sábado, mayo 28, 2011

Texto de la presentación de "Elefantiasis"


Es para mí un placer tener la oportunidad de acompañar a Raúl en este acto. Y a Mariano Zurdo, de Editorial Talentura (antes Editores Policarbonados), responsable de esta preciosa edición ilustrada por Carmen Puchol y que incluye un interesante prólogo firmado por nuestro común amigo Francisco Machuca.

Raúl Ariza es autor de un blog de referencia, visitado por muchísima gente: “El alma difusa”. Ese blog ha sido y es su carta de presentación, su salida al mundo. Los blogs se han convertido en un medio ideal para exponer la propia obra al juicio de los demás. El éxito de “El alma difusa” es incuestionable, y ahí podemos comprobar, entre otras cosas, lo importante que es el cine como fuente de inspiración para Ariza.

Leyendo “Elefantiasis”, lo primero que uno se pregunta es cómo es posible que Raúl Ariza no haya publicado antes, porque se trata de un libro que pone de manifiesto la calidad literaria de su autor, calidad que uno no adquiere de la noche a la mañana sino que requiere muchas horas de dedicación, de práctica.
Imagino a Ariza escribiendo en sus ratos libres, casi en secreto, por el mero placer de contar una historia, de soñar unos personajes, de inventar un mundo que, tal vez, nos ayude a comprender este. Y es que escribir suele ser un acto de insatisfacción, de rebeldía incluso, casi de prepotencia, nada menos que la invención de un mundo imaginario, de gente que no existe, de personajes que parecen incluso salir de las páginas y sentarse a tu lado, pidiéndote explicaciones, reprochándote que seas el responsable de sus desgracias.
André Gidé escribió: “El mal novelista construye sus personajes, los dirige y los hace hablar. El verdadero novelista los mira actuar”. Y en este libro Raúl observa a sus personajes y nos cuenta lo que va viendo, lo que hacen, cómo se comportan, cómo esa mujer de setenta años observa su desnudez en el espejo, o la que prepara la cena con falda y zapatos, señal inequívoca de que algo no encaja en la estampa cotidiana, o ese hombre solitario, viudo, que todos los jueves se bebe un par de gin-tonics en un club de carretera, o ese otro que se encuentra solo en una parada de autobús a las tres de la madrugada. Dramas, historias que nos golpean, que nos recuerdan el sufrimiento de los demás. Raúl dice en uno de estos cuentos: “Yo creo que mirar es hermoso. De hecho, es la primera expresión amorosa que se me ocurre”. (p. 23 – Una mirada). Y eso es lo que hace, mirar a su alrededor, sin juzgar a nadie ni tomar partido, sin moralinas ni conclusiones lapidarias. Mero testigo, cronista antes que fabulador, sus historias van configurando un mundo reconocible e imperfecto.

Uno de los temas que conviene resaltar es la capacidad de empatía que demuestra el autor. A fin de cuentas, escribir es colocarse en el lugar del otro, como dijo Vila-Matas. Y Ariza adopta en “Elefantiasis” perspectivas diferente: unas veces la voz de una esposa, otras la de un homosexual, la experiencia de un hombre sacudido por las circunstancias o la siempre eficaz voz del narrador omnisciente que registra lo que sucede con la asepsia de un forense. Autor minucioso, él mismo afirma en otro de los relatos: “Y es curiosamente en las pequeñas cosas, donde advierto más dificultades”. (p.36 – Le suelo tocar el pelo). Y no puede ser de otra manera, teniendo en cuenta que es en los pequeños detalles donde realmente se mide la capacidad de un escritor, su poder de observación y de evocación.  
Las historias de Raúl Ariza se centran en un momento concreto, generalmente anterior o posterior al suceso central del relato. Un momento en el que aparentemente no ocurre nada, ese instante en el que uno interioriza algo que le ha ocurrido, algo que le ha cambiado la vida. Pero la maestría de Ariza se encuentra en su capacidad para dejarnos entrever aquello que no nos está contando, la parte escamoteada cuyo peso resulta evidente. Y todos estos relatos van dibujando el perfil de una sociedad opresiva, fría, en la que cada individuo, a la hora de la verdad, se encuentra solo ante sus circunstancias. No estamos ante un libro autocomplaciente, sino que resulta duro en ocasiones, y nos incomoda en otras, y consigue zarandearnos como cuando nos intentan sacar bruscamente de un sueño para que nos asomemos a la realidad. Un libro cuyos relatos, breves, de apenas un par de páginas, conseguirán que nos quedemos con la mirada perdida y noqueados ante su lectura. Algo muy difícil de conseguir y que pocas veces ocurre. El valor de los grandes relatos: lograr trastocar nuestra realidad desde la ficción.

El relato, como género, va ganando el reconocimiento que se merece, recuperando su dignidad y su valía. Y en ese camino, a golpe de buen hacer y de autores como Raúl Ariza, va consolidando su lugar en el mercado y ganando el favor de los lectores. Un buen relato proporciona un placer difícil de describir, la sensación de que algo se ha trastocado a nuestro alrededor, tal vez algo imperceptible pero suficiente para tener la sensación de que nada es ya como era antes. Esa es su magia, su poder oculto, capaz de expandirse tras la lectura, difícilmente acotable, pese al intento de algunos autores por describir sus características, delimitar sus horizontes, clasificar su temática o la forma de abordarlo; el relato siempre consigue escapar a todos estos intentos y parece burlarse de quienes defienden una única forma de abordar un género cuya característica más destacable sería, precisamente, su heterogeneidad. Como dice Sergio Pitol “sería monstruoso que todos los escritores obedecieran las reglas de un mismo decálogo o que siguieran el camino de un único maestro”.

Escribir es, en general, una tarea solitaria, una actividad misteriosa, un poco incomprensible. Y en la propia obra se encuentran las preocupaciones y obsesiones de cada autor. Los demonios que le impulsan a seguir adelante, a transformar en palabras, en historias, las propias reflexiones. En base a esas preocupaciones se aborda el hecho literario. En el caso de Ariza, nos encontramos con un entorno realista y una preocupación centrada en el ser humano; un planteamiento moral, aunque no moralista.  El propio título del libro, “Elefantiasis”, transmite, junto con la portada y la cita que lo encabeza,  el recuerdo de David Merrick, el famoso hombre elefante que, en la película que sobre su vida filmó David Lynch, reafirmaba su humanidad  proclamando que él no era un animal, sino un hombre. Un hombre, ni más ni menos, como los que encontramos en las páginas de este libro, con sus deformidades, sus problemas, su mundo, sus circunstancias, a veces terribles, el lado amargo que intentamos ocultar a los demás o que nos negamos a admitir. Un lado oscuro  que sólo depende de las circunstancias adecuadas para que se manifieste y nos recuerde nuestra vulnerabilidad.

En fin, todo esto que he dicho hasta ahora, es tan sólo para asegurarles que “Elefantiasis” es un libro cuya lectura no deberían perderse.

miércoles, mayo 25, 2011

martes, mayo 17, 2011

Blogs amigos

Resulta que hoy es el día internacional de internet.

Me gustaría mencionar algunos blogs con los que comparto andadura y cuya trayectoria suelo seguir con interés. Blogs con los que he establecido una relación que, en muchos casos, ha rebasado el límite de lo virtual.

Raúl Ariza. “El alma difusa”. Un escritor muy interesante que nos ofrece relatos impactantes, sobre gente corriente y situaciones dramáticas desde un punto de vista aseptico, como si nos enseñara una fotografía. De hecho, se puede decir que la imagen es fuente de inspiración esencial para Raúl.

Graciela Barrera. “Las palabras son mis ojos”. Mi amiga de México escribe un blog lleno de sensibilidad, cercano a la poesía. Una ventana abierta a sus inquietudes artísticas.

José Ángel Barrueco. “Escrito en el viento”. Un blog esencial para estar al día, para enterarse de novedades literarias que no aparecen en los suplementos. Un blog de referencia con el que encuentro muchas afinidades.

José Manuel Benítez Ariza. “Columna de humo”. Diario en el que su autor vuelca sus reflexiones, sus preocupaciones, sucesos que le han ocurrido o artículos que ha publicado. Una lectura que transcurre como una agradable charla con un amigo.

Elena Casero. “Ad Libitum”. El blog personal de una escritora que ya es amiga y cuya obra va creciendo, imparable.

Conde Duque. “Los evangelios de la risa absoluta”. Blog personal, inteligente, iconoclasta y muchas veces desenfadado, que exhibe un fino sentido del humor. La cita con la que lo encabeza es de Cioran: "Yo sé que todo es irreal, pero no sé cómo probarlo".

Dsdmona. “El mundo de Dsdmona”. Su autora nos cuenta de un modo directo su opinión sobre los libros que lee o las películas que ve. También nos muestra excelentes fotografías. Un blog muy personal.

José Carlos Díaz Pérez. “Los diarios de Rayuela”. Como su nombre indica, es un blog con formato de diario. Diario de reflexiones, pensamientos, lecturas, lugares... El cuaderno de notas de un interesante escritor.

Esteban Gutiérrez. “El laberinto de Noé”. Autor inquieto, interesado especialmente en el género del relato y su espacio es un sitio indispensable para estar al tanto de lo que ocurre en torno a este género en particular y a la literatura en general.

Juan Herrezuelo. “Pasadizos”. Ha empezado hace poco su particular aventura bloguera y ya se intuye que el suyo va a ser un lugar de referencia para los amantes de la literatura.

Mabalot. “Mi cama es una barca”. Una voz sincera, lúcida, culta y un poco socarrona va desgranando las vivencias, lecturas y reflexiones de un escritor al que se lee con gusto y admiración.

Francisco Machuca. “El tiempo ganado”. Un blog que ha ido creciendo de un modo imparable. Un blog exigente, ajeno a las banalidades, concienzudo y lleno de sensatez, que se interesa por el cine y la literatura principalmente.

Elías Moro. “El juego de la taba”. Blog de autor, en el que se puede apreciar la calidad humana de Elías Moro y su elegante estilo literario, su curiosidad y su capacidad para detenerse en los pequeños detalles.

Miguel Ángel Muñoz. Su blog “El síndrome Chéjov” sigue siendo un lugar de referencia para todos los amantes del relato. Hace poco cumplió cinco años y aprovecho ahora para felicitarle. Os recomiendo el texto que publicó en esa fecha, en el que elogiaba el formato blog frente a las redes sociales.

Jorge Ordaz. “Obiter dicta”. Blog elegante, sobrio, en el que su autor nos va regalando pequeñas píldoras de sabiduría, de curiosidades, de alimento para el espíritu, de pasión hacia los libros, pasión de bibliófilo.

Francisco Ortiz. Su blog principal es “Novela negra y cine negro”, aunque acaba de iniciar “El blog de Francisco Ortiz”. Compañero de fatigas cuyas recomendaciones literarias vale la pena tener en cuenta.Iniciamos andadura el mismo año y muchas veces nos hemos encontrados con similares dudas e inquietudes. También escribe el blog “En la aurora”.

Palimp. Cuchitril literario. Su autor nos habla de los libros que caen en sus manos, y siempre suele incluir un pequeño extracto. Es un blog cercano en el que se percibe la voz de un enamorado de la literatura.

Petrusdom. “Montañas de silencio y profundos ríos de palabras”. La voz sosegada, la mirada lúcida, de un amante de la cultura en general y de la lectura en particular.

Javier Puche. “Puerta falsa”. Blog dedicado al microrrelato, en el que podemos leer los siempre interesantes textos de este escritor.

José Romero. “Atracadero”. Cómo la red crea simpatías que se afianzan con el tiempo. José Romero y yo nos leemos desde hace años. Compartimos nuestras lecturas e inquietudes. Todo un lujo.

Antonia Romero. “Mientras esperas...”. Lecturas, reflexiones, experiencias personales. En este blog hemos sido testigos de la publicación del último libro de Antonia Romero: “La tumba compartida”, ganador del II Certamen Literario Imprimatur. Enhorabuena.

Ruth. “Contando historias”. Profesora y escritora. En su blog nos habla de sus aconteceres diarios y de sus peleas con sus textos, de lecturas y esperanzas, siempre con un estilo desenfadado y divertido.

Sfer. “Librosfera”. Un blog imprescindible para los amantes de los libros, en especial de la literatura infantil y de los álbumes ilustrados. La labor de Sfer es incansable y mantiene una trayectoria uniforme y llena de coherencia cuyo esfuerzo debe reconocerse.

Rosa Silverio. “Rosa Silverio”. Rosa es una poeta dominicana enamorada de la literatura y siempre implicada en todo tipo de actividades de las que nos informa a través de su blog, en el que también podemos leer algunos de sus personales poemas.

Alvy Singer. “El rincón de Alvy Singer”. Siempre es un lujo acceder a los contenidos del blog de Alvy. Otro de los espacios que sigo desde el principio de mi andadura bloguera y que ha ido creciendo con el tiempo convirtiéndose en un lugar de referencia indiscutible.

Blanca Vázquez. “El gusanillo de los libros”. Ofrece reseñas muy trabajadas sobre todas aquellas lecturas que le interesan. Siempre rigurosa y respetuosa con los textos, muy lejos de esas críticas supuestamente “sinceras” que se dedican a denigrar e insultar con más o menos gracejo. Además también gestiona un interesante blog de cine: “El rincón del cinematógrafo”.

Recaredo Veredas. “La línea recta”. El mismo Recaredo define su blog como un lugar donde encontrar relatos, reseñas e híbridos extraños, pero es mucho más, un lugar donde se combina la reflexión personal con el análisis certero.

Mariano Zurdo. “Literazurda”. Un espacio en el que se aprecia la pasión por la escritura de este autor y editor.


También quiero nombrar otros blogs de referencia, de lectura imprescindible, de esos que ya visitaba antes de embarcarme en esta aventura:

Javier Avilés - El lamento de Portnoy. Textos muy elaborados, llenos de erudición, en los que las lecturas no se agotan sino que dan paso a otras lecturas, a interesantes reflexiones y sorprendentes análisis.

Fernando Valls – La nave de los locos. Blog de referencia indiscutible para los amantes del relato en general y del microrrelato en particular. Fernando Valls no duda en utilizar su espacio para presentar a interesantes autores de ficción breve.

César Mallorquí – La fraternidad de Babel. Un blog íntimo, sincero, en el que su autor nos habla de su pasión por la literatura y, en el camino, va desgranando su historia personal.

Antón Castro – Antón Castro. Leyendo este interesante blog se da uno cuenta de la activa vida literaria que hay en Zaragoza.

Spaulding – Spaulding’s blog. Críticas de cine poco heterodoxas y siempre desde un punto de vista muy personal.

Iván Thays – Moleskine literario. Es increíble la capacidad de este autor para hacerse eco de prácticamente todo lo que acontece en el mundillo literario.

Y, por último, pese a que algunos han espaciado sus actualizaciones, haré mención a otro grupo de blogs, detrás de los cuales se encuentra gente fantástica, como Diego Zúñiga, Anabel, Juan Carlos Márquez, Sergi Bellver, Matías Candeira, José Antonio Galloso, Anabel, Carmen Fernández Etreros, Sr de Portorosa, Mónica Gutiérrez o Pepe Cervera
Sirva esta entrada de pequeño homenaje a la andadura compartida.

viernes, mayo 13, 2011

Quinto aniversario

Cinco años desde que inicié, un poco sin querer, con más prudencia que otra cosa, esta andadura del blog. Cinco años en los que han pasado muchas cosas. Cinco años en los que he mantenido esta actividad bloguera con mayor o menor asiduidad. Cinco años ya.

Yo leía blogs literarios. Nunca dejaba ningún comentario. Y un día pensé que quería intentar escribir un blog como aquellos, así que entré en blogger para ver si era muy difícil y, de pronto, ya tenía el blog formado y había publicado una primera entrada que era un simple saludo.
Era el 13 de Mayo de 2006.

Y aquí sigo. Debo reconocer que sigo prefiriendo el formato del blog a cualquier otro, es el que más se ajusta a lo que me interesa, el que mejor admite textos de extensión media, la combinación de enlaces, fotografías, vídeos... el que a la postre más se asemeja a una revista, con el añadido de poder interactuar con los lectores, de conocer su opinión.
Puedo decir que éste soy yo. Este blog es mi presentación. Gracias a él he conocido a gente fantástica. También me ha ayudado a combatir la pereza y a seguir adelante. Es mi estímulo y mi ventana al mundo.
Mi agradecimiento a todos los que pasáis por aquí.

lunes, mayo 09, 2011

No tengas miedo



Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera. Así empieza “Ana Karenina” y no pude evitar recordar esta frase al terminar de ver la última película de Montxo Armendáriz, “No tengas miedo”.

Silvia es una niña feliz, en una familia normal, con un padre que siempre juega con ella hasta que un día uno de sus juegos termina de un modo diferente. Y desde entonces Silvia se vuelve una muchacha introvertida, que oculta el horrible secreto de su infelicidad, que sufre trastornos, que pasa las tardes deambulando sola para no volver a su casa, hasta que comprende que debe recoger las piezas del drama y colocarlas de algún modo que le permita seguir adelante con su vida y superar el pasado.

No es fácil tratar de un tema tan duro como el del abuso infantil sin caer en lo escabroso y “No tengas miedo” lo consigue. “No tengas miedo” sobrecoge, nos impacta y nos obliga a posicionarnos. Nos muestra cómo el padre coge a su hija de la mano y va con ella a su cuarto diciéndole que tiene la ropa mojada, que se la quite o cogerá un resfriado, y entra con ella y cierra la puerta y nos deja en el pasillo oscuro, desarmados y horrorizados.

Armendáriz sigue en todo momento al personaje principal y, de este modo, nos transmite su miedo, su desamparo, su incapacidad para reaccionar ante algo que le supera. Es una de las características de este director de mirada analítica, interesado en hurgar en lo que se oculta, en mostrar el modo en que nos defendemos del entorno, especialmente si el entorno es hostil y atroz, lo cual subraya con los silencios y los encuadres.
Un entorno familiar hermético en el que se oculta, se entierra, el abuso con el que debe convivir una niña que no entiende lo que le ocurre y que acepta que nadie quiera verlo, especialmente su madre, interpretada con eficacia y sobriedad por una Belén Rueda que roza la excelencia. También Lluís Homar borda su difícil papel, transmitiendo la amenaza que supone su sola presencia, inquietando y revolviéndonos las tripas cuando más amable se muestra. Por último, las tres actrices que interpretan al personaje de Silvia en distintas etapas de su vida están muy bien, aunque hay que destacar el trabajo de Michelle Janner, que es quien carga con el peso de esta historia asfixiante y, sin duda, necesaria.

Armendáriz introduce testimonios muy duros de víctimas de abusos, que son como pedradas que nos recuerdan que lo que nos están contando está sucediendo de verdad. Tal vez prefiramos mirar hacia otro lado, negarlo incluso, pero eso no lo hace desaparecer.

Contención en las interpretaciones, elegancia en la forma, una mirada que juega con las sombras de una historia que huye de la sordidez y del maniqueísmo, una película que no deja indiferente y que no debería perderse ningún amante del buen cine.

Entrevista con el director a propósito de este film