domingo, febrero 21, 2010

Última noche en Granada


“Última noche en Granada” es una historia narrada con una prosa depurada y cargada, por otra parte, de dureza y cierto desencanto. Lo primero que uno advierte al adentrarse en las páginas de esta novela es que apenas unas pinceladas le bastan a su autor, Francisco Ortiz, para definir a un personaje. Se cruzan voces cuyos ecos nos dan pistas sobre la historia que se va formando ante nuestros ojos, primero de un modo casi imperceptible, luego con una fuerza que nos agarra del cuello y no nos suelta.

Luis Castillo es un policía retirado, trabaja como vigilante de obra y arrastra un drama. Es un personaje que encontramos solo e indefenso ante una amenaza que se va delimitando paulatinamente. Su vida se encuentra, tras haber pasado sus dificultades, en un momento en que parece haberse estabilizado, los días transcurren monótonos y tranquilos hasta que un acontecimiento del pasado irrumpe resquebrajando el conjunto. Hay elementos de novela negra, pero sobre todo se trata del dibujo de un personaje que toma las riendas de su vida y opta por seguir adelante, fiel a sí mismo. La relación con su pareja, Beatriz, ocupa buena parte de la narración, describiendo una historia de amor que abre una segunda línea argumental, quizá de mayor peso que la intriga inicial.

Luis Castillo es un personaje complejo, de una pieza, que teme que el pasado le arrebate lo poco que le ha dado la vida. Toda la historia está contada desde su punto de vista, con un estilo sobrio, que fluye con precisión. Estilísticamente, todo está medido, perfectamente ensamblado. La estructura incluye algunos saltos al pasado, episodios contados por medio de un diálogo o de un monólogo, episodios descriptivos en los que se insertan las voces de los personajes de un modo muy eficaz, también los pensamientos del protagonista se cruzan con la acción, manifestando sus dudas, lamentando sus errores, definiendo en definitiva las aristas de todo ser humano.
El tono desencantado de Luis Castillo, aferrado a sus principios, a su amor inquebrantable por Beatriz, enfrentado a sus dudas y a sus remordimientos, nos sumerge en la historia de un hombre dispuesto a defenderse de las consecuencias de sus errores, sin victimismo, con entereza y determinación. Encontramos también escenas de tensión, como esa en la que se enfrenta a un asesino a sueldo agazapado en las sombras, moviéndose ambos sigilosamente entre los edificios en construcción, y que bastaría, por sí sola, para recomendar este libro.

“Última noche en Granada” es una obra madura, pese a ser la primera que publica Francisco Ortiz. Una de esas novelas que uno demora intencionadamente para evitar que termine. Una obra que todos los que seguimos la trayectoria de Ortiz, los que leemos su recomendable blog “Novela negra y cine negro”, estábamos deseosos de leer. Y la espera ha valido la pena.

Un breve fragmento:

Yo había matado a un hombre utilizando mis razonamientos de policía y mis armas de delincuente. Para Pedro, de ideas directas y frases cortas, fue tomarnos la justicia por nuestra mano, porque nos salió de los cojones. Un policía no está obligado a aguantar ciertas amenazas. Un policía vive agobiado por la inmediatez del peligro y su respuesta es obligatoria. Un policía es vulnerable y humano, una caja de resonancia y un cubo de basura al que se arroja la mierda que nos sacudimos de encima. Pero maté a un hombre para defenderme, para defendernos. No me liberé de nada, no hallé satisfacción ni piedad, porque se trataba de una ejecución.


Última noche en Granada
Francisco Ortiz
Mira Editores

martes, febrero 16, 2010

Coreografías

Hace poco vi un video en el que el grupo Black Eyed Peas actúa en directo y el público se pone a bailar. Se trata de un montaje realizado para el show de Oprah Winfrey, y resulta fascinante.


Los eventos en lugares públicos son muy espectaculares: coreografías, conciertos, performances...

En Trafalgar Square, cantando "Hey Jude".

Quedada en Grand Central Station.


En Liverpool Street Station.


El siguiente evento consiste en quedarse en paños menores en los metros de diferentes ciudades. Cuanta más gente interviene, mayor es el efecto de estupefacción que causan.


Un encuentro musical.



Y por último, un vídeo que vi hace algún tiempo en el blog “Librosfera”.


domingo, febrero 07, 2010

De Libros

Una de las cosas que más me gustan es visitar librerías y husmear entre los libros. Cuando voy a Madrid, suelo pasarme por “Tres rosas amarillas”, la librería dedicada al cuento, y charlo un rato con José Luis Pereira, que siempre tiene algo interesante que mostrarme. En Valencia, en la Librería Primado, tienen un buen surtido de libros pertenecientes a editoriales que normalmente son difíciles de encontrar por aquí, como los de Baile del Sol. Estas dos librerías, de trato personalizado y libreros profesionales, acogen actos culturales de todo tipo: Lecturas, presentaciones, cuenta cuentos... Otra de mis librerías de referencia es “París-Valencia”, la visito desde que era adolescente.

Entre lo que he descubierto recientemente, empezaré mencionando la novela que acaba de publicar Francisco Ortiz. Se titula “Última noche en Granada” y ya estoy enfrascado en su lectura. El texto de la contraportada empieza con dos preguntas: ¿Puedes haber matado a un hombre y no saber por qué lo has hecho? ¿Puedes seguir pensando después que no eres una mala persona? En breve hablaré más extensamente de este libro.


La aparición de “Cuentos de la vida casi entera”, de la escritora Angelina Lamelas, es todo un acontecimiento literario. Angelina Lamelas ha recibido numerosos premios y ha cultivado principalmente el relato, aunque también ha escrito artículos y libros infantiles. En 1971 ganó el premio Hucha de Oro ex aequo con Medardo Fraile, lo cual puede dar una idea de su valía.



Isabel Barceló es autora del blog “Mujeres de Roma”, en el que deja muy claras cuáles son sus pasiones. Es una enamorada de la historia. La aparición de su novela “Dido, reina de Cartago” no puede dejarse pasar por alto. Además, el libro tiene el aliciente especial de haberse gestado en su blog. Pueden escuchar a la autora explicando este asunto “aquí”.



Sin duda, una de las sorpresas editoriales del año es la novela “Fin”, de David Monteagudo. Es su primer libro y está siendo todo un fenómeno de ventas. No sé exactamente por qué edición va, pero debe ser la cuarta o la quinta. El autor tiene cuarenta y siete años y este es su primer libro publicado. Trabaja en una fábrica de cajas de cartón y empezó a escribir cumplidos los cuarenta.


“El juego de los herejes”, es un libro de intriga escrito por César Mallorquí y protagonizado por Carmen Hidalgo, una detective un tanto particular. César Mallorquí es un refutado autor de ciencia ficción que también ha cultivado la novela juvenil y la policíaca. En este caso, pueden escuchar al propio autor hablando sobre su libro en este enlace.



Juan Jacinto Muñoz Rengel, después del recomendable libro de relatos “88 Mill Lane”, repite en el género con otra recopilación de historias titulada “De mecánica y alquimia”. Una buena oportunidad para disfrutar con el universo de este autor.



Acaba de reeditarse un cómic que me han recomendado encarecidamente. Se trata de “La vida es buena si no te rindes”, de Seth. Y la verdad es que tiene una pinta excelente. Dibujos sobrios, en blanco y negro, y personajes de fuerte calado.


También acabo de conseguir el libro “Mujeres cuentistas”, en el que se reúnen textos de Inés Matute, Inma Luna, Ángeles Jurado, Ana Pérez Cañamares, Roxana Popelka, Marina Sanmartín, Déborah Vukusic y Carmen Camacho.



Por último, sólo me queda decir que podemos rendirle un pequeño homenaje al recientemente fallecido Tomás Eloy Martínez leyendo algunos de sus libros, como “Santa Evita” o “El vuelo de la reina”... Eloy Martínez falleció el 31 de enero pasado, víctima de un tumor cerebral. El escritor tenía 75 años.