y otra para desarrollar personajes: en esta pego fotos de revistas y diarios, escribo sus descripciones, sus biografías, sus manías...
Cuando empiezo una novela, siempre compro una libreta pequeña para anotar las ideas y otra de tamaño A5 para desarrollar secuencias: cuando llevo dos de estas últimas suele ser el momento de pasar el material al ordenador. Este momento configura la segunda versión de la novela. Suelo hacer no menos de siete versiones antes llegar a la definitiva. También hago mapas mentales para generar asociaciones y fichas: grandes para desarrollar temas y pequeñas para planificar secuencias.
No tengo supersticiones: creo profundamente en el espacio de fluidez mental que me proporciona la práctica diaria. Mi lema es “10 % de inspiración y 90 % de transpiración”.
Leo muchísimo para poder escribir y aprender (y porque me encanta, claro). Leo más de lo que escribo.
Mi leitmotiv es Escrivivir (escribir + vivir): vivir la escritura de manera cotidiana.
Me gusta escribir en casa, sentada ante mi mesa, pero tengo lugares especiales como los trenes o el Café Montroig de Sitges: en sus mesas se han cocido muchas de mis novelas. De vez en cuando necesito volver allí.


3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La muerte, el miedo a la muerte, la enfermedad, la búsqueda de la felicidad, la zona oscura del individuo, la identidad, la necesidad de reinventarse, la mecanización y alienación del ser humano, la vigilancia que controla a los ciudadanos, la supervivencia en la gran ciudad, las relaciones interpersonales, la resiliencia, la lucha por seguir adelante a pesar de las adversidades, la relación entre ciencia y humanismo… todo ello tejido con estructuras musicales. Soy una fanática de tejer tramas y temas en moldes que les aporten ritmo y fluidez.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Procuro escribir sin pensar en que lo que escribo tiene que ser muy bueno. La humildad en este punto es fundamental. Escribo lo que creo que debo y quiero escribir. Intento que la inspiración me pille trabajando. Produzco mucho material: luego siempre estoy a tiempo de cortar. Más que reescribir, pulo o elimino. Solo dejo lo que me gusta mucho.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

En general me encanta perderme en la historia, porque suele arrastrarme. Normalmente el principio y el título se me “aparecen” de repente. Me dejo llevar por las visiones. Curiosamente, en mi caso la planificación a veces es posterior, para que el material no se me descontrole: a veces, esto no es necesario y todo va surgiendo. Hay que trabajar, insistir. Como quien busca en una mina.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Julio Cortázar, Alejo Carpentier, Stephen King, E. E. Cummings, Luis García Montero, T. S. Eliot, Jorge Luis Borges, José Sanchis Sinisterra, William Shakespeare, Miguel de Cervantes, William Faulkner, Charles Bukowski, Bernardo Atxaga, James Joyce, Clarice Lispector, George Steiner, Salvador Pániquer, Yunichiro Tanizaki, Peter Sloterdijk … Muchos. Cada cual cumple su función.
Me han marcado especialmente los cuentos de Cortázar, Concierto barroco de Alejo Carpentier, It de Stephen King, la antología de Cummings Bufallo Bill ha muerto publicada por Hiperión, Las flores del frío y Diario cómplice de Luis García Montero, los Cuatro cuartetos y La tierra baldía de Eliot, algunos poemas de Bukowski, Ira y tiempo de Sloterdijk y Asimetrías de Pániquer: estos son algunos de los libros a los que vuelvo continuamente.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Acabo de terminar una novela (estoy empezando la siguiente) y un cuento de terror. Estoy dándole los últimos toques a una pieza teatral: cuando la acabe, me esperan dos cuentos que me han encargado.
Mi última novela publicada es Subway Placebo (Ed. Playa de Ákaba). Es una distopía que habla sobre la no obligación de ser felices, es decir, sobre la felicidad posible. Esta es su web promocional: http://playadeakaba.es/subway-placebo/




Rosario Curiel  (Lleida, 1964). Es Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona, Catedrática de Lengua Castellana y Literatura de enseñanza secundaria y Diplomada en Canto Solista por el Conservatorio del Liceo de Barcelona. Ha estudiado Dramaturgia con José Sanchis Sinisterra en el Institut del Teatre de Barcelona y Escritura Creativa en la Escuela de Letras de Madrid. Trabajó como periodista de cultura en radio y prensa escrita. Ejerce la docencia en el ámbito de la enseñanza secundaria y universitaria en áreas que abarcan la filología, la escritura creativa y las artes escénicas. Es profesora de la Escola d’Escriptura de Lleida.
Recibió el Premio Extraordinario de Licenciatura y el Premio Nacional Anaya a la Creatividad Literaria como Profesora Orientadora.
Ha sido Consultora de Pensamiento Creativo en la Universitat Oberta de Catalunya y coach literario en la editorial Playa de Ákaba. 
Tiene seis novelas publicadas: El Secreto de mi Nombre (Ed. Milenio, 1997), Sobrehumanos y Cebollas (Ed. Milenio, 1999), Antes del Gran Silencio (ed. Milenio, 2003  -coautoría-), El Ojo de Blaqueloc (plataforma literaria de Random House Mondadori, 2010), Memorias de la Salamandra (Ediciones de La Discreta, 2012) y Subway Placebo (Editorial Playa de Ákaba, 2014). El Secreto de mi Nombre fue una de las obras finalistas en el Premio de Novela Fernando Lara 1996. Memorias de la Salamandra se situó entre las novelas finalistas en el Premio Nadal 2006. Subway Placebo ha sido señalada por la crítica como distopía de referencia.
Aunque se define básicamente como novelista, cultiva también la poesía, el relato, el ensayo y el género escénico. Tiene cuatro poemarios publicados: Serie B (Revista 3D3, 2010), Kairós (Revista 3D3, 2011), Don menor (en la revista Matemáticas y poesía, 2011) y Cartografía del dolor (Revista 3D3, 2013). Es autora del libretto de la primera ópera del compositor Albert Guinovart (Azar), representada en 1998 en Barcelona, Lleida y Santiago de Compostela y reestrenada en 2011 en Bogotá. En 2008 se estrenó en Lleida su obra teatral Manual de Destrucciones, dirigida por Jaume Belló.
En el ámbito de la narrativa breve, destaca su colaboración en seis volúmenes colectivos publicados por la Editorial Playa de Ákaba: Nueva carta para el comercio de libros (2014), El enemigo interior (2014), Generación Subway (Vol. I) (2014), Generación Subway (Vol. II) (2015), Donde el mar se hace carbón y otros relatos sobre Carboneras (2015) y Generación Subway (Vol. III) (2016). Es uno de los miembros fundadores de la Generación Subway. Participa en la antología de azar literario Ventura (Ediciones Rascayú), de la que se han publicado ya dos números: El gigante extremeño (2015) y El hombre de musgo (2016).
Está representada por MJR Agencia Literaria.

jueves, septiembre 22, 2016

Valeria Correa Fiz - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Escribir es mi modo de pensar y de entender mis obsesiones. Sé que algo me duele o preocupa verdaderamente cuando lo escribo; en este sentido, me siento muy identificada con la frase de Marguerite Duras: escribir es aullar sin ruido.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Lamentablemente no tengo una rutina; tampoco ninguna manía o superstición. Escribo cuando puedo en la computadora. Apunto ideas en el móvil y también en los márgenes de los libros: no sé leer sin un lápiz, siento que no estoy leyendo bien. Pero sucede que la mayoría de las veces no tengo en cuenta esas anotaciones dispersas.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Como dice el famoso proverbio latino: Hombre soy; nada humano me es ajeno. Pero, bajando un poco más a lo concreto, mi primer libro ha sido estructurado a partir de una pregunta que me hago desde que comencé a estudiar en la Facultad de Derecho: ¿la “mala conducta” –la ética o socialmente reprochable y también aquella que nos parece inhumana– es un recurso a la naturaleza, es un desvío, el resultado de una zoología errada, o es simplemente una ruptura del código ético-normativo (que varía de época en época y es diferente según los lugares geográficos) con el que nos regulamos a nosotros mismos? La otra pregunta que me obsesiona tiene que ver con saber qué es verdaderamente lo que nos hace diferentes como especie, en qué consiste la condición humana.

4.- ¿Algún principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Mi lema es: corrige, corrige, corrige. Estoy de acuerdo con Borges cuando decía que el concepto de texto definitivo no corresponde sino a la religión o al cansancio.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Lo más importante para mí es dar con el tono y con el ritmo de la historia. Antes de dar con ellos no puedo escribir, siento que lo que cuento no fluye, que no funciona.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Como dice Rigoletto, soy una donna mobile, una mujer voluble, y mis libros de cabecera van cambiando, según los estados de ánimos, las épocas, etc. Me interesan los autores que son capaces de ejercer cierta violencia sobre el lenguaje; me importa también el ritmo de los textos que son capaces de provocar cierta expectación, que suscitan un cierto anhelar. Pero lo que más me interesa son las imágenes. Condensadas en una frase o desarrolladas en cien páginas, la imagen somete a unidad la pluralidad de lo real; la imagen es capaz también de expresar lo que el lenguaje, por naturaleza, parece incapaz de decir: lo contradictorio, lo opuesto. Entiendo la imagen en un sentido muy amplio. Los personajes pueden funcionar como una imagen también. Tomemos, por ejemplo, el caso de Edipo, un personaje que bascula entre la libertad y el destino. La imagen es, a mi modo de ver, el recurso que nos permite retratar al hombre más cabalmente.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Acabo de publicar mi primer libro con la editorial Páginas de Espuma. Se titula La condición animal y es un conjunto de doce cuentos, divididos en cuatro bloques de tres relatos cada uno, titulados respectivamente «Tierra», «Aire», «Fuego» y «Agua». Cada uno de los cuentos busca sacudir, conmover, doler al lector con historias de cierta turbulencia moral, física y emocional, acerca del ángulo oscuro del ser humano.

Baile del Sol publicará mi poemario El álbum oscuro (Finalista del Premio Manuel del Cabral) el año próximo.  


Valeria Correa Fiz nació y creció en Rosario (Argentina), a orillas del río Paraná. Aunque hace más de diez años que vive en el extranjero (siempre en ciudades que empiezan rigurosamente con la letra eme: Miami, Milán, Madrid), todavía conserva el humor turbio y sedicioso que le legaron las aguas del río.

Es autora del libro de relatos La condición animal (Páginas de Espuma, 2016) y del poemario El álbum oscuro (Finalista del Premio Manuel del Cabral).

miércoles, septiembre 21, 2016

Entrevista en Tea & Books

La escritora Maria Dolores García Pastor tuvo la gentileza de invitarme a participar en su espacio "Tea & Books", en el que plantea una entrevista sobre la lectura.

En el siguiente enlace se puede leer mi aportación.



lunes, septiembre 19, 2016

Margarita García Robayo - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

No suelo hacerme esa pregunta porque no imagino qué otra cosa podría hacer. Es como decir ¿por qué comes?, en general por hambre, es decir porque mi cuerpo necesita alimentarse. Lo mismo con la escritura.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Me gusta escribir en silencio, cuestión que cuesta muchísimo. Me parece ideal encontrar espacios donde solo estemos mi teclado y yo y alguna buena merienda. Cuando consigo eso, no necesito nada más.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me interesa el tiempo que transito, los vínculos y los individuos que propone la contemporaneidad. Diría que me obsesiona la psicología de esta época y me la paso observando –escaneando– el mundo en ese sentido, lo que en un punto es también un esfuerzo –inútil, por supuesto– por tratar de explicármelo a mí misma.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Tomárselo en serio. No “sentarse a ver qué sale”, sino sentarse hasta que salga. No importa que ese gesto (el de sentarse todos los días y volver a fracasar), dure años. No es algo que yo cumpla a cabalidad, me cuesta un montón concentrarme y avanzar, pero cuando encauso trato de que nada me saque del camino.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Me suceden las dos cosas. En general creo que aparecen primero el principio y final, y el desarrollo pasa a ser el incordio necesario para justificar esas dos ideas entusiastas –principio y final– que se te ocurrieron, y que se agotan en dos frases.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Varían según la época. No tengo un canon personal muy preciso. Leo muchas mujeres escritoras, leo a muchos cuentistas, últimamente me gusta mucho leer poesía. En la última época me maravillé con todo lo de Sharon Olds (poesía) y Claire Keegan (cuentos), por ejemplo. Y tengo un libro “fundante” que siempre menciono, porque cuando lo leí supe que quería ser escritora: Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco. 

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Lo último que publiqué fue un libro de cuentos llamado Cosas peores, que ganó el Premio Casa de las Américas, de Cuba. Por eso salió allá primero, luego en Argentina y luego en Colombia. Es una colección de siete historias bastante desgarradoras que tiene que ver con quiebres, enfermedades, separaciones y fracturas generalizadas entre los personajes. Pero también creo que es un libro optimista, no fatalista, ni siquiera resignado, porque busca algún tipo de salida digna de situaciones que, a simple vista, no tienen solución. Y hace un par de meses terminé una nueva novela que saldrá en 2017. 


Margarita García Robayo nació en Cartagena y está radicada en Buenos Aires. Es autora de las novelas Lo que no aprendí y Hasta que pase un huracán, de los libros de relatos Hay ciertas cosas que una no puede hacer descalza, Las personas normales son muy raras, Orquídeas, y Cosas peores, ganador del premio literario Casa de las Américas 2014. En 2015 se lanzó en Chile una antología de textos de su autoría llamada Usted está aquí, que fue elegida uno de los diez mejores libros del año. Participó también en antologías colectivas como Región: cuento político latinoamericano y Padres sin hijos / Childless parents, entre otras. Sus libros han sido publicados en España, México, Argentina, Colombia, Chile, Italia y ha sido traducida a varios idiomas. 


jueves, septiembre 15, 2016

Luis López Nieves - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Nunca he cantado en la ducha. Jamás he bailado de alegría. Tampoco sé dibujar. Por tanto, mi vi obligado a escribir mil palabras. Y luego mil adicionales. Y así he continuado. No llevo cuenta de las palabras que he escrito, pero sospecho que he superado el millón.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Es que trae mala suerte ser supersticioso, por eso no tengo supersticiones.
Hubo una época en que pensé que me había convertido en un supersticioso, porque no empezaba a escribir a menos que me sentara sobre un cojín. Luego descubrí que tengo problemas con la espalda.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Literariamente he trabajado múltiples facetas de la historia, tanto la colectiva como la familiar o individual.
Por un lado están las manipulaciones históricas, por parte de los gobiernos y los poderosos, con el fin de controlar a los pueblos. Sobre eso trata mi primer libro, Seva, un cuento largo en el que cuestiono muchos supuestos "datos" que nos predican desde niños sobre la invasión norteamericana de Puerto Rico en el 1898.  De hecho, en Puerto Rico oficialmente no se le dice "invasión". Es una palabra prohibida. Se dice la "llegada" de los norteamericanos o "el cambio de soberanía". Estos eufemismos patéticos ya van dando una idea de cómo se intenta ocultar la verdad sobre la invasión. Mi libro intenta corregir esta pérdida de la memoria histórica.
Me otorgaron el Premio Nacional de Literatura por mi tercer libro de cuentos: La verdadera muerte de Juan Ponce de León. Son cuentos ubicados en el Caribe del siglo XVI. Resulta que los holandeses nos invadieron en el 1625 y quemaron todos los documentos que había en San Juan hasta esa fecha. Como consecuencia, el primer siglo de Puerto Rico se conoce como el "siglo en blanco". Como no se sabe casi nada sobre cómo era mi país en esa fecha, decidí corregir con mi imaginación esta pérdida de la memoria histórica.
Mis dos novelas utilizan el mismo estilo ciberepistolar. La primera, El corazón de Voltaire, se propone contar el final verdadero de Voltaire, el gran escritor e intelectual francés. Por esta novela me otorgaron el Premio Nacional de Literatura por segunda vez.
En mi segunda novela, también seleccionada por el Instituto de Literatura como la mejor del año, me propuse contar la verdadera historia detrás de la creación del telescopio, cuya invención algunas personas intentan robarle al gran científico italiano Galileo Galilei.
Por tanto, a estas alturas creo poder deducir que tengo cierta obsesión por el rescate de verdades históricas, tanto a nivel colectivo como personal, porque hoy día la persona típica no conoce los nombres de sus bisabuelos. Mucho menos los de sus tatarabuelos. Antes era muy importante. Fíjate que en la Biblia lo primero que hacen es contar las genealogías de los personajes relevantes. Y para los griegos y romanos era crucial establecer que eran descendientes de Hércules o de Eneas o incluso de algún dios. Y antes de que existieran los apellidos se decía que Fulano era hijo de Zutano quien, a su vez, era hijo de Mengano, etc. De hecho, hoy día mucha gente ni siquiera sabe que lleva esta información codificada en sus apellidos, porque Rodríguez significa "hijo de Rodrigo", Ramírez significa "hijo de Ramiro", y así con muchos apellidos terminados en "ez". Por eso dediqué una década a investigar mi genealogía. Llegué hasta mis lejanos abuelitos y abuelitas del siglo XV.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Me horroriza la idea de escribir algo que otros han escrito. ¿Para qué repetir? También me espantan los clichés. La pregunta que debe hacerse cualquier escritor es: ¿alguien ya escribió lo que quiero escribir? Si la respuesta es afirmativa, pues a buscar otra cosa. Claro, para contestar esta pregunta correctamente es necesario leer mucho. Porque esta noche se le puede ocurrir a alguien escribir un cuento sobre un hombre que despierta convertido en un insecto de tamaño humano. Y esa persona y sus amigos celebrarán esta idea como la más grande y original del mundo. Pero si uno de ellos lee La metamorfosis se dará cuenta de que esa idea no es original. No importa que el nuevo autor haya o no haya leído el cuento. No se puede alegar que "yo lo escribí sin saber que Kafka ya lo había escrito". Esa defensa, además de absurda, es ridícula. Digámoslo de esta manera: el primer poeta que dijo que su amada era "blanca como la nieve" fue un genio. Cualquier otro escritor que lo diga es un imitador o un charlatán.
Para corregir este desconocimiento fundé mi Biblioteca Digital Ciudad Seva (ciudadseva.com), donde he colocado miles de cuentos clásicos universales para que mis estudiantes que desean ser escritores tengan acceso a mucha literatura que por lo general no es fácil conseguir. La biblioteca comenzó como un recurso para mis estudiantes, pero ya nos visitan sobre dos millones de lectores al mes, del mundo entero.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

He conocido sobre ambos casos. Hay autores que empiezan a escribir sin saber cuál será la segunda oración. Hay otros que cuando se sientan a escribir ya saben todo lo que pondrán sobre el papel. He escrito de ambas maneras, pero mayormente te diría que se trata de algún punto intermedio. Podría tenerlo casi todo en mi cabeza, pero me faltan detalles. Digamos que tengo el 90% de la historia en la mente. O podría tener casi nada en mi cabeza, digamos que solo tengo un 10%. Pero también puede ser que tengo un 20%, 50%, 70% ó cualquier porciento. Con todas estas combinaciones he escrito.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Cuando llevas sobre 50 años leyendo todos los días de tu vida, es muy difícil contestar esta pregunta. Pero intentemos: literariamente, Cortázar es mi padre, Kakfa es mi abuelo, Stendhal es mi bisabuelo y Cervantes es mi tatarabuelo. Pero hay muchos otros autores que leo continuamente, desde el egipcio Naguib Mahfuz hasta el finlandés Mika Waltari. De hecho, es más fácil para mí escoger un periodo que un autor. En este caso, te diría, sin titubear, que adonde acudo cada vez con más frecuencia es al siglo XIX francés. Honoré de Balzac, Stendhal, Émile Zola, Guy de Maupassant, Joris-Karl Huysmans, Villiers de L'Isle Adam, entre otros, son autores que visito con asiduidad. Cada vez que necesito una idea nueva, alguna novedad, la encuentro siempre entre los clásicos.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Mi último libro publicado es El silencio de Galileo, novela que consiste de correos electrónicos de principio a fin. Por tanto, la podríamos describir como una novela ciberepistolar. Es, digamos, un nuevo tipo de novela epistolar. Tiene todos los componentes de la novela epistolar clásica, pero hay un factor que cambia muchísimo: la velocidad. Hasta hace pocos años, una carta enviada desde Francia hasta América hubiera tomado semanas. En cambio, por medio del correo electrónico los mensajes llegan en segundos. Este factor tiene importantes consecuencias sobre la trama. Para mi primera novela, El corazón de Voltaire, opté por escribir una cibernovela sobre el primer intelectual moderno: Voltaire. Para mi segunda cibernovela escogí al primer científico moderno: Galileo.

Por otra parte, acabo de terminar mi novela nueva: Toda la sangre del mundo. Realmente no sé cómo describirla. Por una parte, es una historia de amor que dura dos mil años. Ningún personaje es inmortal. Ninguno es vampiro. Pero la relación dura dos mil años. Para saber cómo ocurre esto, habrá que leer la novela. Ah, y por poco se me olvida: aunque la historia de amor dura dos mil años, la palabra "amor" no se menciona una sola vez en la novela, a pesar de que tiene más de 400 páginas. La razón es sencilla. En Puerto Rico tenemos un dicho: "Con la boca es un mamey". Básicamente significa que las palabras no valen nada. Entiendo que es fácil decir "te amo". El reto es demostrarlo con acciones... durante dos mil años.


Luis López Nieves es autor de El corazón de Voltaire, novela aclamada por la crítica literaria internacional como una de las más originales del siglo XXI, y de Seva, uno de los mayores éxitos de la literatura caribeña. López Nieves ha ganado el Premio Nacional de Literatura de Puerto Rico en dos ocasiones. Fundó el primer programa de Maestría en Creación Literaria de América Latina en la Universidad del Sagrado Corazón (San Juan de Puerto Rico), el cual actualmente dirige. También es el creador y director de la Biblioteca Digital Ciudad Seva (CiudadSeva.com), uno de los portales ciberliterarios más visitados del mundo. Sus obras han sido traducidas al alemán, francés, inglés, islandés, neerlandés, polaco, italiano, rumano y portugués. Desde el 2007 es Escritor Residente de la Universidad del Sagrado Corazón. Su novela más reciente, El silencio de Galileo, ha recibido importantes elogios en tres continentes y fue premiada por el Instituto de Literatura de Puerto Rico como la mejor novela del 2009.

lunes, septiembre 12, 2016

Javier Sáez de Ibarra - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Escribo por una necesidad vital de expresarme y de pensar. Y por la felicidad de la creatividad que nace en mí. Ambas cosas se han convertido ya más que en una vocación, en un destino. Aunque se da la paradoja de que, siendo algo absolutamente personal, no deja de ser algo sobrevenido, que podría también cesar alguna vez.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No necesito más que un tiempo por delante de, al menos, una hora y media. Aunque a veces ni eso. Como para el que tiene sed, no hay condiciones que poner.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

A mi modo de ver, no hay un solo tema o una sola historia que no implique la totalidad. Sin embargo, diría que en mi trabajo ocupan los lugares centrales las dimensiones filosófica, religiosa, estética y socio-política de la vida humana. Ante todo. En mucha menor medida las cuestiones psicológicas y las relaciones personales. Aunque estas han ido ganando terreno últimamente.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Renuncio a escribir cualquier texto que nazca del mero ingenio, de la ocurrencia. Me pregunto siempre qué significa eso que hago, adónde apunta; si no siento que tiene algo de profundidad, no me interesa.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Escribo como un ejercicio de búsqueda; por tanto, nunca planifico lo que escribo y muy rara vez conozco el final de lo que hago. Y esto vale para todos los géneros. El texto se despliega y descubre su sentido oculto a medida que avanza el proceso de escritura.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Suelo releer a pocos narradores y dramaturgos: Poe, Chéjov, Kafka, Beckett, Borges. En cambio, vuelvo con más frecuencia a los poetas: Garcilaso, Hölderlin, Baudelaire, Rimbaud, Rilke, Lorca, Vallejo, Celan…

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Tras publicar Bulevar en 2013 (un libro que incluía relatos escritos hace más de diez años junto a otros recientes), estoy en la creación de un nuevo libro de cuentos en que trato de buscar diferentes registros en mi escritura, tanto en cuanto al estilo (en algún sentido, más ágil y escueto) como en el tratamiento de las narraciones (que incluyen ciertos elementos no-realistas). A ver qué pasa.  




Javier Sáez de Ibarra (Vitoria, 1961). Vivo en Madrid, donde trabajo como profesor de Lengua y Literatura en un instituto de secundaria. He publicado un libro de poemas: Motivos (Icaria, 2006). También cuatro libros de cuentos, todos en la editorial Páginas de Espuma: El lector de Spinoza (2004), Propuesta imposible (2008), Mirar al agua. Cuentos plásticos (2009), que obtuvo el I Premio internacional de narrativa breve Ribera del Duero y fue finalista del Premio Nacional de la Crítica, 2009; y Bulevar (2013), que obtuvo el XI Premio “Setenil”, 2014.
Además hice la antología y el prólogo de: NAVARRO, Hipólito: El pez volador. Antología de cuentos (Páginas de espuma, 2008).
Me interesa especialmente el cuento actual escrito en castellano. He escrito reseñas y comentarios de autores como Paul Viejo, Eloy Tizón, Ángel Zapata, Pablo Andrés Escapa

jueves, septiembre 08, 2016

Alejandro Amelivia - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Para recuperar el equilibrio. Para que toda la secuencia de actos eminentemente humanos que implica escribir un relato (identificar un sentimiento o un latido, reflexionar sobre él, desnudarlo, volverlo a vestir, llevarlo a las palabras) contrarreste la gran cantidad de actos deshumanizados que nos toca llevar a cabo a lo largo del día.
Pocas cosas me hacen sentir mejor que haber escrito. La euforia cuando termino un relato que ha dado vueltas por mi cabeza durante meses ocupando buena parte de mis ciclos mentales no la consigo de ninguna otra forma.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Intento no tener ninguna, ya que siempre me toca escribir a salto de mata. Además, los buenos libros se escribieron en condiciones adversas, ninguno en el sosiego de un ventanal mirando al mar, con un té calentito. No creo en el entorno perfecto para escribir.
Sí que intento despojarme de mi personalidad de alguna forma simbólica; me pongo un sombrero que yo no llevaría, me quito el anillo, escribo algunas afirmaciones en las que no creo; es mi forma de superar tabúes y autocensura.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

A lo que más vueltas le doy es al paso del tiempo, al envejecimiento y a la decadencia física. Todavía no he escrito mi mejor cuento sobre este tema, quizá sea el siguiente.
También exploro la violencia como la herramienta favorita de los cobardes, la frustración, la sumisión, el miedo…

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

A cada relato le intento añadir detalles ricos que no tienen por qué estar directamente relacionados con la trama argumental principal. He observado que los lectores hacen interpretaciones muy distintas, mejorando así la lectura y dándoles vida nueva a los relatos. Todo lo que sea jugoso, aunque no esté en el escenario central, le suma interés al conjunto.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

No creo que se pueda tenerlo todo planificado desde el principio, las historias van surgiendo y desenvolviéndose cuando están se sienten ancladas a un papel. Me resulta imposible construir algo completo sosteniéndolo en el aire, aunque intento tener un guion previo, un esbozo sobre los personajes y un mínimo esqueleto de escenas.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

He disfrutado mucho con libros de Agota Kristoff, de Mo Yan, de Nabokov, de Pahmuk, de Hertha Müller, de Cormac McCarthy y de Perec. De adolescente me obsesioné un poco con Stephen King y también he tenido mi momento ciencia – ficción leyendo a Pohl, Orwell, Bradbury y demás.
De autores que escriben en español he leído con mucho gusto a Landero, Millás, García Márquez, Ignacio Ferrando, Sergio del Molino. Aunque compita en otra categoría, me gusta Hernán Casciari.
A quien más he llegado a admirar y a envidiar por su talento es a Raymond Carver, tanto los relatos editados por Gordon Lish como los anteriores a él, por su fantástica parquedad.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

A finales del año pasado, la editorial Talentura publicó mi primer libro en solitario, titulado Como meteoritos. Es una recopilación de relatos cortos protagonizados por personajes que no se conocen del todo a sí mismos, que toman decisiones incorrectas movidos por una maldad exenta de grandeza. Son antihéroes que nunca llegarán a villanos. Cada lector me señala un relato distinto como su favorito y le da una lectura distinta, algunas alejadas de mi idea inicial. Eso me hace pensar que es un libro vivo y que requiere de una lectura crítica y participativa.

Como meteoritos no ha parado de darme alegrías. La mayor ha llegado recientemente, con el anuncio de su selección entre los finalistas del premio Setenil 2016. 


Alejandro Amelivia nació en Logroño en 1976. Aquel año, la cosecha de uva fue calificada como “buena”. A los 18 años se mudó a Bilbao y obtuvo el título de Ingeniero en Informática. Desde 1999 vive y trabaja en Madrid.
Comenzó su actividad literaria en 2008 y, desde entonces, compagina el ejercicio de su profesión con la escritura. Últimamente también trata de cumplir como padre.
Ha obtenido diversos premios y menciones en concursos literarios, como el IX Certamen de Relatos de la UNED de Plasencia, por su relato «Las estrellas de Gelín» o el I certamen de relatos incómodos de Ítaca, escuela de escritura, en septiembre de 2014, con su relato «Kentucky Gentleman». También ha participado en diversas publicaciones.

Como meteoritos (Talentura, 2015) es su primer libro de relatos publicado en solitario y ha sido seleccionado entre los 10 finalistas del Premio Setenil 2016. 

lunes, septiembre 05, 2016

Verónica Ormachea - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Porque es una pasión contar historias. De pronto estoy sentada cinco horas escribiendo y no he visto el reloj.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tengo una oficina diminuta a la que llamo “mi cueva” donde escribo y soy feliz.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me encanta la novela histórica. Considero que es muy entretenida y se aprende mucho.

4.- ¿Algún principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

La disciplina. El trabajo es la clave del éxito. Los libro no se escriben solos.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Decido el tema y los demás se me va ocurriendo en el camino.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Hay escritores tan brillantes que es difícil decir. Los rusos del siglo pasado son excelentes. Por supuesto,Tolstoi, Dostoievski,Chekov,Pasternak, entre otros. Es bueno leer de todo. No es recomendable tener un autor preferido porque influencia en uno y eso se nota en tus libros.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Acabo de publicar Los infames la historia del magnate judío alemán Mauricio Hochschild que fue el Schindler de los judíos en Bolivia. Traficó pasaportes, falsificó documentos a su costo y riesgo y creó una colonia en la selva boliviana para recibir a los semitas antes de la Segunda Guerra. También los empleó en sus oficinas en Latinoamérica. Salvó a miles de judíos que vinieron a Bolivia. Es el único caso que se conoce en Latinoamérica. He sido afortunada. En cinco meses se publicaron dos ediciones.




Soy escritora y periodista. Miembro de la Academia Boliviana de la Lengua correspondiente de la Real Española. Escribí Los infames 2015, Los ingenuos (Alfaguara, Mención de Honor Premio Nacional de Novela) Según literato W. Muñoz Phd, se encuentra entre las 12 novelas cimeras desde la época colonial hasta hoy. Entierro sin muerte, el secuestro de Doria Medina por el MRTA. Soy columnista regular desde 1999 en los diarios La Razón y Página Siete. Soy miembro del Tribunal de Imprenta de La Paz Bolivia; de la Asociación de Periodistas de La Paz; Asociación Nacional de Periodistas; Círculo de Mujeres Periodistas (ex Presidenta); Sociedad Boliviana de Escritores. Miembro del Comité de Honor de la XIII FIL en Bolivia (2008). Jurado del Premio Cervantes (2015), del Premio Nacional de Periodismo escrito (2009) y de premios literarios. Realicé estudios superiores en las universidades de San Simón,La Sorbona y Harvard (KSG). Recibí el premio Franz Tamayo a la Creación Intelectual del Premio Nacional de Periodismo, a la Escritora más Destacada del Viceministerio de Culturas de Bolivia y el premio a la Periodista más Reconocida de la revista Cosas Internacional. Diplomática, Director.