jueves, octubre 29, 2015

Tatiana Goransky - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Escribo para evitar que mi vida se convierta en una ficción.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Hasta el año pasado había logrado deshacerme de todas las supersticiones y quedarme solo con una premisa práctica: releer el texto completo antes de comenzar a escribir. Esto no solo me permite reencontrarme con el tono, sino que me da la posibilidad de leer todos los días un texto nuevo, de volver a sorprenderme con la trama y los personajes, de concentrarme en los cambios de ritmo que pueda proponer la historia. Este año, tuve que sumar el no hablar de nuevos proyectos, luego de que por obra del universo me arrebataran un título. Puede parecer un detalle, pero para mí titular es importante.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La obsesión, el desencuentro, la sexualidad, la construcción de vínculos, la aventura, lo monstruoso, el poder de la imaginación, los mandatos que forman y deforman a las personas, el cuerpo intervenido, la soledad, los celos, el aislamiento, el amor.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

No apurar el texto. A menos que sea un trabajo por encargo, de los cuales he tenido muchos a los largo de los últimos diez años, me tomo todo el tiempo que haga falta. No pienso en su publicación, no pienso en los tiempos del negocio, no entrego rápido para pertenecer a tal o cuál antología. Me dedico por entero a la construcción, a los personajes, a la investigación de campo que pueda aportar color y forma al universo imaginado. Una vez que tengo todo eso, cuando pongo punto final al primer borrador, salgo a buscarle novio.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Nunca tengo todo planificado, si no hay lugar para que me sorprenda, no habrá lugar para que se sorprenda el lector. Los artilugios que tenemos en la manga, estudiados y trabajados, productos de largas horas de escritura, resultados del oficio, nos pueden llevar hasta cierto punto. Creo en la construcción obsesiva, pero también entiendo que la escritura es control y descontrol. En esa tensión escribo.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Esta pregunta siempre me incomoda. Siento que hacer un recorte de mi biblioteca (construida de manera tan azarosa y a lo largo de tantos años) es fabricar una respuesta para la entrevista. La verdad es que mis gustos cambian, mis autores y libros de cabecera no son de cabecera, sino que suelen acompañarme según lo que esté atravesando, escribiendo. Me interesa todo. Incluso tengo un sector de la biblioteca dedicado pura y exclusivamente a textos imposibles de etiquetar. Conrad, Shakespeare, T.S. Eliot, John Irving, Cesar Aira, Borges, Maria Moreno, Cortázar, Lorca, Saer, Lewis Carroll, Di Benedetto, Edgar Lee Masters, Julian Barnes, Nabokov, Tom Stoppard, Chéjov y Poe son algunos de mis compañeros recurrentes.


7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Por lo que comenté a partir de la segunda pregunta, preferiría no hablar de lo que estoy escribiendo, pero sí me gustaría mencionar la edición española de mi novela ¿Quién mató a la Cantante de Jazz? (Cazador de Ratas) y adelantar la escritura a cuatro manos de un policial negroerótico… pero de esto, no digo más. 


Tatiana Goransky. Nació en Buenos Aires en 1977, es escritora y cantante de jazz. Comenzó trabajando para Uol, en su sección Uolsex, redactando reseñas de películas pornográficas y libros eróticos. Escribió la columna Séxodo (2000/2013). Colaboró con las revistas El Interpretador, Los Noveles, Lugares, El Planeta Urbano, Bacanal, Gabo, Contraseñas, Aerolíneas Argentinas, BA Mag, Agasex España, Suite y diversas publicaciones internacionales.
Publicó las novelas Lulúpe María T (Símurg), ¿Quién mató a la Cantante de Jazz? (Tantalia/ Suburbano, Estados Unidos/ Letra Sudaca/  Cazador de Ratas, España), Don del agua (Gárgola) y Ball Boy (Milena Caserola, El Octavo Loco).
Participó en las antologías La Condición Pornográfica (El Cuervo, Bolivia, 2011), Ficciones Súbitas (Ediciones De Aquí a la Vuelta, Argentina, 2014), Hijas del Horizonte (Editada por Fernando Marías, España, 2015).

*La foto es de Paula Barrionuevo

lunes, octubre 26, 2015

Elga Reátegui - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Es una demanda interior muy fuerte que me conduce a reproducir sentimientos y emociones tanto propios como de otros. Se manifestó a los ocho años a manera de poesía -que no sabía que lo era-, pues recurrí a esta forma particular de expresión como una forma de mantener mi mundo a buen recaudo, lejos de la curiosidad ajena. Por esa época escribía un diario, que no escapaba de estar al alcance de mis hermanos, y para que nadie entendiera su contenido apelaba, según yo, a un lenguaje misterioso, críptico, desconocido. Tal vez, hurgando más en esa necesidad imperiosa puedo decir, y es válido tanto para poesía como narrativa, que escribo para reencontrarme con mi verdadera esencia y vincularme con el genuino ser de los otros.  Es comunicación interna y externa en varios planos.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Antes, cuando hacia redacción periodística para diarios y revistas, lo hacía sin atender horarios ni lugares. Me sumergía en la obligación y aislarse en una galaxia mental aparte, ahora todo es distinto, escribo de lunes a viernes, por las mañanas, con disciplina y entrega. No respondo a estados de ánimo. Creo las condiciones y a trabajar. Tengo un despacho, pero puedo escribir tranquilamente sentada en mi cama o en cualquier sitio con mucha luz y lejos de distracciones.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Quizá porque mi maestro de periodismo, el gran JL Díaz, me machacó en mis inicios sobre la importancia de la nota humana y escribir para los sentidos, hoy en día, busco destacar eso en las historias que cuento. Me gusta explorar el universo psicológico y emocional de mis personajes, y plasmarlo en toda su complejidad a la hora de transcribirlo. Eso hace que los lectores empaticen con los protagonistas, y por supuesto, con la historia. Lo mismo ocurre con la poesía, hay que ser un espejo de los demás. Hallar la conexión con el otro.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Mente clara y estar abierta a todas las posibilidades. Hacer caso a la intuición y tener un ritmo narrativo. El periodismo me ha dado las pautas. Le debo el estilo de literatura que hago.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Cuando empiezo una historia siempre sé cómo arrancar y adónde quiero llegar. El resto del contenido lo van haciendo los personajes, aunque no puedo decir que tengan todo el control. Creo que nos retroalimentamos mutuamente. Nos damos lo que necesitamos. Evitamos así, conflictos, ja,ja,ja.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Tengo varios. Me gustan sobre todo, Alfredo Bryce, Julio Ramón Ribeyro, Ángeles Mastretta, Marcela Serrano, Jorge Luis Borges, Junot Díaz, Isabel Allende, Juan José Millás, Mario Benedetti, Tom Wolfe, Alonso Cueto, Milan Kundera. Abraham Valdelomar y Gabriel García Márquez, en narrativa. Juan Gonzalo Rose, César Vallejo, Juan Cristóbal, María Emilia Cornejo, Gabriela Mistral, entre otros. En cuanto a libros siempre vuelvo a La palabra del mudo, La tregua o Un mundo para Julius.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Acabo de publicar mi tercera novela que lleva por título A este lado y al otro, y hasta hace poco estuve promocionando en USA,  Body maps, la versión en inglés de mi poemario En mi piel. Me puse como meta escribir una novela por año, y lo he estado cumpliendo a rajatabla. Hace unos meses culminé  la  que corresponde a 2015, pero claro tanto este como otros, en su momento, pasan por un riguroso proceso de corrección hasta lograr un acabado satisfactorio. Hasta la fecha, tengo seis manuscritos listos esperando su turno de salir a la luz. 


Elga Reátegui. Escritora y periodista. Nació en Lima. Reside en Valencia (España). Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y se licenció en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza de la capital peruana. Ejerció su profesión en diversos medios de comunicación e incursionó en el mundo de la literatura con el poemario Ventana Opuesta (1993), al cual le siguieron Entre dos polos (1994), Alas de acero (2001), Etérea (2004), En mi piel (2005) Asimismo, junto al escritor y decimista, Pedro Rivarola (ya fallecido) publicó  los epistolarios Correo de Locumba (2002) y Violación de correspondencia (2003), además de la plaqueta de poesía Madera y fuego y el CD Abrazados (2003).
En 2014, apareció en Estados Unidos Body maps, la versión al inglés de su poemario En mi piel.
Ha publicado tres novelas: El santo cura (2007), De ternura y sexo (2011) y A este lado y al otro (2015).
Tiene un blog que  lleva su nombre, donde realiza entrevistas a  personajes del ámbito cultural, artístico y de las comunicaciones, un canal en YouTube, donde difunde su programa cultural Momentos (el cual produce y conduce),  y  un espacio de audio en el que ha colgado parte de su material poético.
Enlaces:
http://elgareategui.blogspot.com.es/

https://www.youtube.com/channel/UCXhrYG4gAn2lnRY39rqpPow

jueves, octubre 22, 2015

Gabriela Ybarra - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Para intentar comprender el mundo y descubrir lo que pienso. Pasé muchos años sin escribir y durante este tiempo sentía que vivía incompleta.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tengo pocas manías. Escribo en todo tipo de lugares: hospitales, aeropuertos, aviones, hoteles, parques… Trabajo mejor por el día que por la noche y no me molesta el ruido. Sin embargo, la música con letra me desconcentra. En invierno bebo mucho poleo.
  
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La familia, la violencia y los sentimientos reprimidos.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Durante un tiempo tuve muy presente el fragmento de una carta que F. S. Fitzgerald escribió a un joven escritor. Empieza diciendo: “Tienes que vender tu corazón”.
 You've got to sell your heart, your strongest reactions, not the little minor things that only touch you lightly, the little experiences that you might tell at dinner. This is especially true when you begin to write, when you have not yet developed the tricks of interesting people on paper, when you have none of the technique which it takes time to learn. When, in short, you have only your emotions to sell.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Me dejo llevar por la historia y por la intuición, aunque a veces antes de dormir desarrollo tramas e improviso estructuras.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Soy una lectora desordenada y poco mitómana. Sin embargo, hay autores que siento que todo lo que escriben me habla directamente a mí. Algunos de estos son: Anne Carson, Natalia Ginzburg, Virginia Woolf, Lydia Davis, Roland Barthes… El primer libro que me volvió loca fue Crimen y castigo de Dostoievski y desde niña admiro mucho a Roald Dahl. También me fascinan las letras del grupo de música Vainica Doble y las películas de Iván Zulueta.  

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Acabo de publicar El comensal, una novela autobiográfica en la que trato de comprender mi relación con la muerte y la familia a través de dos sucesos: el asesinato de mi abuelo a manos de ETA en 1977 y el fallecimiento de mi madre por un cáncer en 2011. Es una historia sobre la importancia de darle un sentido a la herencia familiar para poder construir una identidad propia y sobre cómo hacer visible la muerte puede ser liberador. 


Gabriela Ybarra nació en Bilbao en 1983. Es licenciada en administración y dirección de empresas por la Universidad Pontificia de Comillas y máster en marketing en la Universidad de Nueva York, ciudad en la que vivió tres años. Actualmente reside en Madrid, donde trabaja analizando redes sociales y elaborando estudios de mercado. El comensal es su primera novela.

lunes, octubre 19, 2015

HFS - Los Roncagliolo y final

La charla entre los escritores Carrie Snyder, Tim Bowler y Sadie Jones fue en el Campus de Santa Cruz La Real, y el siguiente acto volvía a tener lugar en el Palacio Quintanar, así que tuve que salir un poco antes de que terminara aquel y apresurarme a llegar al siguiente, del que me separaba una caminata ligeramente cuesta arriba de unos diez minutos aproximadamente. Cuando llegué, me recibió un cartel que decía "Aforo completo", pero yo tenía una entrada, así que me dejaron pasar. Tuvieron que añadir sillas. El local era alargado y claramente insuficiente para toda la gente que estábamos allí, el calor era sofocante. 


En el estrado, sentados frente a frente, Rafael Roncagliolo, Embajador de Perú en España, y su hijo, el escritor Santiago Roncagliolo. La charla estaba comenzada y se escuchaba con dificultad. El ambiente entre ellos era de gran complicidad. Una charla padre e hijo en la que iban desgranando recuerdos, lecturas, la historia de su país y de sus vidas. No pude tomar notas en esta ocasión, así que no puedo reproducir con detalle la charla. Puedo decir que se habló de religión, de la teología de la liberación, del Papa... Dijo Santiago que cuando escucha al Papa Francisco recuerda a los curas de su infancia. "Me temo que soy católico", dijo. Y le sorprendió cuando llegó a Europa que la Iglesia parecía estar obsesionada con la sexualidad. "Que yo recuerde Jesús hablaba de los pobres, no de los heterosexuales", dijo de modo jocoso. 


El primer libro que leyó Santiago fue Tiburón, de Peter Benchley, y el segundo uno de García Márquez, por indicación de su padre, aunque sólo tenía ocho años.

La dimensión política de la literatura del boom es muy importante. Hasta entonces la literatura había estado más marcada por el indigenismo, y la aparición de esta literatura más urbana, con autores como Vargas Llosa, Alfredo Bryce o José Ramón Ribeyro, fue algo muy significativo. No hay ninguna obra que describa la situación de Perú en aquel momento como lo hace Conversación en la Catedral


Siguieron repasando obras y momentos decisivos en la historia de Perú. La situación a mediados de los ochenta, en plena paranoia por Sendero Luminoso. Cuenta Santiago Roncagliolo que unos amigos dispararon su cámara con flash por la noche y fueron arrestados por los militares y retenidos varios días. Visitaron sus casas, y las casas de sus amigos, y él estuvo seguro de que si iban a su casa y veían los libros que tenía, que eran todos revolucionarios, iba a tener un gran problema. 
Los años noventa, en los que el mundo cambió radicalmente. Cayó el muro de Berlín. En esa época los padres de Santiago se separaron y su padre bromea diciendo que eso no tuvo nada que ver con la caída del muro. También repasaron la época de Fujimori, en la que se acabó con el terrorismo y supuso un cambio de modelo económico importante. 


Nombraron un libro reciente de Renato Cisneros, titulado La distancia que nos separa, una suerte de memoria sobre la historia de la familia de este autor cuyo padre fue, precisamente, uno de los militares más autoritarios.
Santiago dice que libros como ese en España le parecen impensables, dada la dificultad que parece existir en este país para revisar la memoria histórica, aunque también hay autores que han hecho cosas en esa línea, como quizá Cercas o Martínez de Pisón.

En el turno de preguntas se plantea la situación de Cataluña y ambos coinciden en que resulta muy interesante vivir en España en este momento. Santiago Roncagliolo dice que España está viviendo grandes cambios, una especie de segunda transición. Le parece triste la situación de Cataluña porque siente que no sólo está rompiendo con España sino también con la comunidad latinoamericana.  


Aquí finalizó este año mi visita al Festival Hay de Segovia. Espero que les hayan interesado estas crónicas.

jueves, octubre 15, 2015

HFS - Carrie Snyder, Tim Bowler y Sadie Jones


La canadiense Carrie Snyder, autora de la novela La corredora, que narra la historia de Aganetha Smart, una mujer que, en las primeras olimpiadas en las que se permite participar a las mujeres en las pruebas de larga distancia, consigue una medalla de oro para su país; el británico Tim Bowler, autor de literatura juvenil que ganó la más alta distinción del mundo anglosajón para una novela para jóvenes en 1998, la Carnegie Medal, por su obra River Boy, un libro sobre la pérdida que narra la historia de una joven llamada Jess, muy unida a su abuelo, un artista que está a punto de morir (respecto a ese libro dice que su mayor preocupación fue que el personaje femenino resultara creíble); y Sadie Jones, escritora inglesa cuyo último libro publicado en España se titula El papel de nuestras vidas, sobre unos personajes que intentan abrirse camino en el mundo del teatro, un libro que surgió de una sensación muy íntima, quería escribir sobre la pérdida del amor, y en esta indagación se encontró con una frase que le impactó y que hacía referencia a que el amor romántico surge cuando se encuentran dos patologías. A estos tres autores los entrevista Berna González Harbour, periodista y autora de novela negra. Tras la primera ronda de presentación, abre el debate con una pregunta muy concreta: "¿Por qué escribís?"


Carrie Snyder vivió en muchos países: EE.UU., Nicaragua, Canadá, porque sus padres eran pacifistas. La memoria es muy importante para ella. Escribe porque no tiene más remedio. Cuando algo le interesa continuamente, y llega a ser obsesivo, hasta que consigue escribirlo no puede quitárselo de encima. Prefiere la novela, aunque ha escrito relatos, poemas, y también tiene un blog.
Empezó a leer a los cuatro años y a los siete ya quería ser escritora. En el libro Guinnes leyó que la escritora que había publicado más joven lo hizo a los cuatro años y eso le pareció fatal, le desilusionó no poder ser ella la que publicara más joven.


Tim Bowler también empezó a escribir joven, a los cinco años. Su primera obra la publicó cuando tenía catorce. Afirma que escribe para enfrentarse a la complejidad, la perplejidad, la belleza, el dolor de la vida. Si se amplía la pregunta a por qué se crea el tema se complica. ¿Por qué pintaba o esculpía el hombre primitivo? Sin duda es un impulso muy poderoso del ser humano que nos lleva más allá de la mera supervivencia, que nos ayuda a explicarnos.
Escribir es una forma de explorarse, de definirse. Escribimos porque nuestros antepasados pintaban en las cavernas. Es una forma de decir "He estado aquí y mira lo que hice".


Sadie Jones dice que sus motivos son los mismos que ya se han mencionado. Escribe porque es algo que no puede evitar, es compulsivo. ¿Por qué crear un mundo paralelo cuando no somos capaces de gestionar el mundo real? Por el mismo motivo por el que se tienen hijos aún siendo consciente de que en el mundo hay ya demasiada gente. Es un impulso. Se hace porque no hay más remedio. Lo cierto es que no es feliz si no escribe.

Se dice que el arte da forma física al fuero interior. Escribir es un acto espiritual.


Berna González Harbour cuenta que ella intentó escribir una novela cuando era joven, pero no lo consiguió. Pensó que no tenía nada que aportar al mundo literario, que ya existían demasiados libros, así que estuvo quince años sin escribir, hasta que comprendió que sus libros eran necesarios para ella misma y reemprendió su carrera de escritora.
Escribir, además, le ha permitido tener experiencias que de otra forma no habría tenido, como conocer y conversar con un policía o con un forense, algo que hizo para documentarse a la hora de escribir uno de sus libros.


Carrie Snyder dice que casi todo ocurre en su imaginación. Pero también ocurre que la gente te cuenta historias y a veces pareces un psicoterapeuta.
Tim Bowler interviene diciendo que las mejores historias son las que no te cuentan. Las historias nos rodean y a él lo que le interesa es la historia que condiciona un determinado comportamiento, es decir, indagar en por qué ocurren las cosas.
Sadie Jones coincide en el concepto de literatura como experimentación, aunque pueda sonar paradójico que se necesite el mundo real para escribir y luego haya que aislarse de esa realidad, porque se escribe a solas en una habitación.

Mi atención durante el debate se desvía intermitentemente a una de las traductoras, que es visible detrás de un cristal en la pared que hay a mi derecha. Gesticula mucho, mueve las manos, es como si se dejase poseer de algún modo por la persona a la que está interpretando, nunca mejor dicho.


Surge un debate sobre si el periodismo y la ficción son géneros opuestos.
Carrie Snyder dice que existe un periodismo a la altura de la mejor ficción, pero a ella lo que le asusta del periodismo es que debe ser muy fiel a la realidad.
Sadie Jones dice que la gente necesita historias y no cree que se pueda reinventar la novela.
Tim Bowler, por su parte, dice que no le importan las etiquetas. La literatura no tiene edad. La historia lineal sigue presente. La novela clásica en su desarrollo no muere porque la gente sigue necesitando historias.

La charla llega a su fin, pese a que se ha abierto un nuevo debate sobre la forma de la narración. También alguien del público pregunta sobre esta cuestión. Carrie Snyder no desprecia otras formas de articular una historia, el formato del blog, por ejemplo, ya supone una nueva forma de narrar. Pero Tim Bowler sigue defendiendo la historia en su forma clásica, la fascinación del drama o la aventura bien dosificada.

La charla llega a su fin y cuando salgo del Campus de Santa Cruz la Real, ya es de noche. El aire es fresco. Alguien que camina justo detrás de mí comenta con su acompañante que este fin de semana, con motivo de la celebración del Hay, se celebran todo tipo de actos hasta altas horas de la madrugada. Esta misma tarde estaba anunciado un concierto gratuito de la cantante Clara Blume en la Plaza de San Martín que despertó mi curiosidad pero al que ni siquiera pude acercarme.

lunes, octubre 12, 2015

HFS - Maylis de Kerangal


Maylis de Kerangal es una interesante escritora francesa de la que se han publicado en español dos libros: Nacimiento de un puente y Reparar a los vivos. Fue entrevistada por Guillermo Altares en el Palacio Quintanar. El acto empezó con un ligero retraso debido a problemas técnicos con los equipos de sonido. Entre el público estaba Emmanuel Carrère.

Sus libros tienen una dimensión documental y de exploración que los hace muy interesantes. No suele narrar historias protagonizadas por un personaje, en sus libros el objeto principal sobre el que gira todo lo demás suele ser algo colectivo. En ellos puede haber varios personajes importantes, pero a la autora le preocupa que no haya uno que lo acapare todo, y pone especial cuidado en ello.

No se plantea cambiar de registro, no porque tenga muchos lectores o buenas críticas, sino porque se siente cómoda escribiendo este tipo de historias. Le parece que escribe novelas de acción, que en sus libros hay una dimensión épica, y desde luego no se siente obligada a escribir según lo que se pueda esperar de ella, eso supondría una presión demasiado grande.


Me llama la atención que es una mujer que gesticula mucho. Cuando la vi a la entrada del acto, parecía una persona más tranquila, pero ahora la veo hablar deprisa y me resulta incluso difícil sacar una foto en la que no esté moviendo las manos.

Cuando empieza un libro sabe exactamente cómo va a ser el final, así que proyecta un itinerario y se lanza a una especie de viaje en el que, aunque el objeto pueda ser real, lo que le interesa es la ficción. Sus libros no son reportajes ni pretenden serlo. Le gusta el género de la novela porque lo puede absorber todo. 


Su última obra, Reparar a los vivos, describe todo el proceso de un trasplante de corazón. En sus libros intenta destacar aquello que nos hace humanos. En este caso, el de un trasplante de corazón, se trata de una cadena humana, unida por un sentido de la colaboración perfectamente sincronizado. Se trata de personas separadas espacialmente pero no temporalmente. Están unidos por una causa, aunque no se conozcan entre ellos.

No se trata de una reflexión profunda sobre la muerte. Su interés inicial por el tema no era médico. Sin embargo, le sorprendió el concepto de muerte cerebral. Por ahí entró en el tema. La muerte tuvo una definición legal en 1959. Ese fue el punto de partida del libro. El corazón, en nuestra cultura, tiene un gran simbolismo, se refiere al amor, al afecto, a la sensibilidad... pero no es el corazón lo que marca la vida del ser humano, sino la actividad cerebral.

El leguaje médico, por lo general, es críptico, y le interesó descifrarlo. También el hecho de que es una profesión con posibilidad de fallo, con momentos en los que no hay nada que hacer y eso es duro de aceptar. Eso es lo que nos fascina de la medicina, su relación con nuestra mortalidad. El libro tiene un trabajo exhaustivo desde el punto de vista de los protocolos. Todo es exacto, calculado. Ha tenido mucho cuidado a la hora de describir quién hace qué y en qué orden. Para ello ha tenido que documentarse mucho, entrevistar a muchas personas, e incluso consiguió asistir a una operación de trasplante de corazón. Fue una experiencia impresionante, a nivel personal. Es algo que no se sabe cuándo va a suceder, pero finalmente consiguió estar presente.

Toda esta exactitud en las descripciones ha contribuido al éxito del libro. De hecho, ha recibido muchas cartas de cirujanos, anestesistas y otros profesionales, felicitándola. Hay cardiólogos que lo distribuyen entre su personal. 


En este tema, una de las cosas que más le han sorprendido e interesado es la técnica y su relación con algo arcaico. En una operación de esta importancia, se produce una unión muy curiosa entre la tecnología y, podría decirse, lo cotidiano, ya que hay un montón de monitores proporcionando todo tipo de datos, incomprensibles para un profano, y en un momento dado, sin embargo, el médico mete literalmente las manos en el pecho del paciente, masajea el corazón, y luego la herida se cose de un modo muy tradicional.

 Sobre si ella se ubicaría en la tradición literaria del siglo XIX, con autores como Zola, por ejemplo, responde que en ciertas cosas sí. La dimensión de creación de la técnica le apasiona, y el hecho de darle al libro un aspecto de divulgación, de conocimiento, le parece muy importante.

Ha visto tres de sus libros adaptados al cine y uno al teatro (precisamente éste último) pero ella no participa en esos proyectos. Se considera la persona menos adecuada para adaptar sus propios escritos.


La charla llega a su fin y debo admitir que he quedado muy impactado por esta autora. Me ha fascinado su visión de la literatura. En estos festivales uno tiene que elegir unos actos y descartar otros, sencillamente porque coinciden en los horarios. En el momento de salir de este coloquio tengo la certeza de que acerté con la elección.

jueves, octubre 08, 2015

HFS - Jessie Burton


Jessie Burton es una escritora inglesa cuya primera novela, La casa de las miniaturas, la ha lanzado a la fama. Tiene una sonrisa muy simpática, gesticula mucho y se muestra muy natural. Parece llevar con bastante naturalidad que su libro vendiera más de 500.000 ejemplares en su país, fuera libro del año en 2014 y se publique en más de treinta países. A esta actriz que se ganaba la vida como secretaria de dirección le ha cambiado la vida.

Hasta ahora escribir era, para ella, una afición, nada especial. Lo que más apreciaba de la escritura era su libertad, no depender de nadie era lo que le fascinaba. En 2008 empezó un proyecto, pero lo abandonó. Luego visitó Amsterdam, y en el Rijksmuseum vio una casa de muñecas que le impactó. En el siglo XVII las mujeres gastaban mucho dinero en esas casas en miniatura. En ese momento una historia comenzó a tomar forma en su cabeza. La iba escribiendo cuando podía, incluso en el trabajo. Bromea diciendo que a veces temía confundirse y mandar algún párrafo en uno de los correos electrónicos.


El libro está ambientado en 1686 y narra la historia de Nella, una joven de diecisiete años que se traslada a vivir a la casa de su marido, un próspero comerciante llamado Johannes Brandt que, como regalo de bodas, le da una casa de muñecas que es una réplica exacta de la mansión, en la que conviven también la hermana soltera de Brandt y unos fieles sirvientes.

Cuando la gente se refiere a su protagonista como una mujer fuerte, la autora se da cuenta de que se refieren a algo inusual. Ella piensa que la mujer puede enfrentarse a cualquier situación, por muchos obstáculos que encuentre. Y le pareció que si ambientaba su historia en el pasado, esos obstáculos resultarían aún más evidentes. 


Ella se ha definido en alguna ocasión como feminista y Marian Hens, que es quien la está entrevistando, le pregunta cómo ve el feminismo una londinense de treinta y tres años. Y ella dice que hay varias formas de feminismo. Ella se considera una mujer afortunada, ha podido tener diversidad a su alrededor y conocer a personas que no han tenido tantas oportunidades para igualar el terreno. No piensa que el feminismo tenga que ser una acción dirigida a imitar lo que hacen los hombres.

Algunas de las críticas que se le han hecho a la novela se basan en afirmar que la protagonista se comporta más como una adolescente del siglo XXI que del siglo XVII. Se asume que antes no existían las mismas voces porque no era fácil oírlas. Ella cree que se trata de preocupaciones universales. No cree que interiormente no existiera esa forma de pensar, otra cosa es lo que podía expresarse en el exterior. 


Acaba de entregar el manuscrito de su segunda novela, ambientada también en un periodo histórico, aunque mucho más reciente: la guerra civil española. Ella ha vivido en el sur de España, en Chiclana. Es una enamorada de España, del arte español. En este libro quería hablar de lo que pasa en un pueblo donde viejas rencillas se desentierran, la gente se siente amenazada, es decir, de lo que le pasa a la gente de a pie, más que del conflicto como algo más grande.

Le preguntan si el género histórico va a marcar su escritura. Dice que a ella lo que le gusta es que uno sienta una evasión pura, la lectura como escapismo. En ese sentido sí tiene interés por la historia, como evasión, como exploración. Pero lo más importante es la trama. No pretende dar lecciones de historia, con datos, hechos relevantes, etcétera. Pero sí hay que investigar sobre las costumbres, qué comían, cómo vestían, ese tipo de cosas.


Ella escribe con desesperanza. Siempre hay una frustración entre lo que uno imagina y lo que plasma en el papel. Cree que fue Dorothy Parker quien dijo: "Odio escribir, pero adoro haber escrito". Se siente identificada con eso.
Su primer libro ha tenido mucho éxito. Le dicen que ha tenido mucha suerte. Y sí, es cierto, pero también es verdad que cuesta mucho trabajo tener suerte. La casa de las miniaturas la escribió cinco veces. Llevaba seis años escribiendo antes de que le publicaran.

Por último, dice que ha grabado el audiolibro de La casa de las miniaturas para tener la oportunidad de representar a todos los personajes, ya que le encanta su profesión de actriz.

domingo, octubre 04, 2015

HFS - Emmanuel Carrère


El escritor Emmanuel Carrère es entrevistado en el Aula Magna del Campus de Santa Cruz La Real por Guillermo Altares. Hay bastante gente, pero no tanta como me esperaba, teniendo en cuenta que la visita de Carrère supone, para mí, el acontecimiento más importante del festival de este año, con todos los respetos. Es el mismo lugar que se abarrotó el año pasado con la charla entre Le Clézio yVargas Llosa, en aquella ocasión los asistentes desbordaron el aforo del lugar.
Carrère es uno de los escritores más importantes en la actualidad. Es uno de los pioneros de la autoficción. Dice que la ha practicado desde que escribió El adversario, el libro sobre la historia de Jean-Claude Romand, un hombre que fingió durante años ser otra persona y que, cuando su mentira se desmoronó, asesinó a toda su familia.

No podía acercarse a un personaje como éste en tercera persona, le resultaba problemático desde el punto de vista artístico y también moral. Él no podía saber lo que ese hombre pensaba en esos momentos, escribía lo que creía que ese hombre podía pensar o sentir, pero no lo sabía con certeza y necesitaba dejar eso claro.

Cuando uno escribe cosas que hacen referencia a la realidad y a personas reales, el problema no es tanto lo que escribe sobre uno mismo sino lo que escribe sobre los demás. A fin de cuentas, uno siempre tiene el control sobre lo que va a contar, así que la cuestión es procurar no hacer daño. Si de algún libro se arrepiente es quizá de Una novela rusa, pues en él sí tiene la sensación de haber transgredido algún límite moral.


Su último libro se titula El Reino, y trata sobre el cristianismo. Lo define como una especie de visita guiada por el Nuevo Testamento. Dice que le llama la atención que una historia tan rara, tan increíble, haya prevalecido en el tiempo. Estamos acostumbrados al cristianismo y no nos extrañamos, pero resulta absolutamente increíble la historia, y las imágenes que se derivan de esa historia. También los ritos son sumamente extraños y su intención es trasladar esa extrañeza al lector, acercarse a algo que está muy arraigado y aceptado, con la mirada de alguien que se aproxima desde el exterior.

Guillermo Altares le pregunta si cree que se está viviendo el final de la influencia cristiana en Europa y Carrère responde que no es un sociólogo de la religión pero, en cualquier caso, al margen de que pueda existir una especie de núcleo duro que acepta todo a pies juntillas, sería una lástima que desapareciera el cristianismo, ya que hay algo en él que da forma a nuestra forma de pensar, a nuestra forma de ver el mundo y enfrentarnos a él.

En Europa se ha perdido libertad de expresión respecto al islamismo, y es cierto que criticar el cristianismo no suele tener coste alguno, no obstante su libro, aunque es el libro de un agnóstico, está escrito con respeto y no ha creado polémicas.

Hay fundamentalistas cristianos, desde luego, pero en general piensa que es una religión que envejece, con todo lo que ello conlleva, debilidad por un lado pero a la vez mayor sabiduría.

Dice que no ha tenido una relación "castrante" con el cristianismo. No se trata de un libro escrito a modo de revancha porque no tiene motivos para ello. De hecho, profesó una Fe muy fuerte durante unos tres años, en una época en que estaba muy mal y buscaba una forma de salir adelante. En ese momento la Fe cristiana se le apareció como una tabla de salvación. 


Emmanuel Carrère escribió también un libro sobre Philip K. Dick, un escritor que anticipó muchos de los temas más actuales, como la realidad virtual, la sustitución de la realidad, etc. Diría que Dick es un escritor tan importante para el siglo XX como Dostoievski lo fue para el XIX. Se titulaba Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Philip K. Dick tuvo una experiencia mística al final de su vida y se preguntaba si se había encontrado con Dios o si era una víctima de su legendaria paranoia. En ese libro también se habla mucho de San Pablo. Así que siente que hay algo recurrente en todo este tema.


En el libro también se habla de la serie de televisión en la que participó en un principio, Resurrection, que plantea un tema muy interesante: qué sucedería si fuese cierto que los muertos resucitaran y volvieran a sus casas sin ninguna explicación. No se trata de una película de tema zombie, sino de algo realista. Sería un auténtico shock, algo impensable y difícil de asumir.
Carrère abandonó esa serie porque le iba a ocupar mucho tiempo, antes de saber el éxito que iba a tener. El caso es que se ha dado cuenta de que el cristianismo tiene mucho que ver con esa serie.

En el Evangelio de Pablo, y en el de Lucas, se habla de la capacidad de resucitar a la gente como algo normal, aunque Pablo deja claro que piensa que es algo imposible. Por tanto, desde el momento que se afirma que una persona ha resucitado se divide a la gente entre los que están dispuestos a creer en ello y los que no.


La literatura francesa dice que no está en un mal momento. Hay autores muy reconocidos, como Echenoz, Houellebecq, Modiano, o Maylis de Kerangal, que se encuentra entre el público, que se ocupan de la vida real y que demuestran que el tópico de que a la literatura francesa le gusta mirarse el ombligo es absolutamente falso.


Alguien del público le pregunta si ha vuelto a tener noticias de Jean-Claude Romand, pues se decía que podría quedar en libertad este mismo año. Dice que no, y que no cree que haya sido excarcelado, supone que se habría enterado. Podría negársele esta posibilidad porque su historia ha sido muy mediatizada, y respecto a esto se siente responsable, ya que sin duda ha contribuido a esa mediatización. Sea como fuere, deja claro que no piensa ir a esperarle a la salida de la cárcel.