jueves, abril 30, 2015

Paloma González Rubio - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Cuando tengo que dar las razones de por qué escribo suelo echar mano de una anécdota que relató Glenn Gould a Jonathan Cott. En 1958 el controvertido intérprete dio una serie de conciertos en Israel. Su elocuencia al describir el punto de partida justifica una cita literal: Israel era un país desértico, como me repetían una y otra vez, y sus pianos son desérticos, lógicamente.
Un cambio en el programa y la aridez del piano que le correspondía tocar desconfiguró el universo táctil de Gould y, por tanto, el sonoro. Ningún sonido de los que conseguía arrancar al instrumento se aproximaba a la música que él tenía en su cabeza. Las horas para el inicio del concierto se agotaban y su esterilidad musical se le hacía cada vez más onerosa. En su coche alquilado se apostó en medio de dunas, frente al mar y decidió que no había más remedio si quería salvar el concierto que recrear el entorno táctil más admirable con el que estuviera familiarizado. Consiguió retener ese entorno, el que le era familiar y acogedor, su propio salón con sus objetos, su propio instrumento, y cuando al inicio del concierto se sentó al piano, el sonido real lo desconcertó. Fue entonces cuando su tacto cambió para arrancar de aquel instrumento desértico un sonido único, el mejor que podía emitir su mecanismo. Concluye su relato con la hilarante anécdota de que le felicitaron por su interpretación, diciéndole que nunca habían oído tocar de una manera tan excelsa a Mozart, cuando su programa estaba compuesto por obras de Beethoven.
Bien, la literatura es para mí el espacio en el que nos apostamos rodeados de la arena del desierto, frente al mar, donde intentamos recrear el universo táctil con el que estamos familiarizados, y a través de ese tacto, creemos que es posible reproducir el sonido que tenemos en mente. Luego llega la vida, el sonido real, y nos desconfigura esa música que tenemos en la cabeza y al llegar a un acuerdo entre todo lo que forma parte de nuestra vida y a lo que aspiramos, se producen descubrimientos asombrosos, nos representamos nuevos mundos. Es por esa razón por la que escribo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Creía que no podía escribir si no ponía un entorno musical a cada relato, a cada novela: una música para captar la atmósfera y otra música para marcar el ritmo, pero desde hace algo más de un año he descubierto que escribo reteniendo sonidos y que suenan en mi mente como si los estuviese oyendo realmente. No sé por qué razón me aferro a los sonidos o la música, pero siempre es así.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

El desajuste entre el papel que nos adjudican los demás en la trama de sus vidas y nuestra propia representación de nosotros mismos. El hecho de que vivimos y seguimos adelante gracias a la ficción, a la forma que tenemos de contarnos a nosotros mismos y a los demás nuestras razones y las razones de los que nos importan. Cómo ajustamos ese relato de nuestra vida a nuestra conveniencia para seguir adelante. La representación, la ficción, la manipulación son mis preocupaciones temáticas.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

A la hora de escribir ninguno, salvo ser honesta, poner intensidad y concentración. Los consejos me sirven sobre todo para antes y después de escribir. Tengo presente la famosa frase de Luis Mateo Díez que venía a decir que para escribir una sola página hay que haber leído mil. Intento ser muy escrupulosa con lo que leo. Soy una lectora difícil de satisfacer. Imagino que esa insatisfacción es fruto de mi deformación profesional como editora de textos. Y es esa faceta la que aplico tras escribir a la corrección. Corrijo todos los días lo que he escrito el precedente, y luego corrijo por tramos, y después los sucesivos borradores. Y escribir todos los días, aunque solo sea una nota. Ese es el consejo que tengo más presente.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Escribo con brújula, como me dice siempre riendo un buen amigo. Es cierto que anoto o escribo frases o párrafos al azar, pero una vez que la idea empieza a tomar forma y asume el material que le es afín y ya escrito, a continuación hago el proyecto, me concentro en la arquitectura del texto, ya sea novela o relato. Y abordo de formas distintas la historia hasta que algo en la cabeza salta poniendo en marcha el mecanismo. Después ya no hay pausa.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Va por épocas. Ahora no dejo de bucear en Melville. Hasta hace un año no dejaba de leer literatura inglesa del siglo XIX. Sí hay autores que son una fuente de inspiración permanente para mí: Alice Munro, a la que acudo para restablecerme cuando llevo una época de lecturas que no me satisfacen, Coetzee... Uno de sus libros, La edad de hierro, ha sido muy importante en mi vida. Cuando quiero establecer un “diálogo de ideas” recurro a Borges, a Thomas Bernhard, a Vila-Matas. Ahora mismo me interesan muchos autores españoles contemporáneos, pero tendría que citarlos a todos para que ninguno se sintiese excluido y la lista sería muy larga.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Lo último que he terminado, y que actualmente está en fase de lectura y valoración, es una forma narrativa no muy convencional: una novela ensayo o ensayo novelado sobre un accidente de montaña en la época victoriana y sus impredecibles consecuencias. Actualmente estoy con la última de las novelas que cierra la trilogía de la que ya se han publicado Epitafio y El delito de la lluvia, y que completa (pero no sé si cierra) un ciclo acerca de cómo nos representan los demás.


Paloma González Rubio (Madrid, 1962) estudió Filología Semítica y ha estado vinculada al mundo editorial desde su licenciatura como correctora, traductora y editora de textos. En 2007 obtiene el primer premio de relato José Saramago, concedido por un jurado compuesto por Luis Mateo Díez, Fernando Marías, José Ovejero y Emilio Gavilanes. En 2008 se publicaba en Ediciones de La Discreta el volumen que reunía los dos relatos premiados y los finalistas. En 2010, de nuevo Ediciones de La Discreta, publica su novela Epitafio, muy bien acogida por crítica y lectores. En 2014 ha publicado El delito de la lluvia. En la actualidad dirige su propio taller de narrativa en el Centro Cultural Pedro Lorenzo y colabora regularmente con diversos blogs y publicaciones periódicas.

lunes, abril 27, 2015

Ana Añón - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque me gusta contar historias, es una afición anterior a la escritura.  Lo fantástico siempre ha ocupado un espacio en mi vida. De niña ya me gustaba inventar y narrar historias, entonces no me planteaba escribir, yo era “de ciencias”. La escritura llegó de forma un tanto misteriosa mucho después. Leí la convocatoria de un premio y me presenté por un impulso, antes de que llegara el fallo favorable ya estaba enganchada.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No necesito circunstancias especiales, aunque prefiero escribir con ordenador. Allí guardo carpetas con el nombre de mis autores de referencia, archivos con citas, artículos, frases que he subrayado en sus libros. Me gusta tener todo eso a mano y consultarlo.
No suelo planificar el tiempo de escritura, puedo estar meses sin escribir o desarrollar varios proyectos a la vez. Pero cuando llega una buena historia me atrapa,  estoy todo el día pensando en ella, anotando ideas y deseando darle forma. Por eso prefiero el cuento a la novela, porque temo el secuestro. Corrijo mucho, aunque esa fase la afronto con más serenidad.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

No soy muy consciente pero las descubro en mis textos. En ellos aparecen temas universales propios del ser humano como la muerte, que está muy presente, el miedo,  la soledad, las relaciones, las imposturas sobre todo. Mis personajes asumen roles, consciente o inconscientemente, para escapar de sus vidas. También los hay que miran hacia otro lado, permitiendo que sucedan cosas terribles. De un modo u otro todos fingen.
Reconozco además en mis historias temas actuales que me preocupan. Suelo tratarlos con un toque de humor negro, absurdo o elementos fantásticos. Creo que en general lo interesante no son los temas sino la mirada de cada escritor.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Ante todo la sinceridad. En este sentido la danza ha sido mi maestra. Pasé años centrada en la técnica, tratando de imitar las posturas de bailarinas y profesores, y sólo cuando me olvidé del espejo,  descubrí mi propio movimiento, el que fluía de dentro. La técnica debe estar a nuestra disposición y no al revés. Tengo muy presente el consejo de Nietzsche: “bailar con los pies, con los conceptos, con las palabras…”
Otro principio que sigo tiene que ver con la escucha atenta, porque cada historia pide ser contada de una manera especial y es un placer descubrirla.
Y por último la lectura: leer mucho, bueno y malo. Y no dejar nunca de aprender.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Es una pregunta difícil de responder. Diría que planifico poco, porque casi siempre me dejo llevar por un primer impulso que llega a partir de una imagen, un título, o un personaje que me ha llamado la atención y persiste. Pero en el proceso de escritura, de manera intuitiva, están presentes mis otras facetas de forma que la ingeniería me sugiere una planificación y una estructura y la danza me permite encontrar el ritmo adecuado.  

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Muchísimos, no soy muy original en mis gustos, podría citar algunos: Poe, Kafka, Cortázar, Raymond Carver, Roald Dahl, Patricia Highsmith, Alice Munro, Cristina Fernández Cubas, Quim Monzó, Eloy Tizón, Vila-Matas, Kjell Askildsen, Salinger… 

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

En cuanto a proyectos finalizados, acabo de publicar el libro de relatos Días con erre (Ediciones de la Discreta), que incluye algunos relatos reconocidos por organismos e instituciones, como el ganador del I Concurso de relatos “21 de marzo” del Ayuntamiento de Tres Cantos cuyo jurado estuvo compuesto por Luis Mateo Díez, José Mª Merino, Milagros Frías e Ignacio Ferrando, y también Miniaturas que fue premiado por la Conselleria de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana y llevado al cine por Vicente Bonet. El cortometraje ha obtenido diversos galardones y multitud de selecciones nacionales e internacionales.
Voy a publicar también un libro de haiku, Entre las zarzas (Colección Haibooks, Uno Editorial) escrito con Isabel Rodríguez como coautora.

Ahora mismo estoy trabajando en un libro de microrrelatos, Gorriones en el estiércol, un guión de cortometraje y un poemario infantil. Tengo otros proyectos pero no son literarios.


Ana Añón (Valencia, 1965) es licenciada en Informática y ha desarrollado distintas facetas como la danza, el haiku o la narrativa. Sus textos han sido publicados en revistas y antologías colectivas. Ha sido galardonada, entre otros, con el premio del I Concurso de relatos “21 de marzo” del Ayuntamiento de Tres Cantos cuyo jurado estuvo compuesto por Luis Mateo Díez, José Mª Merino,  Milagros Frías  e Ignacio Ferrando. Es autora del libro de relatos Días con erre (Ediciones de la Discreta).

Tráiler del Cortometraje Miniaturas, de Vicente Bonet
https://www.youtube.com/watch?v=_n_EuXV89Bk

domingo, abril 26, 2015

Feria del Libro de Valencia

Del 22 de Abril al 3 de Mayo se celebra la Feria del Libro de Valencia en su emplazamiento habitual: Los Jardines de Viveros. Toda la información en este enlace.

El sábado 25, de 17:00 a 19:00 horas, estuve, cortesía de Bibliocafé, firmando ejemplares de mi novela Parece que cicatriza. Tuve una compañía de lujo: Susana Fortes, Sergio R. Alarte, Anabel Botella, Sergio Aguado, Moruena Estríngana y Fernando Navarro, que fue quien nos sacó esta foto a José Luis Rodríguez y a mí.
Mi agradecimiento a todos los que os pasasteis por allí.



Y el día 24 tuve el gusto de acompañar a Ana Añón en la presentación de su libro de relatos: Días con erre. Fue un gran éxito y me alegro por ello. Un libro muy recomendable.

*foto de Elga Reátegui

lunes, abril 20, 2015

Miguel Barrero - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

No estoy seguro de saber responder a esa pregunta, principalmente porque nunca me la he planteado en términos generales. Sí me he preguntado, normalmente después de un tiempo, por qué en determinado momento escribí tal o cual cosa, pero nunca por qué escribo en un sentido amplio o global. Supongo que porque nunca lo necesité, en la medida en que uno no necesita dar explicación a impulsos que llega a juzgar esenciales. Podría jugar a inventarme una teoría y plantar aquí alguna explicación rotunda y mayestática, pero seguramente estaría equivocada. Quizá sea cierto eso de que escribimos porque alguna clase de tara nos impide estar conformes con el mundo tal cual es, o tal cual lo percibimos, y en un momento dado, y de forma inconsciente, resolvemos explicárnoslo con nuestras propias palabras. Es una explicación con la que podría estar de acuerdo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Me gusta escribir en silencio, en una habitación vacía, sin interrupciones externas y con la mayor tranquilidad posible, es decir, sin ninguna otra tarea por delante y, preferentemente, con los teléfonos desconectados. De cualquier modo, no sé si se puede hablar de «costumbre» porque en realidad no siempre ha sido así. En mi vida he cambiado muchas veces de circunstancias y de espacio, y eso ha hecho que en cada caso haya tenido que amoldarme a lo que había. He procurado ser siempre fiel a esas exigencias mínimas, pero no siempre lo he logrado. Hasta hace no mucho había otra: tener siempre a mano una cajetilla de tabaco. Ahora estoy aprendiendo a prescindir de ella.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Durante mucho tiempo creí que ninguna de las novelas que había escrito tenía puntos en común con las demás. Sin embargo, tras la publicación de la penúltima, La existencia de Dios, y gracias a la pregunta de un periodista que me planteó una cuestión muy similar a ésta, reparé en que todas ellas se trataba, en mayor o menor medida, el tema de la identidad. De manera nada premeditada, había ido abordando el concepto en sus diversas escalas: la identidad individual, la familiar, la social, la histórica, la grupal, etcétera. La identidad como aquello que nos define ante los demás, pero también la búsqueda de una identidad ajena en la que insertarnos para lograr reconocernos.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Mantengo como única lealtad aquella que tiene que ver conmigo mismo: escribir lo que quiera, sin que nada ni nadie pueda condicionar lo que escribo. Cualquier otra cosa supondría incurrir en una especie de autocensura, y creo que la escritura ha de constituir un espacio insobornable de libertad.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

La primera novela que publiqué, Espejo, apareció hace diez años y fue también la primera que escribí. Hasta aquel momento no había culminado ninguna narración larga, sólo algunos cuentos que habían venido obteniendo una acogida desigual, pero siempre muy modesta, y cuando decidí que iba a intentar emprender la escritura de una novela procuré tomar todas las precauciones que estaban a mi alcance. No sólo diseñé pormenorizadamente una trama, sino que también concreté qué personajes iban a poblarla, de qué manera iban a influir en ella y hasta cuántos capítulos tendría el libro y qué iba a ocurrir exactamente en cada uno de ellos. La estratagema facilitó la escritura y debió de salir bien, porque me valió un premio. Como no he vuelto a leer ese libro, no sé qué opinión me merece ahora ni si yo mismo aprobaría o desaprobaría la metodología que seguí entonces. Lo que sí sé es que me aburrí muchísimo mientras lo escribía, porque tenía todo tan planificado que en ningún momento quedó abierto el menor margen para la sorpresa. En la siguiente novela que escribí —fue Los últimos días de Michi Panero, que después se convertiría en la tercera que publiqué— aún no había perdido del todo el miedo y, si bien fui mucho menos escrupuloso que la vez anterior, también procuré embarcarme en la escritura con un itinerario más o menos bosquejado. En mis siguientes libros ocurrió todo lo contrario: un lanzarme a la aventura obedeciendo a un impulso que a veces tenía anclajes muy difusos y de cuya continuidad ni yo mismo podía estar seguro, procurando ir siempre con la brújula en la mano, pero desprovisto de mapas que me marcasen el camino.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Siempre que respondo a esta clase de preguntas tengo la impresión de que nunca acierto a dar la medida exacta en las respuestas, que o bien me quedo corto o bien me excedo, y que nunca o casi nunca logro enfocar directamente la cuestión. Hay tantos autores a los que uno debe agradecimiento, tantos libros que merecerían ser nombrados y que no siempre acuden a la memoria en el momento de responder, que el resultado puede quedar muy desequilibrado. No creo que ningún novelista pueda serlo sin haber leído y apreciado a Miguel de Cervantes, en especial El Quijote, pero también las Novelas ejemplares, del mismo modo que considero inevitable pasar por diferentes hitos (Marcel Proust, James Joyce, William Faulkner, Balzac, Shakespeare, Victor Hugo, Dostoyevski, Jorge Luis Borges, Flaubert, Dickens)  si uno quiere velar armas como escritor. Aunque suene paradójico o extraño, admiro mucho a Juan Benet y a Benito Pérez Galdós, y al margen de la debilidad que siento por autores como Carrère, Philip Roth, Álvaro Cunqueiro, Miguel Delibes o Gonzalo Torrente Ballester, no puedo dejar de mencionar a cuatro autores, vinculado además cada uno de ellos a dos libros, que fueron verdaderamente importantes en mi juventud lectora: el Antonio Muñoz Molina de Beatus ille y El jinete polaco; el Manuel Vázquez Montalbán de Los mares del sur y Galíndez; el Eduardo Mendoza de La verdad sobre el caso Savolta y La ciudad de los prodigios; y el Javier Marías de Corazón tan blanco y Mañana en la batalla piensa en mí. En los últimos años, también Javier Cercas me ha interesado muchísimo con Soldados de Salamina y Anatomía de un instante

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Mi última novela, Camposanto en Collioure, viene a ser un híbrido que reflexiona acerca del modo en que los lugares conservan su propia memoria de todo cuanto ocurrió en ellos, y surgió precisamente obedeciendo a uno de esos impulsos a los que me refería antes. En agosto de 2012 visité la tumba de Antonio Machado y tuve ocasión de conocer los vestigios que quedaban del exilio tanto en la antigua línea fronteriza de los Pirineos orientales, especialmente en el territorio que separa las localidades de Portbou y Cerbère, como en la comarca del Rosellón, donde el exilio republicano, que en España se nos presenta muchas veces como una abstracción o como algo perteneciente al pasado, se hace presente y cobra voz y cuerpo a través de quienes lo padecieron o de sus descendientes, que aún viven y mantienen una relación tan extraña como conflictiva con la España que les obligó a partir y luego se desentendió de ellos. Hubo, en concreto, una experiencia que resultó demoledora: visitar la playa de Argelès-sur-mer y constatar el enorme contraste entre lo que estaba ante mis ojos, un arenal inmenso donde familias enteras disfrutaban de los últimos estertores del verano, y las imágenes que retenia mi memoria, aquellas fotos horribles en blanco y negro que retrataban el campo de concentración que se levantó en aquel mismo lugar y donde malvivieron hacinadas miles de personas a las que la derrota en la guerra civil abocó al exilio. Todo eso, unido a la evocación inesperada de una conversación que mantuve con Ángel González el día en que nos conocimos, provocó que un par de meses después de regresar de aquel viaje, que yo había hecho sin la menor intención de escribir nada, me sentara ante el ordenador y surgiera la primera frase, y que tras ella, poco a poco, fueran llegando las demás. 


Miguel Barrero (Oviedo, 1980) ha publicado las novelas Espejo (premio Asturias Joven; KRK Ediciones, 2005), La vuelta a casa (KRK Ediciones, 2007), Los últimos días de Michi Panero (premio Juan Pablo Forner; DVD Ediciones, 2008), La existencia de Dios (Trea, 2012) y Camposanto en Collioure (Prix International de Littérature Fondation Antonio Machado; Trea, 2015). Codirector del documental La estancia vacía (2007), ha trabajado y colaborado en diversos medios, como Qué Leer, Jot Down, Culturamas, La Vanguardia, Blisstopic o El Asombrario.

jueves, abril 16, 2015

Ezequías Blanco - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

En origen, por instinto. Siempre me he sentido seducido por las palabras. Después, supongo que por narcisismo: la hoja en blanco que se llena con algo que has creado tú y que te sorprende. Y, finalmente, con la intención de transformar el legado, de crear una obra de arte para los demás.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No tengo manías especiales si descartamos el hecho de que fundamentalmente me decante por la  poesía y el relato. Soy bastante anárquico. Hubo una temporada en que antes de ponerme a escribir leía ensayo (como un rito) por aquello de que requiere más concentración pero nunca de una manera supersticiosa.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La existencia, la vida… vistas desde el prisma literario "porque ese cielo azul que todos vemos/ ni es cielo ni es azul". Lástima grande…

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Cuando publiqué mi primer libro de poemas, Limitación del vuelo en 1979, José Ángel Valente me escribió una carta en la que me decía “… veo madera, Ezequías, pero ten en cuenta que en esto los demás estorban incluso cuando aplauden…” Es un consejo que tengo siempre muy presente y que regalo a quienes  me dan la oportunidad de hacerlo.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

A Medardo Fraile, a quien quise y estimé muchísimo como persona y como escritor, le oí repetir en muchas ocasiones que para construir una buena historia hay que tener claro el final. Procuro, pues, tener claro el final, cosa que no siempre es posible e intuyo que ni siquiera para aquellos que dicen tenerlo todo planificado desde el principio. A veces tienes un título y no tienes historia, a veces tienes historia y no consigues el título… Ahí está la lucha.  

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Al igual que la felicidad, la mitomanía no entra dentro de mis preferencias. Antes he afirmado que soy “anárquico” en lo que se refiere a supersticiones, manías, costumbres o preferencias cuando escribo. También lo soy cuando leo. Me interesan los clásicos (entendiendo por clásicos también a los coetáneos con talento cuyo interés, por encima de todo, está en transformar la tradición).

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Tengo dos libros inéditos prácticamente acabados (uno de poemas y otro de relatos). El de poemas se titula Bare nostrum y en él se da cuenta de la existencia y de la vida – de lo que ambas conllevan- tomando como disculpa ciertos bares que yo frecuento. El de relatos se titula Sólo hay una clase de monos que estornudan y en él se hilvanan historias de personajes desaforados, los únicos capaces de poner en cuestión la moral hipócrita de nuestra sociedad, aunque sin moraleja alguna, al menos intencionadamente.


Ezequías Blanco (Paladinos del Valle-Zamora, 1952) es director desde hace veintisiete años de la prestigiosa revista Cuadernos del matemático. Ha publicado los siguientes libros de poemas: Limitación del vuelo (1979); Palabras de la sibila (1992 y 2000); En medio del desierto (1996); Archivo de imágenes-Imágenes de archivo (1999); Objetos del amor lejano (1999 y 2005); Los caprichos de Ceres (2004, 2005 y 2007); Una ceja de asombro (2010): Doce musas (2012); La realidad desentendida (Antología 1978-2012) (2013); Los evangelios de Chamu (2013).También ha publicado dos volúmenes de relatos: Memorias del abuelo de un punk (1997) y Tienes una cabeza apuntando a tu pistola (2009). Las novelas Tres muñecos de vudú (2001)  e Islandia, 2004 (2007) y una edición crítica de Las aventuras de Pinocho (2004). Por todas estas labores ha recibido más de un premio.

...

Cuando la nieve es la materia, llega la tentación de ponerse románticos: los poemas, los juegos… Cuando  la materia es la primavera o el verano o el otoño, vuelve la tentación con la misma insistencia…Viví mi infancia en un pueblo de Zamora, Paladinos del Valle, en donde, cada vez que vuelvo, los ojos se me inundan de mariposas… Y me  voy volviendo niño entre las irisaciones de las lágrimas. Y ahora ya sé hasta dónde no podré llegar… Y ahora ya sé lo que significa el cantar lo que se pierde. ¡Ah! La comba…


lunes, abril 13, 2015

Leo Coyote - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Antes que ninguna otra cosa soy lector y, se podría decir, que escribo porque leo. Pero no hay una motivación especial. Quizás hacerme millonario.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tengo pocas manías en general y escribiendo no soy capaz de identificar ninguna manía o costumbre que siga metódicamente. Suelo tener la radio encendida y siempre tengo papeles y apuntes al lado del ordenador.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Mi preocupación básica es llegar al lector, divertirlo, entretenerlo y, sí fuera posible, enseñarle alguna cosa. En cuanto a temas, la verdad es que no tengo ningún plan preconcebido; escribo sobre aquello que me interesa.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

No escribas sobre nada que no te entusiasme.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Planifico bien mis historias pero suelo cambiar cosas y evolucionar sobre el relato a medida que avanza.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

“La Cartuja de Parma”, Sthendal. “Cuadern Gris”, Josep Pla. “En la carretera”, Jack Kerouac. “París era una fiesta”, E. Hemingway. “La dama de blanco”, W. Collins. “Lago”, Jean Echenoz. “Viaje a la Alcarria”, C.J.Cela. y unos mil más…

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Mi última novela publicada es: “un buen invierno para Garrapata” (Alreves). Estos días he acabado una novela que espero que salga para septiembre y ya estoy trabajando en otra.


Leo Coyote (Rubin-Sarria, Lugo 1958), en la actualidad reside en Barcelona, ciudad en la que se suelen desarrollar sus historias. Novelista especializado en genero negro; sus últimos títulos son: Perro flaco (almuzara 2005), con la que fue finalista de los premios Brigada 21, Otro día en el paraíso (Almuzara 2010), El año del terremoto (Alrevés 2011), el ensayo sobre cocteleria co-escrito con el barman J. Mª Gotarda: Alquimia fría (Alrevés 2012), participa en la antología: Sospechosos habituales. Tras la pista de la nueva novela negra española (Difácil 2012), y la novela Un buen invierno para Garrapata (Alrevés 2013)

jueves, abril 09, 2015

Jorge Freire - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque disfruto haciéndolo. Escribir exige paciencia, concentración y cierta técnica. Si el resultado es medianamente bueno, resulta muy gratificante. Además, como soy muy nervioso, un buen rato calladito no me viene mal, así que también lo hago por salud. Los griegos decían que la palabra funciona como pharmakon y tiene propiedades terapéuticas. 

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tengo un pequeño busto de Jane Austen y un retrato de Schopenhauer. Antes de empezar, solicito la anuencia de mis maestros. Los dos me miran con severidad mientras escribo.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

El autoconocimiento, el salto entre pensamiento y acción, el juicio práctico.

4.- ¿Algún principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

No aburrir, evitar el sobreentendido, escribir claro, albergar cierta voluntad de estilo... 

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Según los retóricos, aunque le demos orden con la dispositio y forma con la elocutio, el texto ya queda dispuesto en el primer momento de la inventio, cuando uno selecciona qué imágenes evoca, luego difícilmente queda algo al azar. Me gusta dejarlo todo atado en el borrador.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Las Meditaciones, de Marco Aurelio. Mi novelista favorito es Thomas Mann. De entre los vivos, Ian McEwan. 

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Ahora mismo estoy escribiendo una biografía intelectual sobre un escritor del siglo XX que combina la crítica literaria con la polémica filosófica, sin por ello dejar de ser una biografía. Algo similar a lo que he hecho con Edith Wharton.


Jorge Freire (Madrid, 1985). Filósofo de formación, se dedica a la docencia. Colabora en diversas publicaciones de literatura y ciencia política. Acaba de publicar un ensayo titulado Edith Wharton. Una mujer rebelde en la edad de la inocencia (Editorial Alrevés, 2015)

lunes, abril 06, 2015

Carlos Meneses Nebot - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Lo fácil sería decir que al ser hijo de un escritor y periodista heredé los genes literarios.  Sin embargo, debo resaltar que no es hasta casi los 30 años cuando me decido a escribir relatos.  Toda mi infancia y adolescencia estuve rodeado de una amplia biblioteca y el “estar” en contacto con ellos era para mí lo normal.  ¿En qué momento decidí emborronar un folio en blanco y porqué?  Pasaba una mala época y tal vez necesitaba extraer todo aquello que me corroía en el interior.  Una especie de auto terapia que sigo practicando en la actualidad.  No sé si se corresponde con los demás, pero suelo escribir más cuando paso una mala racha.  Como si cuando algo me duele y me desangro, escribiendo duele menos.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No tengo apenas.  Si acaso acudir a un bar con una libreta de arandelas y escribir a mano borradores, posibles diálogos y escenas muy cotidianas mientras me pimplo unas cervezas.  Cosas que me podrían suceder yendo, por ejemplo, por la calle.  Como caerme haciendo el “espagat” porque la acera está mojada por la lluvia. 

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

No tengo ninguna preferencia.  Trato de escribir varias cosas distintas, desde el humor, astracanada autobiográfica, hasta el género policial más clásico, pasando por el denominado realismo sucio pleno de sarcasmo.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Leer muchísimo más y escribir muchísimo menos.  Si el leer me ocupa un 90 o 95 por ciento me parece bien, el resto escribir.  Si empiezo a escribir más de lo que toca, equiparándolo al tiempo de leer, me causa una confusa sensación.  Me parece que estoy torciendo mi línea.  Romper y romper folios sin reparo, sin tapujos, es otra cosa que sigo al pie de la letra.  Y limitarme a narrar, a contar una historia, describir una situación, y no perder tiempo en mensajes subliminales o sociales o como diablos quieran denominarlos.  Que sea el posible lector que lo juzgue. 

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Trato de planificar la historia de antemano.  Me voy a un bar y escribo a mano lo que deseo trasladar al ordenador a base de teclear.  Luego nunca sale como preveo.  La historia, algún personaje, cobra vida propia y se distancia de mi “historia”.  Incluso de mí mismo.  Eso me parece bien.  Un orgasmo simultaneo entre ambos: La historia y yo.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Podría destacar a muchos pero me limitaré a centrarme en los que más evasión me han causado y que casualmente pertenecen al género criminal: Ross MacDonald, Walter Mosley, Juan Madrid, Robert B. Parker, Chester Himes o Patricia Higshmith.  A John Fante, Knut Hamsum, Irving Welsh o Charles Bukowski también podría incluirlos aunque no pertenezcan a dicho género.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Bueno, curiosamente son dos cosas diferentes.  Lo último publicado es una novela titulada “Sabor a proteína humana” cuyo, curiosamente, primer borrador lo escribí hace 15 años.  A lo largo de estos años la he ido corrigiendo, cortando, puliendo, ampliando y, sobre todo, “sobando”.  No creí que me la fueran a publicar nunca hasta que hace unos meses la editorial Sloper accedió a ello.  Este febrero acaba de salir a la venta al público.  Es una novela con un contenido altamente sexual y muy violenta.  La idea de los protagonistas se basa en la siguiente premisa: sacia tus instintos y no te preocupes del prójimo.  Ya digo: “sólo es una novela”.  Y lo último que he escrito es una especie de novela de auto-ficción titulada “Vagando mentalmente”, donde un tipo de 45 años deja de beber y acude a un psicólogo, ha caído en una depresión de caballo en pleno verano, porque quiere salvar una relación sentimental que de la noche a la mañana ha pasado de la más completa felicidad a estar a punto de quebrarse definitivamente.  Su adicción a la bebida y, sobre todo, el “pasado” son la base del problema.  El pasado cercano identificado en una ex que lo abandonó porque le tocó la lotería primitiva, aunque no lo dejó en la estacada y le pasa una especie de pensión para que pueda vivir sin trabajar, y el pasado lejano representado por la violenta y trágica muerte de su hermano cuando no contaba con más de veinte años de edad.  Ambos formaban parte de un grupo punk y el protagonista lo tenía idolatrado.  A lo largo de la novela, se ve envuelto en muchas peripecias rocambolescas mientras contempla con desazón, en la distancia, cómo paulatinamente pierde a su chica por la cual había decidido ponerse en tratamiento.  Una historia agridulce donde existe una base de realidad de un 30 por ciento más o menos; lo demás es todo invención o como se dice: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Carlos Meneses Nebot: Nací en Palma de Mallorca el 20-9-69. Trabajo en un cine: la Sala Augusta, y colaboro con el periódico Última Hora.  He publicado: 7 novelas y 4 libros de relatos.  La novela “Sabor a proteína humana”, editorial Sloper (febrero 2015), se ha convertido en mi libro número 11.


jueves, abril 02, 2015

James Nava - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque disfruto haciéndolo muchísimo, para contar historias que creo que merece la pena compartir, y también para tratar temas y valores que considero importantes.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No tengo manías. Como costumbre destacaría la de escribir siempre que puedo, a cualquier hora y momento. También me gusta el silencio y los sonidos de la naturaleza que ayudan a la creación literaria. Asimismo, siempre intento que las novelas sean una verdadera inspiración para quien las lee.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Temas de actualidad: política, espionaje, ecología,  el mundo animal, las relaciones humanas, la motivación, el afán de superación, el Oeste americano, el conflicto entre la vida civil y militar…

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Humildad, honestidad y buscar siempre la superación. Escribo buscando la belleza y la perdurabilidad de las historias. Además, siempre tengo presente que la novela no estará terminada hasta corregir el manuscrito al menos tres veces.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Me dejo llevar por la historia en algunos aspectos, pero planifico lo esencial.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Infinidad. Por citar algunos: Herman Mellville, Mark Twain, Charles Dickens, Cormac McCarthy, Larry McMurtry, Robert Louis Stevenson, Raymond Chandler, Louis L’Amour, James Lee Burke, A.B. Guthrie, Elmore Leonard, Richard Wheeler…

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

La última novela publicada es Lobo Gris, una reedición revisada y editada por Sniper Books. Es una historia ambientada en Montana con agentes de la CIA, rancheros, milicias paramilitares y lobos.
La novela que estoy escribiendo saldrá publicada este año y en ella trato temas sobre la explotación de recursos naturales, el papel de Estados Unidos en el mundo, así como la importancia de recuperar algunas tradiciones, valores, la conexión con los animales y la naturaleza, y las relaciones personales basadas en la autenticidad y menos en estereotipos políticamente correctos que se están difundiendo por determinados poderes.



James Nava, de origen español y norteamericano de adopción, cuenta con un gran conocimiento de las Fuerzas Especiales y la Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos. Su obra literaria abarca la novela y el ensayo, y entronca directamente con la literatura popular norteamericana.
Es especialista en Inteligencia y Operaciones Especiales. También es un apasionado de los lobos, los espacios naturales del Oeste norteamericano, y de la cultura nativa americana, entre otros muchos temas. Como analista está especializado en política norteamericana e internacional, ecología, seguridad y defensa.
Ha escrito y publicado las novelas: Conspiración, El Infiltrado, El agente protegido, Tierra de sueños, El Equipo Ejecutivo y Lobo Gris.
Más información en: www.jamesnava.com

Obras disponibles en: www.libreriasniperbooks.com