jueves, mayo 24, 2007

Una buena causa

El ambiente es muy fashion, de verdad. Lo repito una y otra vez, aunque no sé lo que significa. Mi acompañante me ha dicho que lo diga a menudo, parece que es muy apropiado en este tipo de fiestas. Hay gente muy importante: presentadores de televisión, famosos de los que salen en las revistas del corazón, cantantes... Aunque en el grupo en el que me encuentro no hay nadie conocido. Oigo a alguien preguntar: ¿A favor de qué o quién es esta fiesta benéfica? Ni puta idea, le responden. Es verdad, añade otro, ¿qué es lo que estamos apoyando? Tenemos que saber qué es lo que se defiende esta noche, por si nos preguntan los de la tele. Pues léete el programa si tanto te preocupa. Joder, es que vosotros pasáis de todo. Mira oye, ¿por qué no sales a que te dé el aire? ¿Qué es lo que te preocupa? Si alguien te pregunta, sé ambiguo, ¿no sabes acaso ser ambiguo? Es fácil, dices que es muy importante para ti estar aquí, que siempre estuviste muy comprometido con esta causa, y cosas así, ¿entiendes? Sin concretar. ¿Pero qué causa? Y dale. Yo voy a por otra copa, parece que los camareros están en huelga. ¿Pero quién es el que ha entrado? Es un actor, digo, pero no recuerdo su nombre ahora, hace una serie muy buena. Las luces se mueven y corren hacia otro lado. Alguien me toca la pierna. Miro hacia abajo. ¿Hace el favor de bajar de mi silla? Claro, claro, disculpe. A veces, me cruzo con alguien que me sonríe o me pregunta ¿qué tal?, sin esperar respuesta, y yo digo que todo es muy fashion. El ambiente está cargado, lleno de humo y de frases banales. Me detengo para respirar, sólo eso, respirar, en un rincón, y los murmullos vienen hacia mí como dardos. Creo que he visto a alguien que lleva un traje igual que el mío, dice una voz, ¿lo puedes creer?, es horrible, horrible, tengo ganas de llorar y todo. Miro a mi alrededor. La mezcla de perfumes caros produce una atmósfera que casi se puede mascar. Todo el mundo ríe. Todo el mundo tiene la boca abierta y parece feliz. Nadie está consternado por la causa que han venido a apoyar, a pesar de que debe ser un asunto serio y triste y dramático, sea cual fuere.

11 comentarios:

Rosa Silverio dijo...

Leí el cuento a primera hora y ahora en RD son las 4:12 p.m. y todavía me pregunto en beneficio de qué institución o de quién era el evento.

Muy buen relato, Miguel, muy fluido y veraz. Por trabajo me ha tocado asistir a eventos de esa naturaleza y me ha sorprendido cómo has captado algunos detalles que yo he podido constatar, como el asunto de la ropa, muchos de los que van a esos eventos están más preocupados por la ropa que van a lucir que por la causa que se supone van a apoyar.

Me encantó el final.

Anónimo dijo...

Una verdadera apología a la hipocresía, lo que has escrito.
Emana por los poros de cada frase.
Un abrazo.

K dijo...

Apoyo tus mociones, como siempre.

Elena dijo...

Has retratado muy bien el ambiente frívolo y superficial que se respira en ese tipo de eventos. Es muy triste que un acto benéfico se convierta habitualmente en un escaparate de trajes de fiesta y caras bonitas.

Gran relato, como todos los tuyos.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Con una economía de palabras nos describen muy bien el ambiente "fashion" de esas reuniones y nos instalas con ellos. esaas reuniones están vacías de compromiso y llenas de vanidad.

Clarice Baricco dijo...

Para salir corriendo de estos lugares!!

Abrazos con causa.

Miguel Sanfeliu dijo...

Rosa, me alegra que te haya gustado. La verdad es que estas fiestas deben ser una buena fuente de ingresos, pero no dejan de tener algo obsceno.

Gregorio, he pretendido hacer una denuncia, con cierta carga de ironía.

K, agradecido, como siempre.

Elena, me halaga tu comentario. La verdad es que sí me parece triste que los actos benéficos no sean más que un escaparate para el famoseo.

José, he intentado reproducir el barullo de la fiesta al meter en el mismo párrafo diálogos y acción.

Clarice, pues la verdad es que debe haber bofetadas por asistir, aunque yo opino como tú.

Un abrazo y gracias por los comentarios.

Mónica dijo...

Buena mezcla de ironía y denuncia Miguel. Aunque no sólo entre las fiestas de famoseo, demasiada hipocresía ya en cualquier evento.

Un abrazo

Miguel Sanfeliu dijo...

Mónica, ese parece el precio del espectáculo, que todo suena ya a falso.
Un abrazo

Francisco Ortiz dijo...

Si pudiera yo quitar la última frase, explicativa, innecesaria con todo lo ya contado antes, me parecería mejor. Me gusta mucho, con esa voz y multitud de voces, que uno parece estar escuchando realmente, con esa amalgama que ahoga un poco aunque uno sólo está leyendo. Es un registro difícil y has salido no sólo airoso sino dando ejemplo. En tu territorio te mueves como pez en el agua, con calidad incuestionable. Un abrazo, escritor.

Miguel Sanfeliu dijo...

Francisco, gracias por tu consejo. Sí, pruebo a leerlo terminando en la palabra feliz y me suena bien. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.