jueves, enero 27, 2011

Narrativas 20


La revista Narrativas llega a su número 20. Esta publicación, que se puede descargar gratuitamente, se va consolidando con el tiempo como una apreciable plataforma para muchos autores. Está coordinada por el escritor Carlos Manzano, autor de varios libros, como “Fósforos en manos de unos niños”, “Vivir para nada” o la última, “Sombras de lo cotidiano”, que por cierto estoy leyendo en este momento y tengo que decir que es de esos libros que enganchan y lo recomiendo encarecidamente.
El Consejo Editorial de la revista Narrativas está compuesto en la actualidad por María Dubón, Emilio Gil, Nerea Marco Reus y Luisa Miñana.
Este número 20 corresponde al primer trimestre y estoy seguro de que seguirá creciendo y cumpliendo números. No la pierdan de vista. Además, es un espacio abierto, que acepta colaboraciones, tal como ellos mismos explican:

La revista Narrativas versa sobre diversos aspectos de la narrativa contemporánea en español. Está estructurada en tres bloques fundamentales: ensayo, relatos y reseñas literarias. En cualquiera de estos campos, toda colaboración es bien recibida. Las colaboraciones deberán enviarse por correo electrónico como archivo adjunto en formato DOC o RTF. En su momento, los órganos de selección de la revista decidirán sobre la publicación o no de los originales recibidos. No se fija ninguna extensión máxima ni mínima para las colaboraciones, aunque se valorará la concisión y el estilo. Se acusará recibo de cada envío y se informará de la aceptación o no del mismo. Los autores son siempre los titulares de la propiedad intelectual de cada texto; únicamente ceden a la revista Narrativas el derecho a publicar los textos en el número correspondiente.

Pueden descargar la revista haciendo clic en la imagen.


El índice de este número es el siguiente:

● Ensayo
“Los males menores”: un punto de inflexión en la obra de Luis Mateo Díez, por Manuel María Morales Cuesta
La cuestión de la raza en “Otelo”, por Enrique García Díaz
Cibercepción, la dimensión literaria, por Luisa Miñana

● Relatos
Relatos, por Antonio Serrano Cueto
Vecinos, por Miguel Sanfeliu
Mujeres contundentes, por Vera Zieland
Golpearse los labios con un mediodía, por Javier Romano
La lectora, por Jesús Ortega
La I de Ïcaro, por Andrea Benavídez
Breve historia familiar, por Fernando Sánchez Calvo
Rigor vitae, curriculum mortis, por David Garrido
Bullying, por Esther Navarro
Los hombres alegres, por Carlos Montuenga
Príncipes ambulantes, por José Cruz Cabrerizo
A su servicio, por David Bombai
101 coños (fragmentos), por Salvador Alario Bataller
El hombre que se convirtió en el hijo de la estrella, por Diana Ferreyra
Sábanas grises, por Iván Teruel
El hombre que escribía historias de amor, por Carlos Ollero
Brígida, por Ramón Araiza Quiroz
Vergüenzas que afrontar, por Rolando Revagliatti
En tránsito, por Daniel P. Espinosa
Cuatro ojos, por Mari Carmen Moreno
Vol d’Ennui, por Carlos Sancho Torrubia
Espejos, por Alejandro Rosen
Portátil, por Luis Topogenario
Mossegar, por María Aixa Sanz
Sobredosis, por Manuel Ves
Relatos, por Pepe Pereza
La casa de mi vida, por Gustavo M. Galliano
Microrrelatos, por Daniel Sánchez Bonet
En 99 palabras, por Miguel Ángel Molina
Beth, por Emilio Jio Gil
El fetiche epistolario, por Roberto Strongman

● Novela
Capítulo de la novela en marcha “Pop-pins”, por Luisa Miñana

● Narradores
Patricia Esteban Erlés

● Miradas
La novela rural: Antonio Ansón, “Llamando a las puertas del cielo”, por Pablo Lorente Muñoz
Antón Pávlovich Chéjov, por María Dubón
Literatura con mayúscula, por Marcos Zocaro

● Reseñas
“Yo lloré con Terminator 2 (relatos de cerveza-ficción)” de Carlos Salem, por Pablo Lorente Muñoz
“La sopa de Dios” de Gregorio Casamayor, por José Luis Muñoz
“El espíritu de cristal” de Carlos Jover, por Pablo Lorente Muñoz
“Todo es silencio” de Manuel Rivas, por María Aixa Sanz
“Celos” de Catherine Millet, por José Luis Muñoz
“Agua quieta” de Gristina Grande, por Carlos Manzano
“Pájaros sin alas” de José Javier Abasolo, por José Luis Muñoz
“El otro mundo” de Hilario J. Rodríguez, por Miguel Sanfeliu
“La vía láctea” de José Vaccaro Ruiz, por José Luis Muñoz
“Cambio de planes” de Luis Borrás, por Angélica Morales
“Trece cuentos inquietantes” de Felisa Moreno Ortega, por José Luis Muñoz
“Los hábitos del azar” de Francisco López Serrano, por Luis Borrás
“Mujer abrazada a un cuervo” de Ismael Martínez Biurrun, por Oscar Bribián
“Verano”, de J.M. Coetzee, por José Luis Muñoz
“El horizonte” de Patrick Modiano, por María Aixa Sanz
“Hacia el interior” de pierre d. la., por Luis Borrás

● Novedades editoriales

domingo, enero 23, 2011

Muros

Hace tiempo que dejó de resistirse. Ahora, cuando él se presenta, ella le deja hacer, sin decir nada. Ni siquiera siente asco al verle babear y resoplar. Ni siquiera siente piedad al ver su piel envejecida y su pene debilitado. Es capaz de pensar en sus propias cosas, aún con él encima. Piensa en el miedo que sienten sus hijos cuando le oyen llegar, sin importarles que traiga comida, ropa y juguetes. No sabe cómo decirles que no deben tener miedo, que ella está bien, que no siente dolor. Los niños corren a esconderse debajo de la cama. Piensa en ellos mientra el hombre se mueve, allí escondidos, quizá tapándose los oídos y temblando de miedo. Desea que el hombre termine pronto para reunirse con los pequeños, para abrazarles y contarles, una vez más, cómo es el exterior, cómo serán sus vidas cuando por fin puedan escapar de allí.
—Papá —dice ella entonces—, ¿puedes traernos la próxima vez un libro con fotografías de paisajes?

domingo, enero 16, 2011

Canino


Nos encerramos, nos aislamos, presumiblemente para protegernos, sentimos la necesidad de defendernos de los peligros que nos amenazan. La sociedad actual vive asustada y obsesionada con la seguridad. Una seguridad que se alcanza, al parecer, de un modo incuestionable, en el propio hogar, pasando por alto los conflictos y dramas que en dicho hogar se generan. Estas ideas conforman una especie de histeria colectiva. Wole Soyinka, en el recomendable libro “Clima de miedo” explica que la histeria “en su forma más efectiva surge como fruto de una comunicación unidireccional que logra cegar a sus seguidores ante las realidades que les rodean al tiempo que los encierra en una comunidad de convicción”. Pues eso exactamente es lo que encontramos en la película “Canino”, del director griego Yorgos Lanthimos.

Un matrimonio mantiene encerrados a sus tres hijos adolescentes en una confortable casa rodeada por un muro. Los muchachos nunca han salido al exterior, de hecho, sólo se puede salir al exterior sin peligro cuando se caen los dientes caninos. Los teléfonos no existen, es más, “teléfono” es un recipiente donde se guarda la sal. Y “coño” (¿dónde has escuchado esa palabra?) es una especie de lámpara. Los aviones son juguetes que caen en el jardín. El padre protege la casa y no duda en sumergirse en la piscina en busca de un monstruoso animal acuático. Todo transcurre en una aparente calma y armonía que se va tornando asfixiante.

La claustrofobia, la crueldad, la distorsión y la violencia son examinados de una forma desapasionada y distante, con cierta frialdad que torna más angustioso el ambiente enrarecido, las particulares normas que, pretendiendo preservar de los peligros del mundo, terminan por volverse contra sí mismas. Y es quizá esta mirada aséptica de la locura lo que ha provocado que a Lanthimos se le compare con Michael Haneke, e incluso se vean ecos del cine de David Lynch en su particular enfoque de la lógica que rige la realidad. Su gradual modo de provocar intranquilidad y ansiedad en el espectador, disfrazado con una medida dosis de humor y una estética casi minimalista, convierten este film en una peligrosa carga de profundidad, perturbadora e incómoda, no apta para todos los estómagos.

lunes, enero 10, 2011

Sexteto de Madrid y otros cuentos



Al leer “Sexteto de Madrid y otros cuentos”, de José Manuel Benítez Ariza, me he encontrado con una prosa y un tono que me han arrastrado por estas historias despertando una curiosidad inevitable. Se trata de un libro que se lee con agrado, narrado con un estilo impecable, de esos que soportan una lectura en voz alta. Se divide en dos partes: la primera está compuesta por seis cuentos ubicados en Madrid; y la segunda, bajo el título “Y otros cuentos”, agrupa trece relatos ambientados en lugares distintos, pero que se hermanan gracias a la voz narradora, al tono pausado y el enfoque realista.

Historias urbanas, centradas en episodios cotidianos, en encuentros breves, en aventuras aparentemente intrascendentes. Los recuerdos pasados, los amores, las oportunidades perdidas o encontradas, la resignación o la incertidumbre ante lo que sucede. Episodios en los que lo más importante son los personajes. Así, encontramos a una esposa y la mujer por la que fue abandonada cuando se conocen en el velatorio del marido; un hombre que en Nochebuena sale de casa con la excusa de que no aguanta el discurso del Rey; un hombre que consigue reencontrarse con un viejo amor; un joven matrimonio que se instala en su piso nuevo, en un edificio sin acabar; la historia de un hombre que va a formar parte del jurado de un premio literario o un paseo por Madrid que es casi un recorrido vital.

Relatos que componen estampas de esas aventuras nimias que nos van ocurriendo día a día. Breves apuntes de la vida cotidiana que conllevan una reflexión sobre la soledad, la comunicación, las relaciones de pareja o la vida literaria.

Dice Benítez Ariza en una Nota Final: Para hablar de determinadas cosas no es del todo necesario haberlas vivido; basta con haberlas anticipado, o presenciado, o temido. Seguramente, la verdadera materia personal está en los detalles, o en determinadas menciones.
SEXTETO DE MADRID y otros cuentos
José Manuel Benítez Ariza
Editorial Hipálage - Sevilla