jueves, julio 23, 2015

De libros - Vacaciones de verano

Se acerca el periodo de las vacaciones y este blog también se tomará su correspondiente descanso.

Un momento de relax y reflexión, también un buen momento para leer. Creo que ya he comentado en alguna ocasión que tardo más tiempo en decidir qué libros viajarán conmigo que en hacer la necesaria maleta de ropa.

Este año llevaré conmigo un ebook que me regalaron hace unos años y al que no termino de darle el uso que sin duda merece. Es más, mi lista de libros para este verano sigue refiriéndose a libros en papel.

En primer lugar, me llevaré la novela Trabajo sucio, de Larry Brown, autor del magnífico libro de cuentos Amor malo y feroz. Ha sido editado por la nueva editorial Dirty Works y una de las frases promocionales lo describen como un cruce entre Alguien voló sobre el nido del cuco y Johnny cogió su fusil, dos de mis libros favoritos. Al parecer se trata de la primera novela de este autor que falleció en 2004, espero que poco a poco se vaya rescatando su trabajo.

Otro libro que espero devorar estas vacaciones es Cómo ser grosero e influir en los demás (Editorial Malpaso), sugestivo título de las memorias de Lenny Bruce, controvertido cómico que falleció un 3 de Agosto del año 1966. En sus actuaciones utilizaba un lenguaje provocador y trataba los temas desde el punto más políticamente incorrecto, lo que le causó graves problemas con la justicia. En 1974 Bob Fosse rodó una película sobre Lenny Bruce que fue interpretada magistralmente por Dustin Hoffman.


Tercera opción: Cuando Kafka hacía furor, de Anatole Broyard, en la editorial La Uña Rota que ya publicó anteriormente su Ebrio de enfermedad.
Subtitulado "Memorias del Greenwich Village" rinde "homenaje a una bohemia olvidada a través de las vivencias de un joven ávido por encontrar no sólo su voz, sino también su propio espacio en un paisaje y un tiempo irrepetibles".


Luis Quiñones acaba de publicar en Algón Editores su novela Un hombre detrás de la lluvia. Una historia de intriga que gira en torno a los motivos por los que el viejo Oswaldo no cumplió la orden de asesinar a un hombre del que no conocía nada.


También el libro de relatos de Esteban Gutiérrez Gómez titulado Mi marido es un mueble, editado por Lupercalia.


Y no puedo terminar esta entrada sin recomendar la visita a la página de la editorial Talentura, que este verano lanza una interesante oferta: 5% de descuento y sin gastos de envío del 9 de julio a 31 de agosto.


¡Feliz verano!

lunes, julio 20, 2015

Marta Aponte Alsina - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque escribiendo aprendí a vivir. Para pensar, conversar con personajes que nunca son solo extensiones de mi limitada experiencia; para asomarme a sus sensibilidades y espacios. Es un quehacer parecido al del intérprete.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Leo, observo, escucho, tomo notas y fotografías, acumulo información. Empiezo a escribir cuando lo ingerido se desborda y llega a un nivel, digamos, de saturación; cuando empieza a pesarme mucho, y me “habla”.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La cultura misma y sus artefactos, asombrosos y terribles. Los nexos, conexiones y constelaciones que existen entre personajes históricos y ficticios y sus contextos.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Se escribe por amor y se publica por atrevimiento. Pasión y riesgo.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Me animo a escribir cuando me enamoro, o me obsesiono, con situaciones, personajes, palabras. La asimilación de esos objetos del deseo no es puramente mental. Llegan a formar parte del cuerpo mío, no de un cerebro mecánico, rector. De manera que el escenario se ha enquistado en mí, y escribo desde ese espacio nuevo que me he formado con reflexiones, observaciones, escuchas y lecturas. En respuesta a tu pregunta, ninguno de esos dos extremos.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Siempre cambian, pero suelen ser autores sensibles y generosos. El dolor y la complejidad del animal humano están muy presentes en sus escritos, pero sin regodeos oportunistas, desdeñosos o sensacionalistas.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Acabo de publicar este año la novela La muerte feliz de William Carlos Williams, que se relaciona con el poeta y su madre, la puertorriqueña Raquel Elena Hoheb. Ahora acumulo materiales para un libro sobre la vida y la historia de una carreta del sur de la isla, en torno a la cual se gestaron comunidades relacionadas con la experiencia de la esclavitud negra en el siglo XIX y la explotación del imperio azucarero en el siglo XX, hasta el oscuro lugar que ocupan en la actual economía del narcotráfico, coexistente con los laboratorios experimentales de ingeniería genética de compañías como Dupont y Monsanto. En apretado resumen, el mundo en un tramo de carretera y sus fantasmas. Un modelo podría ser Los anillos de Saturno, de Sebald. Hay mucha riqueza natural y humana en esos parajes.


Marta Aponte Alsina es autora de novelas y relatos. En 1994 publicó la novela Angélica furiosa. Siguieron El cuarto rey mago (novela, Sopa de Letras); La casa de la loca (relatos, Alfaguara); Vampiresas (novela corta, Alfaguara); Fúgate (relatos, Sopa de Letras); Sexto sueño, (novela, Veintisiete Letras); El fantasma de las cosas (novela, Terranova Editores), Sobre mi cadáver (novela corta, La Secta de los Perros) y Mr. Green (Random House Mondadori, serie Flash de libros digitales). Sexto sueño recibió el Premio Nacional de Novela otorgado por el Pen Club de Puerto Rico y ha sido traducida al francés y al alemán. Además de narraciones, la autora ha publicado ensayos sobre literatura puertorriqueña y caribeña, así como entrevistas con escritores de América Latina y España. Varios relatos suyos se han traducido al inglés. En 2014 le fue otorgada la cátedra Nilita Vientós Gastón, que confiere el Programa de Estudios de Mujer y Género de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Acaba de publicarse su novela La muerte feliz de William Carlos Williams. Editorial Dragomanni publicará la versión italiana de Sobre mi cadáver en 2015. Ha sido editora de libros y revistas, entre ellos la antología Narraciones puertorriqueñas, publicada por Fundación Biblioteca Ayacucho. Fue directora de La Editorial de la Universidad de Puerto Rico y de la Editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña. 

jueves, julio 16, 2015

Nere Basabe - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Para calzar la pata de la mesa de la realidad que cojea. Y porque es lo que mejor me hace sentir.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Varían con cada proyecto: la primera novela la escribí siempre de noche, a la luz de una vela, a golpes anárquicos de inspiración. La segunda, con disciplina de oficinista, en horario de mañana, despertador mediante domingos incluidos. Escribo en tensión, así que me acompaño de comportamientos algo compulsivos: antes bebía mate argentino en cantidades industriales; ahora fumo mucho. Y necesito cada vez más silencio.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Los dilemas morales. La persistencia en los errores. La búsqueda fracasada de la felicidad. Las patologías sociales. La tensión entre la soledad y las –difíciles- relaciones humanas porque, como decía Gabriel Celaya, “a solas soy alguien,/ valgo lo que valgo. / En la calle, nadie / vale lo que vale”.


4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Olvidar todo lo que sé, todos los consejos, reglas y técnicas, ésa es la principal recomendación: dejarme llevar sólo por la intuición. Y recuperarlos luego, a la hora de corregir.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Planifico mucho: la historia tiene que existir en mi cabeza antes de ponerme a escribir, y algunas historias tardan años en germinar y madurar. Tengo que familiarizarme con los personajes, convivir con ellos, conocerlos bien. Por las noches, antes de dormirme, recreo un ensayo general de la escena que me toca escribir al día siguiente, la repito una y otra vez en mi cabeza hasta que sale bien. Lo que no obsta para que luego, a la hora de escribir, muchas cosas cambien sobre el plan original trazado, porque la escritura tiene su propia lógica.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Cada vez soy menos dada a ese tipo de adscripciones fervorosas e incondicionales, con los años me he vuelto inconstante, picoteo aquí y allí y olvido rápido mi admiración. Apenas releo. Los autores que me hicieron escritora supongo que siguen siendo, a mi pesar, los que me marcaron en la adolescencia y de los que seguramente ahora renegaría. Un trío de mujeres francófonas: Marguerite Duras, Marguerite Yourcenar y Simone de Beauvoir (en su vertiente de novelista); tres novelas del boom latinoamericano que devoré en un mes de enero de hace veinte años: Rayuela, Cien años de soledad y Conversación en la catedral. Y Borges, y Vallejo, y Baudelaire. Leí sin desmayo a Saramago durante un par de años, hasta que me cansé de él, como también me cansé de Bryce Echenique. A día de hoy creo que sólo corro a la librería cuando hay una novedad de Michel Houellebecq, aunque no siempre cumple mis expectativas.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Acabo de publicar la novela El límite inferior en la editorial Salto de Página, una historia con aires de novela negra que anidó muchos años en mi cabeza y se proponía como una reflexión sobre el espacio, esos pueblos costeros de veraneo que fuera de temporada se convierten en una suerte de no-lugares, y a la que las convulsiones económicas y sociales de los últimos años parecen haber dado una nueva dimensión histórica. Ahora estoy escribiendo algunos relatos que tienen como tema común la naturaleza fatal del escorpión, mientras me parto la cabeza dándole vueltas a la estructura y la voz de la nueva novela que estoy planeando, sobre los exilios de ayer y hoy.


Nere Basabe (Bilbao, 1978) es Doctora en Historia del pensamiento político por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado como profesora e investigadora en las Universidades del País Vasco, Complutense y el Instituto de Estudios Políticos de París. Es traductora de francés, colaboradora en prensa y autora de las novelas Clara Venus (Tropo editores, 2008) y El límite inferior (Salto de Página, 2015).


*La foto es de Isabel Wagemann

lunes, julio 13, 2015

Rafael Camarasa - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Esa es la gran cuestión. Aunque parezca una perogrullada, para mí no hubo ni hay en el acto de escribir, al menos en su eje principal, ninguna ambición externa, nada exterior. Quizá sea egoísta, pero escribir supone para mí, ante todo, ahora y en otras épocas de mi vida, pura higiene mental. Una manera de no volverme loco y asumir mi insignificancia en el mundo, huir del aburrimiento de los días, de la rutina de los trabajos y actos alimenticios que nos toca realizar. Es una forma de conjurar tus fantasmas huyendo a mundos que, curiosamente, a veces son más miserables y tristes que el de uno, pero donde tú eres el que mueve los hilos y donde estas a salvo. Aunque, luego, bien pensado, si esto fuera del todo así, no publicaría y me conformaría con guardar lo escrito en un cajón. Es ahí donde entra lo de escribir para sentirse querido, conectar con mis semejantes, conmover, dar y compartir mi visión de la vida, etc, etc.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Soy la anarquía pura. Anoto ideas, frases -a veces en libretas, servilletas, en borde de páginas de libros-, y luego las paso al ordenador, donde voy moldeando, puliendo, añadiendo. Como decía Saramago, el ordenador, en contra de lo que muchos piensan, es un artefacto que nos acerca a los artesanos, y el recorta y pega tiene que ver mucho con esa labor. Nunca escribo a mano –salvo esos pequeños apuntes de los que he hablado- y siempre, sin ninguna excepción, tengo claro el final. Por supuesto, la trama a medida que escribes puede variar. No así el final, las últimas frases son para mí más definitorias que las del principio. Respecto al lugar y la hora en la que escribo, en el despacho que tengo en casa y por la tarde-noche.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Lo cotidiano y lo oscuro de lo cotidiano. Las personas que me rodean. El día a día y sus pequeñas miserias que son siempre el germen de las grandes tragedias. Puedo hacer un relato de la Primera Guerra Mundial –de hecho lo hice-, pero el soldado aparecerá en una situación cotidiana que podría pasar en nuestro mundo actual. Mis relatos están llenos de vecinos, amas de casa, casas, oficinas de trabajo. El trabajo, esa gran fuente de situaciones. Un microcosmos, un muestreo del mundo –al modo del que se hace en las elecciones- que, por extensión, te da una visión de la sociedad y de la condición humana. Nuestro entorno, que a veces nos parece anodino, está lleno de lugares donde mirar, personajes e historias perfectamente extrapolables a otros lugares y situaciones. El ser humano, siempre es el ser humano. Y su soledad. Citando a James Salter: “Sangre, sexo, guerra y nombres. El mismo ramillete sirve para la Ilíada y la portada de cualquier periódico”.
  
4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Siempre intentar decir lo que quieres decir de una manera que nadie lo ha dicho. Sé que esto es una quimera y, quizá, pretencioso. Todos los temas están tratados en la literatura y dichos de infinitas maneras, pero creo que si lo intentas o lo tienes como objetivo, lo que tengas que decir se apartará lo máximo posible de los terrenos trillados. Por supuesto, a veces no se consigue, pero se ha de intentar.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Tengo la idea general y, como he dicho antes, casi siempre el final. A veces la historia te lleva por caminos que no esperas pero, por muchos rodeos inesperados y que a veces mejoran lo previsto, acaban en el final que ya tenía pensado y que no varía mucho de lo pensado en principio.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Escribo, aunque –sé que suena a sacrilegio- no leo lo que debería. Soy un lector lento y ecléctico, pero con fidelidades eternas. Ante todo, Chejov. También Carver, Auster, Cortázar, Salinger, Pàmies y Boris Vian -por supuesto-. En poesía Pavese, Margarit, Blas de Otero y Szymborska –qué grande-.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Lo mío es cíclico. Paso épocas en las que publico un libro por año, para luego pasar cuatro o cinco sin publicar nada, lo que no quiere decir que no escriba. Mis últimos libros fueron Cromos (Editorial Denes 2007) y El sitio justo (Palabra Ibérica 2008), este último con traducción al portugués. Son libros de textos en prosa, a caballo entre el poema y el microrrelato, que ganaron dos premios de poesía. En 2010 aparece Feos (Editorial Denes 2010), hasta ahora mi único libro de relatos. Tengo escritos tres libros  (uno de poemas y dos de relatos), a la espera de editor. Alguno de ellos ha estado a punto de publicarse, pero al final se ha malogrado. Ahora estoy en tratos con una editorial. No desespero.


Rafael Camarasa (1963) Entre otros, ha publicado los libros de poemas: Cabos sueltos (Ed. Cuadernos de Helena, Elche, 2003), Cromos, Premio Creación poética Paiporta (Editorial Denes, Valencia, 2007) El sitio justo Premio Internacional Palabra Ibérica (Colección Palabra Ibérica, Huelva, 2008). En narrativa ha publicado el libro de relatos Feos, Premio Otoño Villa de Chiva de Narrativa Breve (Editorial Denes, Valencia, 2010)
Sus relatos han aparecido en la antología Por favor sea breve 2 que la editorial Paginas de Espuma ha dedicado al microrrelato en castellano.
También gestiona el blog Propósitos de un pez.

jueves, julio 09, 2015

Anabel Rodríguez


1.- ¿Por qué escribes?

Me lo he preguntado muchas veces y sinceramente, no soy capaz de dar una respuesta lógica. Escribir es para mí una necesidad física. Es la manera en la que puedo reflexionar, inventar, llegar a los demás. No diré que me hace ser mejor persona, pero sí me hace sentirme más a gusto con la persona que soy.
Cuando era pequeña escribía poesía, en plan Gloria Fuertes, versos muy rimados, divertidos. Me encantaba escribir, tenía una libretita preciosa donde apuntaba las cosas. Luego se perdió todo. Se perdió  la poeta y la libretita. Llegué a un punto en el que no era capaz de poner nada por escrito, sentía vergüenza de mis palabras y así estuve hasta los treinta y tantos, cuando nacieron mis hijas gemelas.
A los pocos meses de nacer me di cuenta de que si podía lidiar con dos bebes (dieciséis tomas diarias, dieciséis cambios de pañales, varias lavadoras, secadoras, baños, infinidad de noches casi sin dormir…) y sobrevivir al desastre, podía hacer todo lo que me propusiera. Mi marido me animó a crear un blog. Fui dando pasos, haciendo cursos, escribiendo sin cesar y ahí sigo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Ninguna. Con que no entre nadie en mi despacho me doy por satisfecha. He escrito varios años en una habitación pequeña y oscura, también he escrito ocasionalmente en  una terraza, en la biblioteca… Ahora tengo un despacho muy bonito, tanto, que mis niñas se las apañan para entrar cada dos por tres.  
En cuanto a los instrumentos de escritura, empleo sobre todo el ordenador, pero también escribo a mano cuando el cuerpo me lo pide.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

No sé si es por mi trabajo como abogada,  pero una de mis obsesiones es la Justicia, no tanto como Administración de justicia, sino con la idea de la Justicia en sí y los problemas de conciencia que determinadas situaciones pueden acarrear. Me preocupa también la indefensión que en la sociedad han sufrido y sufren determinados grupos: mujeres, niños, personas con pocos recursos económicos. El concepto de Justicia como una rueda que todo lo aplasta es algo que me horroriza, pero tengo la sensación de que a veces funciona así, que es como si hubiéramos perdido la sensibilidad o prefiriésemos tenerla adormecida.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Te decía que cuando comenzaba a escribir me sentía muy insegura, bloqueada. Seguí dos libros El camino del Escritor de Julia Cameron y El Gozo de Escribir de Natalie Goldberg. No recuerdo en cuál de los dos encontré una frase que me repetía hasta la saciedad “A escribir se aprende escribiendo, parece fácil y lo es”. A mí me permitió desprenderme de muchos complejos.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Trato de planificar, porque me facilita muchísimo el trabajo. Sin embargo no todas las historias se planean igual (no es lo mismo un cuento que una novela).
También es cierto que, a pesar de la planificación (o tal vez por ella), en ocasiones la historia y los personajes toman unos derroteros que no te planteabas en principio. Tal vez sea la propia trama la que los traiga, o el enriquecimiento de un personaje a fuerza de desarrollarlo. Creo que es importante estar abierto a lo que vaya sucediendo, acomodarse a esos desvíos que vienen de forma inesperada porque pueden enriquecer el resultado final. Así que supongo que yo soy de mapa y brújula, me sirvo de todo lo que me ayude a escribir una historia.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Soy muy ecléctica en mis lecturas, tan pronto leo novela negra, como histórica, luego paso a biografías y termino buscando clásicos. Leo lo que me pide el cuerpo en cada momento. Sin embargo reconozco que entre mis escritores favoritos están Truman Capote, Harper Lee , Jane Austen, John Steinbeck, Wislawa Szymboska...pero Henning Menkel me entretiene una barbaridad y también me entretuvo en su tiempo Anne Perry.  También tiendo a seguir las recomendaciones de lectura que me hacen mis amigos. Sin embargo este 2015 a raíz de determinadas publicaciones en el País y el ABC referidos a los mejores libros del año anterior, me di cuenta de que la representación femenina en esas clasificaciones era casi nula por lo que decidí hacer algo que no había hecho nunca, elegir lo que leo según el sexo de los escritores. De repente tuve la sensación de que también en el mundo del arte, en el de la literatura, la mujer continúa ocupando un puesto secundario, especialmente en lo que a crítica se refiere.  El público es mucho más abierto y da a las mujeres el lugar que merecen. Así que este es mi año de literatura paritaria y supongo que el resultado será enriquecedor. De todas formas estoy de enhorabuena, pronto sale la segunda novela de Harper Lee.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Acabo de publicar mi primera novela, titulada Azaría, hace un mes y está funcionando muy bien. Es una experiencia divertida, novedosa y excitante. A veces me siento nerviosa porque no conozco a los lectores y me pregunto si les gustará, qué les parecerá todo este esfuerzo. Es una especie de exhibición a la que me estoy sometiendo sin saber muy bien cómo.
Azaría es una novela negra ambientada en un pueblo imaginario, llamado Azaría, se ambienta en la época de la dictadura de Primo de Rivera. Es un pueblo aparentemente tranquilo en el que alguien mata a dos ancianos (los hermanos Cándido y Paquita Gutiérrez). Su vecina, Inés, una solterona de tan sólo 27 años de edad a la que apodan la “Espanzurranovios”, se empeña en averiguar qué es lo que ha sucedido y comienza a investigar a raíz de que un paisano sea detenido y torturado por la Guardia Civil.
Me interesaba mucho que el pueblo fuera un personaje más de la novela, que cobrase relevancia porque tengo la convicción de que hemos abandonado el ámbito rural no sólo física, sino también emocionalmente. En definitiva quería dotar de relevancia al pueblo como escenario. Si alguien quiere leer el primer capítulo puede descargárselo en mi página http://anabelrodriguezazaria.com/.


Anabel Rodríguez (Badajoz, 1973), el licenciada en derecho, ejerce como abogada especialista en derecho administrativo y mediación en la ciudad donde nació. Ha participado con relatos en diversas obras colectivas como Vitamina C (Fuentetaja), primera edición de Escritores de Cajón (CELARD), ha ganado y sido finalista en diversos premios de relato y microrrelato. ha colaborado con diversas publicaciones literaria y artísticas on line, entre las que destacan Granite and Rainbow, Visor y Delirio. Escribe el blog La puerta deshecha.
Azaría (Ediciones del Serbal) es su primera novela publicada.

*La foto es de Domingo Cáceres Almeida

lunes, julio 06, 2015

Iván Teruel - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Yo con nueve o diez años estuve a punto de morir atragantado con un globo. Fíjate, ahora mismo estoy verbalizando esa circunstancia. Estoy refiriendo una situación más bien dramática. Pero, seamos sinceros: ¿qué provoco en quien me lee? ¿Qué provoco en quien me escucha cuando lo relato en voz alta? Algo muy parecido a la indiferencia, estoy convencido. OY le puedo añadir matices y decir que experimenté una mezcla de angustia y serenidad. Y que esa serenidad que siguió a la angustia primera, esa aceptación tranquila de la muerte inminente, es lo que más me ha inquietado siempre cuando he convocado ese recuerdo. Con esos matices añadidos, la indiferencia de quien me lee o escucha puede derivar en una leve contracción del ánimo. Pero lo esencial de aquella situación se pierde entre un cúmulo de palabras rutinarias. ¿Por qué escribo? ¿Con qué intención escribo? Con la intención de poder acercar a alguien la magnitud de la angustia y la serenidad que sentí en aquellos momentos. O quizás ni siquiera por eso. Quizás la verdadera razón por la que escribo es que no hay una razón demasiado clara.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Escuché en cierta ocasión una conferencia grabada de Carmen Martín Gaite en la que refería la leyenda que se le atribuye al escritor italiano Alfieri: se decía que este le pedía a su mayordomo que le atara una pierna a la silla cuando se ponía a escribir; y que le exigía que durante una hora no lo desatara aunque se lo pidiera entre gritos, insultos y amenazas (fantástica reformulación del mito de Ulises y las sirenas, por cierto). Parece ser que cuando, al cabo de una hora, el mayordomo iba a desatarlo, Alfieri estaba tan enfrascado en la escritura que ni siquiera se percataba de tal circunstancia. Digamos que a mí me falta el mayordomo que me ate a la silla durante una hora. Por eso escribo con cuentagotas. Por eso me da la sensación de que me cuesta tanto escribir. Porque muy a menudo salgo derrotado de esa primera  hora crítica.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Hay dos grandes núcleos. Por un lado todo aquello relativo a nuestra condición humana que a menudo intentamos negar porque está coartado por diferentes convenciones (sociales, morales o religiosas): hablo, por ejemplo, de la violencia, de la pulsión sexual, del miedo, de la cobardía, de la traición, de la envidia, de la  vanidad (vaya, casi me ha salido un catálogo de los pecados capitales). Por el otro, siempre me ha interesado mucho toda aquella parte de nuestra existencia que escapa a nuestro control: lo azaroso, lo arbitrario, lo impredecible, lo inexplicable. El destino, al fin y al cabo. Pero planteando siempre la disyuntiva de Calderón en La vida es sueño: es decir, si el destino concede una brecha para la libertad individual o nos somete bajo su implacable yugo.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Sí. Que si, por ejemplo, quieres escribir sobre la enfermedad, tengas muy en cuenta que antes que tú Tolstói escribió La muerte de Iván Ilich. No sé si me explico.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Hasta ahora me he movido en el terreno de la narrativa breve (relatos y, sobre todo, microrrelatos). El género condiciona mucho el proceso de composición. En un microrrelato necesito tener muy claro incluso el desenlace cuando me pongo a escribir. Esa necesidad no la he sentido tan acuciante al escribir relatos, en algunos de los cuales me he visto de repente perdido en mitad de la historia. En una novela, sin embargo, supongo que todo es mucho más nebuloso al principio, con lo que el avance debe ser significativamente más impredecible.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Así, a bote pronto: Crimen y castigo, de Dostoievski, La muerte de Iván Ilich, de Tolstói, El proceso, de Kafka, Castellio contra Calvino, de Zweig, Job, de Joseph Roth, Meridiano de sangre, de McCarthy, Bartleby, el escribiente, de Melville, La guerra del fin del mundo, de Vargas Llosa, Crónica de una muerte anunciada, de García Márquez, Los detectives salvajes, de Bolaño, Madame Bovary, de Flaubert, El desierto de los tártaros, de DinoBuzzati, A sangre y fuego, de Chaves Nogales, Stoner, de John Williams, algunos cuentos de Cortázar, Carver, Borges, McCullers; algunos poemas de Machado, Salinas, Lorca, Cernuda. Y Cervantes, por supuesto.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Se trata de El oscuro relieve del tiempo, un conjunto de relatos y microrrelatos que supone mi primera obra literaria. El libro aborda, a través de la recreación de atmósferas oscuras y opresivas, algunos temas como la incomunicación, el sexo, la violencia, el miedo o la cobardía. El campo de batalla de las relaciones humanas, al fin y al cabo. Pero siempre con el tiempo al fondo. El tiempo como resorte de un engranaje que nos lleva y nos trae en medio de ese conflicto permanente. Un libro con el que he pretendido acechar las diferentes aristas de la condición humana. 


Iván Teruel (Girona, 1980). Licenciado en Filología Hispánica y profesor de enseñanza secundaria. Ha alternado los trabajos de investigación filológica, como la edición crítica de la Historia oriental de las peregrinaciones de Mendes Pinto (Almuzara, 2009) o el ensayo El Perú escindido (Ediciones Irreverentes, 2012), con la escritura creativa. Sus relatos aparecen en antologías como Tiempo de relatos (Booket, 2009), Mar de pirañas (Menoscuarto, 2012), De antología (Talentura, 2013) o La carne despierta (Gens Ediciones, 2013). El oscuro relieve del tiempo (Cal·lígraf, 2015) es su primer libro de narrativa breve. 

jueves, julio 02, 2015

Jon Bilbao - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Podría dar varias razones, pero la más sincera de todas es también la más sencilla: escribo porque me hace sentirme bien.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Escribo en los momentos libres que me permiten el trabajo y la vida familiar. Si puedo elegir, prefiero escribir por las mañanas, temprano. Y cuando estoy trabajando en un relato o en una novela trato de dedicarle algo de tiempo todos los días, aunque sólo sea para releer lo que llevo escrito o documentarme o tomar notas.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Los extremos hasta los que se pueden tensar las relaciones afectivas antes de que se quiebren, la influencia de la ficción a la hora de narrar e interpretar la realidad, la soledad como objeto del deseo…

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

La escritura, o cualquier otra labor creativa, conlleva un sentimiento de insatisfacción; nunca alcanzamos las cotas que tenemos en mente. El escritor tiene que aprender a vivir con esa insatisfacción e incluso a mimarla, porque te impulsa a seguir esforzándote.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Planifico mucho pero eso no significa que luego la escritura sea un mero proceso de transcripción de notas. La planificación es una referencia, no un programa inviolable de trabajo.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

El negro del Narcissus de Joseph Conrad, Moby Dick de Herman Melville, El rey Lear de Shakespeare, Las ciegas hormigas y Cuentos completos de Ramiro Pinilla, Cuentos de John Cheever, Historia natural de Plinio y Amigos y amantes de Iris Murdoch, por citar unos pocos títulos.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Suelo trabajar en varios proyectos en paralelo. Hace unos meses concluí una novela y una colección de relatos que ahora están en fase de revisión.


Jon Bilbao (Ribadesella, 1972) es ingeniero de minas y licenciado en filología inglesa. Ha publicado las novelas El hermano de las moscas (Salto de Página, 2008), Padres, hijos y primates (Salto de Página, 2011), premio Otras Voces, Otros Ámbitos, y Shakespeare y la ballena Blanca (Tusquets, 2013), premio Espartaco de novela histórica en la Semana Negra de Gijón; así como las colecciones de cuentos 3 relatos (Nobel, 2005), Como una historia de terror (Salto de Página, 2008), premio Ojo Crítico, Bajo el influjo del cometa (Salto de Página, 2010), Premio Tigre Juan y Premio Euskadi de Narrativa, y Física familiar (Salto de Página, 2014). Cuentos suyos han aparecido en antologías como Siglo XXI. Los nuevos nombres del cuento español actual (Menoscuarto, 2010), Pequeñas Resistencias 5 (Páginas de Espuma, 2010) y Cuento español actual (1992-2012) (Cátedra, 2014). Reside en Bilbao, donde trabaja como traductor literario. Entre otros autores, ha traducido obras de Joseph Conrad, Iris Murdoch, John Hawkes y H. P. Lovecraft.

*La foto es de Daniel Mordzinski