miércoles, enero 25, 2012

Los descendientes


La mujer de Matt King (George Clooney) sufre un accidente y queda en coma, una tragedia que trastoca la vida de toda la familia, especialmente la del marido que, como bien explica al principio de la cinta, se había limitado a ser el progenitor suplente. De pronto, tiene que reunir a sus dos hijas, hablar con los abuelos y con los amigos comunes, y enfrentarse, en definitiva, a los secretos y fantasmas que habían aparecido sin que él se percatara. Todo eso mientras lidia con la venta de unos valiosos terrenos, quizá uno de los últimos vestigios de tierra virgen en una isla que aparece como un paraíso en decadencia.

Una película que demuestra que hay cine más allá de las explosiones y de las escenas de acción espectaculares, una película de actores, intimista, que consigue apelar a los sentimientos sin caer en cursilerías, que consigue algo tan difícil como enfrentarnos a una tragedia a la vez que nos dibuja una sonrisa. Contribuye a ello algunos de los personajes, como Sid (Nick Krause), un amigo de la hija adolescente que se involucra en la aventura de esta familia y no se separa de ellos ni a sol ni a sombra.


George Clooney está soberbio en su papel, y me sorprendió especialmente la interpretación de Shailene Woodley, la joven actriz que encarna a Alexandra, la hija mayor, (estén atentos a la escena de la piscina). Y también la niña, Amara Miller, tiene momentos de gran intensidad. Un reparto, en conjunto, perfecto. No resulta extraño que esta cinta se encuentre entre las favoritas de la próxima edición de los Oscar.

Un film que nos habla sobre esos lazos que unen a los miembros de una familia, por diferentes que sean unos de otros o lo distanciados que lleguen a estar. En este caso, el protagonista es un hombre que se encuentra perdido y que quiere hacer lo correcto, tomar las decisiones adecuadas y conseguir, en definitiva, que esa familia que ha quedado herida, repentinamente mutilada, no se desmorone. Una gran película.

miércoles, enero 18, 2012

domingo, enero 08, 2012

De libros

Mi pasatiempo favorito es deambular entre libros. Visitar librerías y curiosear entre las novedades y las estanterías. Mientras lo hago, voy tomando nota. También busco títulos que he anotado previamente y sobre los que he investigado en internet, saltando de una dirección a otra, alimentando la curiosidad.

Apunto aquí algunos de estos libros.

Las raíces del amor, de Josephine Hart.


Josephine Hart es la autora de la novela en la que se basó Louis Malle para rodar su magnífica película Herida, protagonizada por Juliette Binoche y Jeremy Irons. Una novela impactante, una de esas lecturas que causan desasosiego y que ya no se olvidan. Tras ésta, se publicó su libro Envidia, historia de una obsesión destructiva. Después, nada. Hasta hace poco, pues Alianza publicó Las raíces del amor en 2010 y ya que sigo la pista a esta autora desde hace tiempo, apunto este título del que la editorial dice:

Corren los años sesenta en una pequeña localidad rural irlandesa. La muerte de un joven al explosionar los productos que manipulaba provoca una fuerte consternación, tanto en su familia como entre sus vecinos. ¿Qué estaba haciendo? La madre, Sissy, una mujer particular, sostenida por su marido Tom, se debate entre el dolor, la desesperación y el sentimiento de culpa; su hija, Olivia, se esfuerza por mantener la cordura y la memoria del hermano; un vecino alemán aporta la voz distante a la tragedia que también es la suya. Los O´Hara intentan alejarse de lo que les rodea para aliviar el dolor de los recuerdos, pero pronto entienden que deben mantenerse cerca de lo que han perdido. Las raíces del amor es una novela de ausencias, impactante, con notables ecos beckettianos y joyceanos, en la que Josephine Hart explora qué es ese sentimiento que provoca ilusiones, pero también dolor. El amor: religioso, patriótico, a la pareja, a los padres y hermanos... El amor obsesivo, el amor apasionado, el amor enfermizo, el amor que hiere, el amor que mata... Un sentimiento multifacético que, ensalzado a través del poder de la palabra y de la memoria, puede forjar identidades colectivas, pero también dramas.

El hombre que amaba a los niños, de Christina Stead.


Este año se ha hablado bastante del libro El hombre que amaba a los niños, de Christina Stead, entre otras cosas debido al fallecimiento de Félix Romeo, ya que Javier Cercas mencionaba este libro al hablar del prematuramente desaparecido escritor.
El propio Romeo escribió una reseña sobre esta novela que finalizaba con las siguientes palabras: Ha habido que esperar muchos años hasta que El hombre que amaba a los niños se tradujera al castellano, pero la espera ha merecido la pena. La novela de Christina Stead sigue manteniendo su fuerza y su originalidad y su clima de pesadilla.

El libro está editado por Pre-Textos, y en la web de la editorial se puede leer la siguiente sinopsis:
Sam y Henny Pollit tienen muchos niños, poco dinero y se odian demasiado entre sí. Cuando Sam utiliza, para alimentar la voracidad de su ego, la veneración que sienten sus hijos por él, Henny lo observa con sombría desesperación, consciente de la amarga realidad que subyace a sus locas visiones.
Escalofriante novela de la vida familiar, de la relación entre padres e hijos, maridos y esposas, El hombre que amaba a los niños está reconocida como un clásico contemporáneo.

Felipe Benítez Reyes es el autor del prólogo, del que puede leerse un extracto en su blog. Entre otras cosas dice lo siguiente:
Si dejamos al margen a los niños, que son las víctimas contiguas de este drama entre dos, esta novela promueve pocas simpatías hacia sus personajes. Tampoco odios, por odiosos que puedan resultar. Christina Stead tiene la habilidad de hacernos difícil el posicionamiento moral ante el matrimonio Pollit: tanto Sam como Henny son víctimas y verdugos, ambos son inocentes y culpables, los dos son crueles y dignos de compasión.

Diario de invierno, de Paul Auster.


Anagrama publicará este año el nuevo libro de Paul Auster, Diario del invierno. La propia editorial lo presenta así: “Auster vuelve la mirada sobre sí mismo y parte de la llegada de las primeras señales de la vejez para rememorar episodios de su vida. Y así, se suceden las historias: un accidente infantil mientras jugaba al béisbol, el descubrimiento del sexo, las masturbaciones adolescentes y la primera experiencia sexual con una prostituta, la rememoración de sus padres, un accidente de coche en el que su mujer resulta herida, una presentación en Arles acompañado por su admirado Jean-Louis Trintignant, la estancia en París, una larga lista comentada de las 21 habitaciones en las que ha vivido a lo largo de su vida hasta llegar a su actual residencia en Park Slope, sus ataques de pánico, los viajes, los paseos, la presencia de la nieve, el paso y la herida del tiempo... En definitiva, un magistral autorretrato”.
Suena más que interesante.

Fuera de juego, de Michal Viewegh.


Michal Viewegh es un autor checo que, me parece, no es lo suficientemente conocido fuera de su país. Aquí en España sólo se había publicado, que yo sepa, su novela La educación de las chicas en Bohemia, en Metáfora Ediciones. Los libros de esta editorial se han saldado no hace mucho tiempo y es posible que aún se pueda encontrar este título del que la prensa habló con entusiasmo, destacando su humor corrosivo. Desde 1994, año en que apareció el libro mencionado, hasta la edición de Fuera de juego, no había tenido noticias de este autor, así que es un libro que me interesa especialmente.

Lo edita Maeva, y en su web ofrece la siguiente sinopsis.
Como cada año, Eva, Jeff, Tom, Skippy y Hurejová se reúnen para celebrar su amistad y recordar unas relaciones que se iniciaron en tiempos escolares y que se mantienen vivas ahora que rondan los cuarenta años. De los cinco, Eva y Jeff eran los que más parecían estar destinados a alcanzar la felicidad. La extraordinaria belleza de Eva y el arrojo de Jeff, el único que se atrevió a conquistarla, desembocaron en un matrimonio que sin embargo fracasó. Junto a Tom, Skippy y Hurejová, se reúnen ahora para saldar cuentas con su pasado y hacer el inevitable balance de la edad mediana. ¿Realmente están llevando la vida con la que soñaban?

El club de los parricidas, de Ambrose Bierce.


La colección Vagamundos, de la editorial Traspiés, ha cambiado de formato, sus libros han crecido e inician una nueva andadura con dos interesantes títulos: Un puesto avanzado del progreso, de Joseph Conrad, con ilustraciones de Federico Villalobos; y El club de los parricidas, de Ambrose Bierce, ilustrado por Pablo López Miñarro.
Sobre éste último se puede leer en la web de Vagamundos:
En El club de los parricidas, obra maestra del humor negro, Bierce condensa toda su capacidad para el sarcasmo y la mordacidad. Los cinco relatos que lo integran nos ofrecen un variado repertorio de procedimientos para acabar con nuestros progenitores, seguramente los mismos que a su autor le hubiera gustado emplear con los suyos. Además de brindarnos una serie de ideas que podrían sacarnos de un apuro o ayudarnos a hacer realidad nuestros más oscuros deseos, el tono desenfadado y, por momentos, insidiosamente cándido de los relatos nos provocará más de una sonrisa.

Los pobres, de William Vollmann.


Debate publica un nuevo libro del escritor William Vollmann. Se titula Los pobres. Leo en Blog de libros:
¿Por qué eres pobre? Ésta fue la pregunta que William T. Vollmann hizo a distintas personas a las que conoció recorriendo pueblos y ciudades de distintos rincones del mundo. Porque fui malo en mi vida anterior. Porque Allah así lo ha querido. Porque los pobres no hacen nada para salvarse. Porque es mi destino. Las respuestas fueron tan ricas y tan variadas que le sirvieron para escribir este libro. En Los pobres, resultado de una revolucionaria investigación, accedemos a una visión de la pobreza inédita hasta hoy, un retrato que muestra la desesperación y la brutalidad de este mal endémico, su orgullo y su terror, su miseria feroz y su callada resignación.
Vollmann es un autor excéntrico. Ganó el National Book Award con su monumental novela Europa Centra”. Yo leí Historias del mariposa, que me resultó tan fascinante como la personalidad del autor.

Cambiar de idea, de Zadie Smith.

Siento especial debilidad por los libros que hablan sobre libros. Ensayos, artículos, reseñas, estudios... Y me interesan especialmente si vienen firmados por un escritor. No por nada en especial: simple curiosidad.
Hace poco, la editorial Salamandra publicó Cambiar de idea, de la escritora británica Zadie Smith, una mujer que se convirtió en todo un fenómeno literario con su primera novela, Dientes blancos, y cuyos siguientes libros han sido bien acogidos por el público y la crítica.
En la web de la editorial presentan así este libro:
Considerada uno de los narradores anglosajones más relevantes de la actualidad, Zadie Smith ha recopilado por primera vez una selección de ensayos rebosantes de su inagotable inquietud intelectual. Ordenadas en cinco secciones ―Leer, Ser, Ver, Sentir y Recordar―, las diecisiete piezas abarcan una interesante variedad de temas, desde la cultura hasta la política, pasando por sucesos de su propia vida, tratados siempre con el ojo crítico que la caracteriza.
¿Cómo afectó la vida amorosa de George Eliot a su prosa? ¿Por qué Kafka escribía a las tres de la madrugada? ¿Si Roland Barthes mató al Autor, puede resucitarlo Nabokov? Los grandes libros y las malas películas, el feminismo y las divas italianas, la literatura escrita por mujeres negras, el parecido entre Barack Obama y Eliza Doolittle... La incisiva mirada y el espíritu lúdico de Smith se alían para abordar estas y muchas otras cuestiones con un estilo propio: profundo, sin ser académico; riguroso, sin ser dogmático, y divertido, sin ser superficial. Entre los aspectos más personales, destaca la narración de la muerte de su padre ―a quien está dedicado el libro―, además de consejos sobre el oficio de escribir y unos curiosos retratos de Katharine Hepburn y Greta Garbo.
Cambiar de idea es un libro de no ficción de primer orden, que se revela, por su amplitud de miras y su empatía, como un fascinante autorretrato de la autora. Un regalo para lectores de toda condición que derrocha curiosidad e inteligencia.
Además, este libro lo recomendó José Ángel Barrueco en su web de un modo muy convincente, y yo suelo tomar buena nota de las recomendaciones de Barrueco. Pueden leer su reseña en este enlace.

Cuentos completos, de Antonio Di Benedetto.

Tengo gran curiosidad por leer a Antonio Di Benedetto, autor que me resulta desconocido pero con cuyas preocupaciones y temas creo sentir cierta afinidad.
Lo publica Adriana Hidalgo Editora, en cuya web se puede leer:
Antonio Di Benedetto es un “fenómeno” literario, un escritor anticlásico, que practicó una literatura silenciosa, inestable, en cambio constante. Un escritor que no cabe en el molde uniforme de la canonización, un escritor extraño o, mejor, un escritor de la extrañeza, del extrañamiento.
Con las particularidades que le da Di Benedetto, el cuento es el laboratorio de su escritura, el cimiento del proyecto, la estructura que prefigura toda posibilidad de relato; en él se expanden algunas de las mejores páginas del autor. La forma breve, en Di Benedetto, es el punto de partida y de llegada de la trayectoria de creación y es, también, el espacio privilegiado de la innovación, del experimento, de la variación genérica.
Los postulados de escritura del autor lo asocian con una filiación subterránea de la literatura hispano- americana que prolonga la literatura fantástica, concentrándose en efectos y sentidos semejantes a los de los textos clásicos del género. Con prácticas muy variadas, podría incluirse en esa corriente a Felisberto Hernández, Silvina Ocampo o Virgilio Piñera. Son todos escritores donde lo fantástico se desarrolla como impresión y no como fenómeno argumental, como horizonte y no como mecanismo narrativo.
Además de los relatos publicados originalmente en forma de libro, esta cuidada edición de los Cuentos completos que conmemora los veinte años de la muerte de Di Benedetto (1922-1986), incluye trece relatos publicados en diarios y revistas pero nunca retomados en libro, así como cuatro cuentos hasta ahora inéditos.

Yo confieso, de Jaume Cabré.


El libro de Jaume Cabré, Yo confieso, se ha convertido en un auténtico bestseller y no son pocos quienes lo califican como la mejor obra del año 2011.
La sinopsis de la editorial es la siguiente:
Si la tienda de antigüedades de la familia es todo un universo para el niño Adrià, el despacho del padre es el centro de ese universo y su tesoro más preciado un magnífico violín Storioni, en cuyo estuche aún se aprecia la sombra de un crimen cometido muchos años atrás. La infancia y la adolescencia de Adrià, llena de preguntas sin respuesta, de juegos solitarios y de falta de calor, está dedicada al estudio de la historia y de las lenguas, tal como quiere el padre, y a la práctica del violín, siguiendo los deseos de la madre. Pero un accidente acabará con la vida del padre, sumiendo a Adrià en un estado de culpabilidad y llenando su mundo de secretos y turbios misterios que tardará muchos años en despejar. Una novela ambiciosa, monumental y maravillosa que nos habla del poder, el dolor y la penitencia, el mal y la redención, la venganza, el amor, la culpa y la posibilidad del perdón, y que de la mano de una escritura brillante y a través de una imponente historia recorre los momentos estelares de la historia occidental.

La crítica se ha volcado en elogios. (Reseña en La Tormenta en un Vaso). Y la portada es magnífica, todo un acierto.
Se pueden leer las primeras páginas en este enlace.


El propio Jaume Cabré ha dicho que en este libro trata el tema de la recuperación de la memoria y su tergiversación, lo cual explica, en algún aspecto, el éxito que ha tenido en otros países como Alemania o Francia.
Sobre su proceso de escritura ha dicho: Sin idea previa, sin mapa, sin brújula, encuentro personajes y los interrogo, me explican una historia que a veces me interesa y otras no; en conjunto veo que va creciendo algo con una levadura mágica que no sé cuál es. Descubro que hay algo que no sé qué es ni adonde va...  

Cuando empiezo a trabajar no tengo una visión previa de cómo irá la novela y es la escritura la que me lleva a un personaje, a una atmósfera... Voy dando vueltas a distintas posibilidades narrativas o ambientales hasta que cuajan.


Un arte espectral, de Norman Mailer.


Y otro libro que está a punto de aparecer y que me interesa es Un arte espectral, de Norman Mailer, en el que habla sin tapujos, como era habitual en él, sobre el arte de escribir y el negocio editorial.
Sinopsis: Testigo de excepción, Norman Mailer, uno de los escritores más importantes de la literatura del s. XX, hace un repaso de sus 50 años de profesión. Un arte espectral reúne una serie de textos (prólogos, introducciones, entrevistas…) y material inédito que expresan las opiniones de Norman Mailer sobre el ejercicio de la profesión de escritor, el arte de escribir, el periodismo cultural y la industria editorial. Completa esta visión un análisis descarnado de sus gigantes literarios, sus contemporáneos y rivales y de la nueva narrativa norteamericana emergente. Reflexiones sobre Tolstoi, Dostoievski, Hemingway o Faulkner, compañeros de generación como Updike o Capote, sin olvidar a DeLillo, Joyce Carol Oates o a al joven Jonathan Franzen de Las correcciones, éste es sin duda un documento indispensable para comprender y aprehender lo ocurrido en los modos, usos y costumbres de la narrativa de nuestro pasado más reciente. Sin medias tintas. Palabra de Mailer.

En la revista Qué Leer de este mes publican un avance editorial de este libro. Entresaco algunas citas:

La corrección o edición tiende a hacer que los best sellers se parezcan entre sí. Por ejemplo, pocos best sellers no sufren de una avalancha de adjetivos.


Cuando una novela seria de un desconocido se publica hoy en día, por lo común es porque algún editor joven se lo ha tomado a pecho.


Un éxito literario de grandes proporciones a menudo es una cuestión fortuita.


Uno nunca es más consciente de su vanidad que cuando está en una gira publicitaria.


Cada vez que una historia sobre mí aparece un un diario, me hiere profesionalmente.

Aire de Dylan, de Enrique Vila-Matas.



Y en este 2012, en el mes de Marzo, aparecerá un nuevo libro de Enrique Vila-Matas del que no hay aún portada, pero cuya sinopsis se puede leer en la web de laagencia literaria MB:

Un narrador educado en la cultura del esfuerzo y arrepentido de ser tan prolifico queda pasmado cuando conoce a unos jóvenes alados, escépticos –los Oblomov-, que ante la gran crisis general del mundo han decidido apartarse, no colaborar en nada, montar la subversiva sociedad Aire de Dylan, que trata de capturar la verdadera esencia del alma de la época, el aire de nuestro tiempo. La ley del trabajo, contrapuesta al arte de no hacer nada. La dialéctica entre la cultura del esfuerzo y la ideología de la indolencia.

lunes, enero 02, 2012

Reseña de Esteban Gutiérrez

El escritor Esteban Gutiérrez Gómez publica en su blog “Bacovicious” una reseña sobre “Los pequeños placeres” y uno de los relatos del libro.

Pueden leerlo aquí.


También “Los pequeños placeres” es una de las lecturas recomendadas por “El Heraldo del Henares”, junto a otras interesantes propuestas.

Aquí.