lunes, mayo 05, 2014

Guillermo Roz - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Escribo porque no conozco mejor manera de sacar las tormentas mentales que me acosan en forma de personajes, historias, anécdotas y reflexiones. Escribo para sanarme, de algún modo, para mantener ese equilibrio al que aspiramos todos. Algunos se van a dar trompadas a un punching-ball, yo escribo, escribo y no dejo de escribir.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Me gusta escribir en la cama. Últimamente escribo con música de cuartetos de cuerdas cuando la novela está tranquila y con bandas sonoras de películas épicas cuando la cosa necesita de sangre y fuego.
En lo que a disciplina se refiere, al inciar una novela o un cuento, intento no parar ningún día hasta el final y fijarme un número de páginas diario. Soy muy hijo del rigor.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me interesa mucho la familia como fuente de toda problemática. Las constelaciones familiares, llamémosle. Las relaciones entre padres e hijos, la importancia de los conceptos y prejuicios que se les inoculan a los niños y cómo esto colabora a la infelicidad del mundo. La familia y las historias de amor y desamor. Para resumir, juego entre los terrenos morales y los emocionales.

4.- ¿Algún principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

No dejar que la historia se pase como el arroz; ni comenzar a escribirla antes de tenerla precocinada en la cabeza y en el cuerpo. La vida de un escritor se basa en gran medida en aprender cuándo hay que zambullirse en la escritura. Es un punto preciso, al dente.


5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Ni una cosa ni la otra. En general tengo el inicio y el final, pero en medio me dejo llevar por todos los naturales y deseables caminos laterales de la trama principal. Me encanta detenerme en pequeñas historias que pudieran tener que ver muy poco con el asunto central de la novela, haciendo descripciones bastante desarrolladas de personajes que solo existirán en esas pocas páginas. Es un juego divertido. Me imagino en el cine, la cámara que deja de seguir al protagonista porque se detiene en un vendedor de hamburguesas en una esquina, al que le sucede algo surrealista o ridículo. Escenas casi sacadas de contexto, pero que suman para crear el clima y el mapa local, así como para airear la presión de una única línea textual.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Mis influencias máximas son las de los clásicos de la literatura argentina, pero hace algunos años leo con devoción a un puñado de autores consagrados: Onetti, Phillip Roth, Coetzee, Luisgé Martín, Javier Tomeo. Y diré un puñado de autores jóvenes que admiro mucho también y que envidio por igual: Marcelo Luján, Joaquín Bergés, Juan Carlos Méndez Guédez y Jean Claude Lalumière.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Lo último que he escrito es una historia en la que, por primera vez, uso una cortina verídica, un trasfondo histórico para contarla. Se trata de un grupo de colonos franceses que a finales del siglo XIX fundaron un pueblo en medio de la provincia de Buenos Aires. La novela hace foco en la historia particular de uno de ellos, sobre sus gracias y desgracias en aquellas jornadas épicas. Espero ver pronto publicada esta nueva aventura.



Guillermo Roz nació en Buenos Aires en 1973. Es Profesor en Letras graduado en la UNLP, de Argentina y vive en Madrid desde 2002. Publicó Avestruces por la noche. Dos nouvelles (Mirada Malva, 2009); el cuento Los grises incluido en Un nudo en la garganta (Trama editores, 2009)  antología de narradores españoles, mexicanos y argentinos; y la novela La vida me engañó (Mirada Malva, 2007). Ha publicado artículos sobre literatura y cultura hispanoamericana en medios e instituciones de Europa, EEUU y Latinoamérica, entre los que se destaca el Instituto Cervantes de España. Andres Neuman ha dicho sobre su escritura: "La narración de Roz oscila raramente entre el sarcasmo y la candidez, yendo y viniendo de la descreída mirada adulta a la ilusionada perspectiva del que empieza a vivir". Tendríamos que haber venido solos, fue publicada en 2012 por Alianza, con gran éxito de crítica, y conseguió el galardón "Nuevo Talento Fnac". En diciembre del 2012 fue galardonado con el I Premio de Narrativa Francisco Ayala por Les ruego que me odien. Este premio es una iniciativa de la editorial Musa a las 9 y la Obra Social Caja Granada y es el primero en formato digital en España. Les ruego que me odien, una novela en donde se conjuga lo psicológico, lo sociológico y los secretos escondidos de un trío de jóvenes, ha sido publicada en formato digital por la editorial Musa a las 9.


*La foto es de Jorge Paris/20 minutos

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